Esta escultura es una clara alusión a los doce trabajos de Hércules. Los doce trabajos de Hércules, prototipo del hombre auténtico, indican, señalan, la vía secreta que ha de conducirnos hasta los grados de Maestro Perfecto y Gran Elegido.
Primer trabajo: Captura y muerte del León de Nemea, la fuerza de los instintos y pasiones incontroladas que todo lo desbasta y lo devora.
Segundo trabajo: Destrucción de la Hidra de Lerna, monstruo simbólico de origen inmortal, dotado de nueve cabezas amenazantes que se regeneran cada vez que son destruidas, amenazando los rebaños al igual que las cosechas.
Puede interpretarse esta hidra polifacética como una imagen alegórica que personifica claramente a la mente con todos sus defectos psicológicos.
Tercer trabajo: Captura de la cierva Cerenita y del jabalí de Erimanto. En la cierva de pies de bronce y cuernos de oro, podemos ver una clara alusión al alma humana, el manas superior de la teosofía. En el terrible jabalí, perverso cual ninguno, está el símbolo viviente de todas las bajas pasiones animales.
Cuarto trabajo: Limpieza extraordinaria de los famosos establos de Augías, Rey de Elida; cuya hija, conocedora de las virtudes de las plantas, componía con ellas mágicos brebajes. Estos establos son la viva representación simbólica de nuestros propios fondos subconscientes, sumergidos, que hospedan a sus innumerables rebaños (esos múltiples agregados psíquicos bestiales, que constituyen el ego).
Quinto trabajo: Caza y destrucción de las aves antropófagas, que tenebrosas habitaban las lagunas de Estinfal y mataban a los hombres con sus bronceadas plumas, que a manera de flechas mortíferas lanzaban contra sus indefensas víctimas.
Sexto trabajo: Captura del toro de Creta.
Séptimo trabajo: Captura de las yeguas de Diómedes, que mataban y se comían a los náufragos que llegaban a las costas del pueblo guerrero de los bistonios.
Alusión a los infrahumanos elementos pasionarios, profundamente sumergidos en nuestros propios abismos inconscientes, simbólicas bestias junto a las aguas espermáticas del primer instante, dispuestas siempre a devorarse a los fracasados.
Octavo trabajo: La cueva donde dio muerte al ladrón Caco, el mal ladrón escondido dentro de la tenebrosa cueva de la infraconsciencia humana, que saquea alevosamente el centro sexual del organismo para satisfacción de brutales pasiones animales.
Noveno trabajo: Conquista del cinto de Hipólita, reina de las amazonas, alusión al aspecto psíquico femenino de nuestra propia naturaleza inferior.
Décimo trabajo: Conquista del rebaño de Gerión, matando a su poseedor quien se le enfrentó, después de sus guardianes, y a los perros Ortos y Euritión.
Onceavo trabajo: Apropiarse de las manzanas de las Hespérides, las ninfas hijas de Atlas, vivísima representación del planeta Venus, el lucero delicioso del amor.
Evidentemente esta hazaña tiene estrecha relación con los relatos bíblicos sobre los frutos del árbol de la ciencia del bien y del mal, en el jardín edénico.
Doceavo trabajo: Sacar de su dominio plutónico al perro Tricípite que lo guardaba (para mayor información ver el libro Las tres Montañas del mismo Autor).
En el centro de la escalinata resaltan maravillosamente siete centros, que tienen íntima concordancia con los siete centros magnéticos de la espina dorsal del ser humano. Eso es claro, son las mismas siete iglesias del Apocalipsis de San Juan.
Estas Iglesias son, empezando de la base hacia arriba, o sea, del coxis a la cabeza:
Iglesia de Efeso o chakra Múladhára
Situado exactamente en la base de la columna espinal, en la misma raíz de nuestros órganos genitales, entre el ano y los órganos genitales.
Despierta este centro cuando el hombre y la mujer se unen sin eyaculación del semen, es decir, con la práctica de magia sexual.
Este chakra es fundamental, pues nutre con su energía a los otros centros. El Kundalini se halla encerrado en este centro.
