– Interlocutor. ¿Nos podría decir usted, Doctor Samael Aun Weor, qué es la “Entropía”?
– Maestro. Ciertamente, la Entropía, es un proceso desordenado, involutivo. Incuestionablemente, existe Entropía dentro de nuestra idiosincrasia psicológica cuando no trabajamos sobre sí mismos, cuando no buscamos una transformación radical, cuando nos contentamos ser, así como somos.
Por estos tiempos todo marcha en forma descendente, desordenadamente, involutivamente.
La Entropía tiende a igualar todo. Así, vemos que después de un largo proceso involutivo llega la muerte; no es pues extraño que todo quede igualado. Si colocamos una marmita llena de agua caliente junto a otra llena de agua fría, obviamente, se producirá cierto desorden involutivo, decadente en las dos marmitas. Al fin, después de todo, quedan completamente igualadas. En forma análoga diremos, que si nosotros no trabajamos sobre sí mismos, si no buscamos una transformación radical de toda nuestra idiosincrasia psicológica, a la larga, los habitantes de este Planeta Tierra quedaremos todos igualados, seremos la muerte misma y eso sería lamentable.
– Presentador. Doctor, ¿entonces el hombre del siglo XX tiene que llevar la Filosofía del Sacrificio para poder vivir a gusto?
– Maestro. ¡Obviamente! Sin sacrificio no podría haber transformación. Necesitamos Sacrificarnos si es que queremos Transformarnos.
Precisamente, en estos momentos, nuestra Tierra, toda, marcha de acuerdo con la Ley de la Entropía, eso es incuestionable, indubitable. Es claro que se va a necesitar de un “gran sacrificio” a fin de que esta Tierra se transforme, y ese sacrificio será una Gran Catástrofe.
El Sacrificio, en sí, es grandioso. Por ejemplo, el petróleo, dijéramos, es sacrificado en la locomotora en aras de la fuerza motriz y de la velocidad.
En el Sacrificio una fuerza inferior se transforma en una fuerza superior. Si nosotros no sacrificamos nuestros deseos animales, nuestras pasiones brutales, nuestros odios, nuestros egoísmos, nuestras violencias, no podremos transformarnos. Así pues, que en el Sacrificio se verifica un fenómeno de Transformación. Es por medio del Sacrificio como nosotros podemos libertarnos, totalmente, de la Ley de la Entropía. Sin el Sacrificio tendremos que marchar en forma descendente, involutiva, decadente, y esto, inevitablemente. Ha llegado pues, la hora de comprender la grandeza del Sacrificio eso es obvio.
– Presentador. Ya que se habla de catástrofes, profecías y otras cosas raras que atemorizan a la humanidad ¿nos podría decir algo sobre Miguel de Nostradamus, Doctor Samael Aun Weor?
– Maestro. Con mucho gusto. Resulta que MIGUEL DE NOSTRADAMUS fue un Gran Médico-Astrólogo de la Edad Media; se educó en la sabiduría de los egipcios; dicen que “pasaba las noches enteras mirando fijamente y sin parpadear, el agua contenida en un cazo de cobre”; afirman algunos que “en esa agua lúcida pudo él ver, con entera claridad meridiana, los acontecimientos del futuro”. Así pues, Miguel de Nostradamus fue un Gran Vidente. Eso nadie lo puede negar. Hasta la fecha, todas las profecías que Miguel de Nostradamus hizo, se han cumplido matemáticamente.
Profetizó también la Segunda Guerra Mundial y dio hasta el nombre de Hitler con excepción de una letra equivocada (creo que más bien, los equivocados fueron los traductores, entre paréntesis), y no hay duda de que habrá de cumplirse la terrible profecía del futuro: La del famoso 1999. También pronostica la Tercera Guerra Mundial y muchos otros acontecimientos de índole extraordinaria. Para mi modo de ver y de entender las cosas, estamos en los “Tiempos del Fin”.
Las gentes creen que los tiempos del fin serán dentro de no sé cuántos millones de años, más se equivocan.
