Los Cielos y la Tierra os saludan. ¡Oh Isis! Madre del Cosmos, raíz del Amor. Tronco, capullo, hoja, flor y semilla de todo lo que existe. A ti, fuerza naturalizante, te conjuramos. Llamamos a la Reina del Espacio y de la Noche. Y besando sus ojos amorosos, bebiendo el rocío de sus labios, respirando el dulce aroma de su cuerpo, exclamamos:
¡Oh Nut! Tú, eterna Seidad del Cielo. Que eres el Alma Primordial. Que eres lo que fue y lo que será. Isis, a quien ningún mortal ha levantado el velo. Cuando Tú estés bajo las estrellas irradiantes del nocturno y profundo cielo del desierto, con pureza de corazón y en la flama de la serpiente, ¡te llamamos!
¡Oh Isis! Madre Divina Kundalini. Serpiente Alada de Luz. Sin ti estaría perdido. Tú eres el secreto gnóstico de mí Ser, el punto céntrico de mí conexión. La alada esfera y el azul del cielo son tuyos.
¡Oh Isis! Madre mía Kundalini. Serpiente Alada de Luz. Tú que haces que Osiris triunfe de sus enemigos, defiéndeme contra los míos en esta noche tenebrosa, en esta noche de combates, en esta noche en la que serán derribados los enemigos del Señor de los Mundos.
¡Oh Madre mía! ¡Oh Isis! Quiero morir en mi mismo, para que mi Alma se pierda en el Ojo de Horus, resucite en el corazón de Osiris y resplandezca como un diamante precioso en la frente de Ra.
Sé Tú, oh Hadit, mi secreto, el misterio gnóstico de mi Ser, el punto céntrico de mi conexión, mi corazón mismo, y florece en mis labios fecundos hecho verbo. Allá arriba, en los cielos infinitos, en la altura profunda de lo desconocido, el resplandor incesante de Luz es la desnuda belleza de Nut; Ella se inclina, se curva en éxtasis deleitoso, para recibir el ósculo secreto de Hadit. La alada esfera y el azul del cielo son míos.
O AO KAKOF NA KHONSA (3 veces)
Dentro de mi Real Ser interno reside la Luz Divina.
RAAAMMM… IIIIIIOOOOO…, es la Madre de mi Ser, Deví Kundalini.
RAAAMMM… IIIIIIOOOOO…, ayudadme.
RAAAMMM… IIIIIIOOOOO…, socorredme.
RAAAMMM… IIIIIIOOOOO…, iluminadme.
RAAAMMM… IIIIIIOOOOO…, es mi Madre Divina.
Isis mía, tú tienes al niño Horus, mi verdadero Ser, en tus brazos. Necesito morir en mí mismo para que mi esencia se pierda en Él… Él… Él…
Proviene de varias obras del Maestro Samael Aun Weor