Brown Sequard comprobó su teoría. En esa época el tenía 71 años, una salud débil y desapego a la vida, cuando comenzó a practicar su método: excitar los órganos sexuales hasta llegar a la erección y conectarse sexualmente, sin eyacular jamás el “Ens Seminis”.
Él se retiraba de la cópula antes del espasmo para evitar la eyaculación del semen, o sea, evitaba que se escapara de su organismo, el semen maravilloso.
Este es el gran sistema del gran fisiólogo norteamericano. Después de cierto tiempo de estar practicando este sistema Brown Sequard comenzó a notar cambios en su organismo debido a lo que el llamó “dinamogenia”, o efecto energizante de la secreción testicular. Cuerpo y celebro se cargaron con nueva fuerza, ya que anteriormente, mientras el trabajaba en su laboratorio, tenía que sentarse a cada momento para recuperar las fuerzas. Después del experimento podía trabajar horas enteras, sin asomo del cansancio. También notó un aumento notable de su habilidad mental.
Brown Sequard, de su experimento consigno lo siguiente: “La actividad nerviosa se aumentó de todas maneras. La fuerza muscular fue mucho mas considerable; las contracciones vesiculares e instestinales recuperaron su antiguo vigor. El trabajo mental fué superior al verificado en los últimos años. Continuando con esta forma de copular yo descubrí como se renueva la juventud”.
Como era de esperarse, Brown Sequard fué ridiculizado por parte de los fisiólogos conservadores de sus dias; pero subsiguientes investigaciones comprobaron sus conclusiones. Zoth y Pregrel, demostraron que por medio de la cópula sin eyaculación seminal, se disminuye la fatiga y asciende la vitalidad de los sistemas musculares y nerviosos. Stanley observó grandes mejoras en mas de 300 pacientes que practicaban el método de Brown-Sequard, incluyendo padecimientos nerviosos de distinta índole, casos de vista defectuosa y senilidad. Goiset indica haber curado mas de cien casos de enfermedades en personas que practicaban este método: Cólera, baile de san vito, epilepsia, histeria, lepra, neurastenia, parálisis, etc.
Refiriéndose a este descubrimiento el doctor Goiset, escribe el Dr. Cuthrie: “¿Por qué cada hombre no conserva su propio semen, en lugar de desperdiciarlo en placeres licenciosos?, ¿No sería indicado que cada cual conservara su propio vigor mediante la trasmutación del semen?”.
De fuente incierta en Fbook