– Presentador. Doctor, ya que mencionó lo de la Tercera Guerra Mundial, los científicos modernos la comentan mucho, ¿es cierto que habrá una terrible Tercera Guerra Mundial?
– Maestro. ¡Eso es indubitable! Miguel de Nostradamus profetizó la primera y la segunda y también la tercera. Grandes Sabios del pasado ya habían profetizado tres Guerras Mundiales para el presente siglo. Yo creo que la peor va a ser la que viene, la tercera. Será un verdadero holocausto atómico, espantoso; desaparecerán las principales ciudades del mundo con las explosiones nucleares. Lo más grave de todo es la contaminación radioactiva. Con la Tercera Guerra Mundial se contaminará la atmósfera en forma espantosa; la radioactividad infectará completamente el aire, las aguas y en general todo lo que existe. Las lluvias, por ejemplo, que tendremos serán radioactivas; las cosechas se perderán y se perderán sencillamente porque nadie podrá utilizarlas, eso es todo. Eso de tener uno que comer alimentos contaminados por la radioactividad ¡es gravísimo!, mas así sucederá. No hay duda que esta Tercera Guerra Mundial está a las puertas.
Por otra parte, en estos tiempos hay hambre, desolación, miseria espantosa, crisis de valores, etc., todo esto nos va orillando, poco a poco, hacia la Tercera Guerra Mundial. Incuestionablemente, cada uno de nosotros carga dentro de sí, los factores que producen guerras, egoísmo, odio, etc., etc., etc.
– Presentador. ¿Nos podría decir, Doctor Samael Aun Weor, cómo van a intervenir en esos momentos de crisis mundiales, ahora que se habla tanto de los Extraterrestres, si ellos van a intervenir en nuestro favor o por el contrario van a ayudar más a nuestra destrucción?
– Maestro. Bueno, las gentes tienen tantos conceptos sobre esta cuestión de los extraterrestres, que bien vale la pena analizar aunque sea un poquito. En nombre de la verdad diremos que los extraterrestres existen, aunque los escépticos duden. Esto de los extraterrestres está ya completamente demostrado.
Ahora, en lo que a mí atañe, les tendré que decir que a mí me consta la existencia de los extraterrestres, porque yo estuve en contacto personal, en el Distrito Federal, allá en el Desierto de los Leones, con una nave de Viajeros Intergalácticos.
Nunca he contado estas cosas. Porque no veo motivo como para estar relatando esta historia a todas horas. Ahora bien, lo que sí quiero decirles a ustedes, en forma enfática, es que ellos quieren ayudarnos, y no tiene nada de raro que tengan que intervenir en el momento en que nosotros nos precipitemos en el gran holocausto atómico. Ellos siempre han ayudado a la humanidad. Surcan el espacio por todas partes; no es la primera vez que nos visitan; siempre nos han visitado y siempre nos seguirán visitando. Indubitablemente no pueden dejarnos abandonados; tendrán que intervenir para ayudarnos. Son Hombres en el sentido más completo de la palabra, pero Hombres Verdaderos. Hago cierto énfasis en esta afirmación, porque sucede que nosotros los terrícolas somos más bien “animales intelectuales”, y eso es todo.
– Presentador. Doctor, se habla mucho del Planeta Hercólubus, o Planeta Rojo, llamado así por los científicos, ¿es cierto que este planeta chocará con la Tierra?
– Maestro. Bueno, lo que usted está diciendo está ya debidamente comprobado en todos los observatorios del mundo. Mas quiero aclarar que el choque será de tipo electromagnético. No es un choque físico, de masas. Mas es claro, que si el Planeta Hercólubus pasa demasiado cerca de nuestro Planeta Tierra, tiene que producirse una catástrofe.
Sucede que el Hercólubus es un mundo gigantesco. Podríamos aseverar que es varias veces más grande que Júpiter, el titán de nuestro Sistema Solar, y al pasar cerca a nuestro mundo, tendrá que producir una revolución de los ejes de la Tierra, entonces, los mares cambiarán de lecho, y las tierras actuales se sumergirán entre el fondo mismo del océano.