De aquí emanan cuatro nadis semejantes a los pétalos del loto.
Los siete planos de conciencia cósmica se hallan debajo de este centro magnético o iglesia de Efeso.
El mantram de este chakra es Bhur.
Los mantras Dis, Das, Dos, de la magia sexual despiertan el Kundalini. En este centro de Efeso se halla la raíz del bien y del mal.
Muchos se dicen ser apóstoles y no lo son, porque son fornicarios.
El chakra Múladhára se relaciona con Prithivi, y quien despierta totalmente este centro adquiere el elixir de larga vida, conserva su cuerpo físico por millones de años.
El Kundalini nos da el conocimiento del pasado, presente y futuro.
Iglesia de Esmirna o chakra Svádhichthana
Conforme el yogui va despertando su conciencia superlativa, va adquiriendo múltiples poderes o siddhis.
En los mundos internos la palabra tiempo es sinónimo de grados esotéricos de conciencia.
Este chakra es la morada del tattva Apas. El genio elemental del agua, Varuna, se relaciona con él.
Resplandece con el fuego del Kundalini y tiene seis pétalos maravillosos.
El mantram es Bhuvar. El que despierta este centro aprende a manejar a las criaturas elementales de las aguas y conoce las distintas entidades astrales. Se conquista a la muerte con el despertar de este chakra.
Situado dos dedos debajo del plexo solar, controla riñones, abdomen y órganos de la parte inferior del abdomen.
Iglesia de Pérgamo o chakra Manipúra
Pérgamo se ubica en el epigastrio, un poquito arriba del ombligo.
Este es el chakra Manipúra. Con este centro entran en actividad los plexos hepático y esplénico Diez nadis emanan de este centro. El color es de fuego resplandeciente. El tattva Tejas se relaciona con él.
Con el mantram Ram-Swa se invoca a Agni, para que nos ayude a despertarlo.
Este chakra es el centro telepático o cerebro de las emociones, Las ondas mentales de las personas que piensan en nosotros, llegan al plexo solar, luego pasan a nuestro cerebro. Así pues, es una antena receptora. La glándula pineal es el centro emisor.
Por este centro se recoge toda la energía o fuerzas solares que nutren a todos los plexos del organismo humano. Con el despertar del chakra Manipúra se adquiere el dominio del fuego.
Iglesia de Tiatira o chakra Anáhata
Ubicado en la región del corazón, de color rojo vivo. Adentro de este centro hay un espacio color azabache, hexagonal. Este chakra se relaciona con Vayú, tattva del aire.
Mantram Sssssssss. Cuando se aprende a meditar en este centro se hace amo absoluto del aire y se puede disipar a los huracanes y gobernar los vientos a voluntad.
Flotar en el aire es más fácil que tomarse un vaso de agua, es sencillo. Basta con que el discípulo aprenda a meterse en el plano astral con su cuerpo físico.
Práctica
Adormézcase el discípulo ligeramente. Luego levántese de su lecho con toda suavidad, pero imitando a los sonámbulos, es decir, conservando el sueño como un tesoro preciosísimo.
El discípulo así, caminando lleno de fe, como un sonámbulo, saltará con la intención de flotar dentro del ambiente circundante. Si el discípulo logra flotar en el aire, es porque su cuerpo físico se ha metido dentro del plano astral. Entonces se podrá dirigir a cualquier punto de la Tierra a través del espacio infinito.
Así el cuerpo físico puede volar por entre el plano astral, quedando sujeto a las leyes del plano astral pero sin perder sus características.
Lo importante es tener fe, paciencia y tenacidad.
Iglesia de Sardis o chakra Vishuddha
Sardis, situada en la región de la laringe creadora, es el chakra Vishuddha.
Se relaciona maravillosamente con el tattva Ákásha, elemento éterico.
Color del tattva: azul intenso. Tiene seis hermosos pétalos, parece una luna llena.
Cuando se practica la meditación sobre este chakra, podrá sostenerse uno con el cuerpo físico aún durante la noche cósmica.
