Algunos psicólogos simbolizan a la conciencia como un cuchillo muy capaz de separarnos de lo que está pegado a nosotros y nos extrae la fuerza.
Creen tales psicólogos que la única manera de escapar al poder de tal o cual YO es observarlo cada vez con más claridad con el propósito de comprenderlo para volvernos conscientes del mismo.
Piensan esas gentes que así uno se separa eventualmente de este o aquel Yo, aunque sea por el grosor del filo de un cuchillo.
De esta manera, dicen, el Yo separado por la conciencia, parece como una planta cortada.
Hacerse consciente de cualquier Yo, según ellos, significa separarlo de nuestra Psiquis y condenarlo a muerte.
Incuestionablemente tal concepto, aparentemente muy convincente, falla en la práctica.
El Yo que mediante el cuchillo de la conciencia ha sido cortado de nuestra personalidad, arrojado de casa como oveja negra, continúa en el espacio psicológico, se convierte en demonio tentador, insiste en regresar a casa, no se resigna tan fácilmente, de ninguna manera quiere comer el pan amargo del destierro, busca una oportunidad y al menor descuido de la guardia se acomoda nuevamente dentro de nuestra psiquis.
Lo más grave es que dentro del Yo desterrado se encuentra siempre embotellada cierto porcentaje de esencia, de conciencia.
Todos esos psicólogos que así piensan, jamás han logrado disolver ninguno de sus Yoes, en realidad han fracasado.
Por mucho que se intente evadir la cuestión esa del KUNDALINI, el problema es muy grave.
En realidad el “Hijo Ingrato” no progresa jamás en el trabajo esotérico sobre sí mismo.
Obviamente “Hijo Ingrato” es todo aquél que desprecia a “ISIS”, nuestra Divina Madre Cósmica, particular, individual.
ISIS es una de las partes autónomas de nuestro propio Ser, pero derivado, la Serpiente ígnea de nuestros mágicos poderes, el KUNDALINI.
Ostensiblemente sólo “ISIS” tiene poder absoluto para desintegrar a cualquier Yo; esto es irrefutable, irrebatible, incontrovertible.
KUNDALINI es una palabra compuesta: “KUNDA viene a recordarnos al Abominable órgano KUNDARTIGUADOR”, “LINI es un término Atlante que significa Fin”.
“KUNDALINI” quiere decir: “Fin del abominable órgano KUNDARTIGUADOR”. Es pues urgente no confundir al “KUNDALINI” con el “KUNDARTIGUADOR”.
Ya dijimos en un pasado capítulo que la Serpiente Ígnea de nuestros mágicos poderes se encuentra enroscada tres veces y media dentro de cierto Centro Magnético ubicado en el hueso Coxígeo, base de la espina dorsal.
Cuando la Serpiente sube, es el KUNDALINI, cuando baja, es el abominable órgano KUNDARTIGUADOR.
Mediante el “TANTRISMO BLANCO” la serpiente asciende victoriosa por el canal medular espinal, despertando los poderes que divinizan.
Mediante el “TANTRISMO NEGRO” la serpiente se precipita desde el coxis hacia los infiernos atómicos del hombre. Así es como muchos se convierten en Demonios terriblemente perversos.
Quienes cometen el error de atribuirle a la serpiente ascendente todas las características izquierdas y tenebrosas de la serpiente descendente, fracasan definitivamente en el trabajo sobre sí mismos.
Las malas consecuencias del “ABOMINABLE ÓRGANO KUNDARTIGUADOR”, sólo pueden ser aniquiladas con el “KUNDALINI”.
No está de más aclarar que tales malas consecuencias están cristalizadas en el YO PLURALIZADO de la Psicología revolucionaria.
El poder Hipnótico de la Serpiente descendente tiene a la humanidad sumergida en la inconsciencia.
Sólo la Serpiente ascendente, por oposición, puede despertarnos; esta verdad es un axioma de la Sabiduría Hermética. Ahora comprenderemos mejor la honda significación de la palabra sagrada “KUNDALINI”.
La Voluntad consciente está siempre representada por la mujer sagrada, María, ISIS, que aplasta la cabeza de la Serpiente descendente.
Declaro aquí francamente y sin ambages que la doble corriente de luz, el fuego vivo y astral de la tierra, ha sido figurado por la serpiente con cabeza de toro, de macho cabrío o de perro en los Antiguos Misterios.
Es la doble Serpiente del Caduceo de Mercurio; es la Serpiente tentadora del Edén; pero es también sin la menor duda, la Serpiente de Cobre de Moisés entrelazada en el “TAU”, es decir, en el “LINGAM Generador”.
Es el “Macho Cabrío” del Sabbat y el Baphometo de los Templarios Gnósticos; el HYLE del Gnosticismo Universal; la doble cola de serpiente que forma las patas del Gallo Solar de los ABRAXAS.
En el “LINGAM NEGRO” embutido en el “YONI” metálico, símbolos del Dios SHIVA, la Divinidad Hindú, está la clave secreta para despertar y desarrollar la Serpiente ascendente o KUNDALINI, a condición de no derramar jamás en la vida el “Vaso de Hermes Trimegisto”, el Tres veces grande Dios “IBIS DE THOTH”.
Hemos hablado entre líneas para quienes sepan entender. Quien tenga entendimiento que entienda porque aquí hay sabiduría.
Los TÁNTRICOS negros son diferentes, ellos despiertan y desarrollan el Abominable órgano KUNDARTIGUADOR, la Serpiente tentadora del Edén, cuando cometen en sus ritos el crimen imperdonable de derramar el “Vino Sagrado”.