Vamos a ver esta representación tan interesante de la cruz de Santiago: Esta cruz es una bellísima representación y aseveración a la vez, de que la cruz está en el sexo.
En varias culturas del orbe se han encontrado vestigios de algún tipo de ritual con las conchas.
En algunas pirámides de origen antiquísimo han encontrado los arqueólogos conchas en abundancia en las cuatro esquinas de tales edificaciones, dejando entrever el poder elemental de tales objetos, y a su vez relacionándolas con las aguas primordiales de todos los sabios, como base o fundamento de toda creación, arquitectónica y humana.
Algo que pone en relieve la gravedad del asunto este de la cruz, es la anécdota del V.M. Samael Aun Weor que nos comparte acerca de Santiago Apóstol:
“En días pasados hube de hacer una preciosa investigación que me ha dejado perplejo: Mucho hemos hablado aquí sobre SANTIAGO, el Bendito Patrón de la Gran Obra; la Epístola Universal del gran Apóstol está ahí, sigue en pie, pero algo hubo que me dejó perplejo: Me fui a los Mundo de Conciencia Cósmica y en esa Región del Sephirote Hod, quise saber algo…
Descubrí que una de sus existencias anteriores había sido nada menos que uno de esos famosos “HUIRACOCHAS”… Pero vean qué distinto, ¿verdad?: El Santiago aquél de la Tierra Santa aparece en España y mucho más tarde en otra parte. Era un Inmortal, eso es obvio.
Pero si todo hubiera quedado ahí no habría nada de qué sorprenderse. Lo grave no estuvo en eso, sino que CAYÓ y perdió también la Inmortalidad de su vehículo. Pero, ¿caerse EL BENDITO PATRÓN DE LA GRAN OBRA? ¡Imposible!, diríamos, pero se cayó y ahora vive por aquí en estos momentos, está en el Brasil, dentro de nuestro Movimiento Gnóstico está, y está trabajando por la humanidad, se está esforzando, sí, por redimirse otra vez. Pero ya ven ustedes: ¡Los Inmortales también se caen!…
En general, mis caros hermanos, todo por esta época es tinieblas profundas: Ángeles caídos, Santuarios profanados, Iniciados vencidos, dolor, amargura…”
V.M. Samael Aun Weor
Hasta aquí este relato del presidente fundador del Movimiento Gnóstico Internacional, y si el quedo “perplejo” ante esta situación imagínense como estoy yo…es que estos tiempos sí que son horribles. En estos momentos viene a mi mente la situación sexual de esta sociedad, legalizando abortos, matrimonios gay, tratantes de blancas, divorcios, violaciones, pornografía, Ay! Ay! Ay! Esta humanidad esta degenerada en un ciento por ciento.
Hijos de Acuario, escuchad con atención. Sabed que los hijos de piscis se degeneraron a niveles jamás antes vistos, es por eso que solo destrucción podría surgir de ellos. Hijos del quinto sol, que lamentos, que amarguras pasaron los santos profetas por redimiros, mas nunca se logró ablandar vuestro duro corazón.
Por el sexo se inmortalizaron los grandes, por el sexo cayeron los grandes.
La concha es una alegorización de la piedra al ser figurada y moldeada por el cincel de cada día, en el arcano de la ciencia tántrica, obviamente. La cruz es para llevarse a cuestas, no para tenerse como una simple reliquia allí nomas en vuestro sombrío altar.
El hecho mismo que la cruz sea roja, nos invita a derramar sangre a diestra y siniestra, “hay que derribar a todos los infieles y bebernos su sangre” la infidelidad más honda y grosera la encontramos en nosotros mismos, no afuera, sino adentro, muy adentro del corazón.
Mientras no hayamos logrado el control total de la potencia sexual, seremos infieles al Cristo.
El apóstol Pablo nos señala la importancia del mercurio filosofal como materia prima, insustituible en ese trabajo voluntario de la transmutación sexual.
La concha nos recuerda al mar, muchos navegantes van al mar pero pocos regresan, el mar se los traga por imprudentes e inmaduros, hay que madurar para comprender las leyes del trabajo esotérico gnóstico, de no hacerlo jamás saldremos de las teorías, y el término “gnóstico” nos quedara grande.
Además, la concha en estado de perfección, es una invitación sexual a trabajar, a seguir intentando la transmutación mercurial. Debemos experimentar sin rendirnos, se indica el camino pero no se anda por nadie.
En el camino muchos retroceden, algunos en definitiva para retirarse, otros para agarrar impulso, mas es importante no alejarse mucho del horno, el frío lunar es muy peligroso.
Reitero, todo lo que aquí se dice, se reduce al trabajo en nuestra intimidad. Si llegamos a este mundo por la puerta sexual, es obvio que por esa misma puerta debemos volver al lugar de nuestro origen, al Omnipotente.
Ramón T Juarez
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