Mas antes de que venga la catástrofe ésta (de la revolución de los ejes de la Tierra), el fuego entrará en actividad. Indubitablemente, conforme Hercólubus se vaya acercando, el fuego líquido que existe en el interior de nuestro mundo saltará a la superficie, y entonces, aparecerán volcanes en erupción por todas partes acompañados de fuertes terremotos, y caerán todas las grandes ciudades del mundo: Nueva York, París, Londres, Buenos Aires y hasta nuestro querido Distrito Federal en México, ¡nada se salvará de la hecatombe!
Los que no crean, pues que no crean, hechos son hechos y ante los hechos tendrán que rendirse. Así pues, que Hercólubus se acerca y ya está a la vista de todos los observatorios del mundo; ya existen mapas estelares donde se nos muestra la órbita de Hercólubus; pertenece a un Sistema Solar llamado “Tylo”, y es obvio que tendrá que pasar muy cerca de nosotros; tal mundo es demasiado gigantesco y tiene que producir en nuestra Tierra terribles convulsiones.
Así pues, Hercólubus traerá el duelo del fuego y del agua dentro de nuestro mundo y todo lo que actualmente existe dejará de existir dentro de poco tiempo. Que las gentes no crean, que se ríen, ¡qué importa a la ciencia y qué a nosotros! Escrito está, que: “El que ríe de lo que desconoce está en el camino de ser idiota.” Esta es una terrible afirmación. Así pues, en nombre de la verdad, tengo que decirles a ustedes que Hercólubus está cerca.
– Presentador. Nos podría usted decir, Doctor Samael Aun Weor, en base a sus planteamientos, pues, verdaderamente interesantes, ¿en qué consistirá la Catástrofe Mundial del año de 1999?
– Maestro. Bien vale la pena contestar esta cuestión. Indubitablemente dice Miguel Nostradamus, famoso astrólogo, que cuando Hercólubus se acerque, se verán en el cielo como dos soles. Y ésto alarmará a las multitudes.
Con el acercamiento de Hercólubus la gente se pondrá excesivamente nerviosa. Obviamente, las ondas electromagnéticas de tal mundo son poderosas; cuando ésto sea, ya la Tercera Guerra Mundial habrá pasado. Entonces nuestro planeta por esos tiempos estará muy cargado de radioactividad.
Dice Miguel de Nostradamus que “con la llegada de Hercólubus, todo lo que actualmente existe dejará de existir”. También afirma, claramente, “que los astrónomos de aquella época, incapaces de entender la honda significación que encierra este movimiento estelar, harán planes a lo lindo para el futuro, tendrán bellos sofismas de distracción, y que entonces las gentes, confundidas por los sabios terrícolas, no tendrán ni la más remota oportunidad de defenderse”.
Ahora bien, cada vez que Hercólubus ha llegado a la Tierra, se ha producido una catástrofe.
Llegó al final de la Raza Lemúrica, y entonces los fuegos de aquel continente entraron en erupción y ya sabemos que la Lemuria se hundió a través de 10.000 años de terremotos. Llegó al final de la época Atlántida y ya sabemos que los habitantes de la Atlántida perecieron devorados por las aguas, según lo dice el Diluvio Universal, según lo mencionan los historiadores religiosos de todas las edades y de todas las épocas. Y viene ahora, precisamente al final de nuestra Raza Aria, para poner punto final a ésta civilización degenerada y decadente.
La humanidad ya está lo suficientemente madura como para recibir el “castigo final”, esa es la cruda realidad hallada en las tremendas profecías de Nostradamus tal como están escritas, en su famoso libro titulado “Las Centurias”. Y aquéllos que nos escuchen, tengan la bondad de estudiarse esa obra, y verán confirmadas mis afirmaciones.
Así pues, que la base fundamental de la Gran Catástrofe estará en la llegada de Hercólubus; los astrónomos lo tienen a la vista de sus telescopios en estos momentos, y en todos los observatorios del mundo ya está pintada la catástrofe, está dibujada en los distintos mapas cósmicos. Si actualmente no se le está haciendo mucha publicidad a esta cuestión es para evitar la psicosis colectiva.
Samael Aun Weor