Quien medita en este centro podrá conocer el más elevado esoterismo de todos los libros sagrados y alcanzar el estado grandioso de Trikála-Jñána. En otras palabras, en alguien que puede conocer el pasado, presente y futuro.
Su mantram es Han y el yogui lo usa en plena meditación.
Los poderes son flores del alma, que brotan cuando nos hemos santificado.
Por cada paso que demos en el desarrollo de los chakras, debemos también dar mil pasos en santidad.
Con los ejercicios esotéricos apenas preparamos nuestro jardín, para que el aroma de la santidad haga florecer nuestros maravillosos chakras.
El chakra Vishuddha se relaciona con el verbo creador.
Lo más difícil en la vida es aprender a manejar la lengua. A veces, hablar es un delito y hay veces que callar es otro delito. Hay silencios delictuosos, hay palabras infames,
Iglesia de Filadelfia o chakra Ajñá
Situado entre las dos cejas. Mantram Om.
Este chakra es el de la clarividencia o visión psíquica.
El plexo de este chakra es una flor de loto que emana de la glándula pituitaria. Esta glándula es el paje y portaluz de la glándula pineal, donde está la corona de los santos, el loto de los mil pétalos, el Ojo de Dangma, el ojo de la intuición.
Hemos enseñado los mantras y prácticas de los chakras de la columna espinal, pero no debemos olvidar que los plexos también tienen sus mantras.
El poderoso mantram Fe Uin Dagj hace vibrar todos los plexos. Lo importante es prolongar el sonido de las vocales.
Las vocales I, E, 0, U, A se localizan en la forma siguiente
I – plexo frontal
E – plexo laríngeo 0- plexo cardíaco U – plexo solar
A – plexo pulmonar
El que aprende a meditar en el chakra Ájñá adquiere los 8 poderes mayores y los 32 poderes menores.
La clarividencia psíquica es una puerta abierta ante ti, pero es necesario que adquieras potencia y guardes la palabra del Señor, para que no caigas en tentación.
Iglesia de Laodicea o chakra Sahasrára.
Llamada la corona de los santos, la morada de Shiva. Corresponde a la glándula pineal.
La corona de los santos tiene doce estrellas, que son las doce facultades del alma.
En el cerebro existen veinticuatro átomos angélicos, que representan a los veinticuatro signos zodiacales, quienes resplandecen maravillosamente, abrasadoramente, cuando Devi Kundalini abre este centro.
Este chakra tiene 1,000 pétalos.
Los veinticuatro ancianos atómicos representan la sabiduría de los veinticuatro ancianos del zodíaco. Los veinticuatro ancianos del zodíaco están vestidos con ropas blancas, sentados en el trono de nuestro cerebro.
En la raíz de la nariz está el átomo del Padre, es el átomo de la voluntad.
Las siete serpientes suben por medio de la voluntad, dominando el impulso animal.
En la glándula pituitaria está el átomo del Hijo, cuyo exponente en el corazón es el átomo Nous (el Hijo del Hombre).
En la glándula pineal, dentro del chakra Sahasrára, resplandece el átomo angélico del Espíritu Santo.
El átomo del Padre gobierna o controla el cordón ganglionar pingalá, del lado derecho, por donde ascienden los átomos solares, la fuerza positiva.
El átomo del Hijo gobierna el canal sushumná, por donde ascienden las fuerzas neutras.
El átomo del Espíritu Santo gobierna el canal idá, por donde ascienden las fuerzas negativas.
Por eso se relaciona con nuestras fuerzas sexuales y con los rayos de la luna, íntimamente relacionados con la reproducción de las razas.
Cada uno de los siete chakras de la médula espinal está gobernado por un átomo angélico.
Los siete truenos son las siete notas de la Palabra Perdida, que resuenan en las siete iglesias de nuestra médula espinal.
De manera, pues, que esta escalinata es un libro abierto que nos indica el camino difícil y estrecho, que hay que recorrer para llegar a la Gran Luz.
También nos indica los profundos niveles del subconsciente, etc., etc., etc.’
Samael Aun Weor