1- Arnaldo de Villanueva, Alberto el Grande, Raimundo Lulio y muchos otros alquimistas, denominan Mercurio al Esperma o Semen.
2- No hay sino una sola materia que sirve de fundamento a la Gran Obra del Padre.
3- Esa materia prima de la Gran Obra, es el esperma denominado Mercurio por todos los alquimistas.
4- El Mercurio es el Esperma cocido de todos los metales.
5 -Dice Arnoldo de Villanueva que, según el grado de sulfuración, el Mercurio engendra los diversos metales en el seno de la Tierra.
6- Así pues, el Mercurio según el grado de cocción, viene a revestir las diversas formas metálicas.
7 -Realmente cada cosa puede ser descompuesta en sus propios elementos.
8- Con ayuda del calórico podemos descomponer el hielo en agua, porque el agua es el elemento del hielo.
9- Así pues, todos los metales de la Tierra pueden ser descompuestos en el Mercurio, porque el mercurio es la materia prima de todos los metales.
10- Este Mercurio es el Semen espermático, en el cual pueden descomponerse todos los metales, porque ese es el elemento de donde salen todas las cosas.
11- El hombre puede descomponerse en el semen, porque ese es el elemento de donde salió, y cada cosa puede ser descompuesta en los propios elementos de que está compuesto.
12- Antes de poder transmutar los metales, Hay primero que reducirlos a su materia prima.
13- Así también, antes de que el hombre pueda redimirse de sus pecados y entrar en el reino de los cielos, hay que primero reducirlo a su materia prima, para luego transmutarlo en el hombre celestial de que nos habla San Pablo.
14- Por ejemplo, si yo tengo una estatua y quiero darle a esa estatua una forma absolutamente nueva, debo primero reducir esa estatua a su materia prima, descomponiéndola en los mismos elementos de que está compuesta.
15- Luego, con esa materia prima hago la estatua en forma absolutamente nueva, y totalmente diferente.
16- Así también, si queremos transmutarnos en Hombres Celestiales, en maestros de sabiduría, debemos reducirnos al Esperma de que fuimos formados, para elaborar el YO-CRISTO, el Niño de Oro de la Alquimia Sexual.
17- “Cambia las Naturalezas y hallarás lo que buscas”.
18- Los alquimistas han dicho que nuestra bendita piedra tiene cuerpo, Alma y ESPÍRITU, y ello es así.
19- Nuestro cuerpo imperfecto es nuestro planeta individual.
20- El Alma es el fermento de la alquimia, porque durante nuestras prácticas de Magia-Sexual penetramos en mundos de tinieblas y de LUZ, en mundos de fuego y de pasión, de los cuales hemos de sacar la LUZ del Espíritu.
21- Hay que sacar lo sutil de lo espeso, y lo seco de lo húmedo, es decir, separar las aguas de las aguas, para que se descubra la seca.
22- Esta “seca” es nuestra Tierra Divina, nuestro Universo interno, sacado de las aguas de la vida.
23- El Espíritu se convierte en cuerpo, y el cuerpo en Espíritu.
24- Con ello queremos decir que el Semen de transforma en espíritu, y que el Espíritu se seminiza.
25- Todo el magisterio del fuego se realiza con el agua del PADRE.
26- Esta agua bendita disuelve todos los metales de la tierra, disuelve todos los metales del Universo Hombre, calcina y reduce todas las cosas a sus elementos primitivos, para hacerlas nuevamente en formas más perfectas, puras e inefables.
27- Esta agua divina limpia, y blanquea todas las cosas.
28- “El Azoth y el fuego limpian el latón, es decir, le lavan y le despojan por completo de su negrura” (Semita Semitae, de Villanueva).
29- El agua de nuestro Caos une los principios más diferentes, con tal de que hayan sido primero disueltos en el Semen, es decir, en el agua de que están formados.
30- Esta unión caótica es eternamente inseparable.
31- Cristo, el divino Rabí de Galilea, la primera enseñanza que nos dio fue transmutar el agua en vino.
32- La primera enseñanza de nuestro divino Maestro fue Alquimia-Sexual.
33- Cristo transmutó el agua en vino, en las bodas nupciales de Canaán.
34- El Divino Maestro al abrir el Sendero de la Iniciación para todos los seres humanos, la primera enseñanza que nos dio fue de Alquimia Sexual.
35- Hay que transmutar el agua en vino de Luz del Alquimista, para realizarnos a fondo como Maestros del Mahamvantara.
36- Por estos tiempos de Teosofismos, Rojismos, Cherenzismos, Parsivalismos, Pseudo-Rosacrucismos, etc., se viene hablando mucho de la sublimación sexual, y los ignorantes sin experiencia creen que pueden sublimar fuerzas impuras, sin reducirlas antes a la materia prima de la Gran Obra.
37- Esas gentes quieren sublimar fuerzas impuras, sin reducirlas antes a la materia prima de la Gran Obra.
38- Por eso han fracasado todos esos timoratos espiritualistas que comen en la mesa de Jezabel, y se alimentan con comidas ofrecidas a los ídolos.
39- Si queremos transmutar o sublimar nuestras fuerzas sexuales, debemos primero ser castos, y no derramar ni una sola gota de semen.
40- Debemos reducir todos los elementos a su materia prima, para luego transmutarlas.
41- Si queremos sublimar nuestras bajas pasiones, debemos primero ser castos para reducir todos nuestros metales al semen caótico, y luego transmutarlos en el YO-CRISTO, en el Niño de Belén, en el Niño de Oro de la Alquimia-Sexual.
42- Ningún fornicador puede transmutar su personalidad inferior en el Oro del Espíritu.
43- Ningún fornicador puede transmutar su personalidad pecadora en hombre celestial.
44- Por ello es que han fracasado todos esos fornicadores, todos esos incircuncisos, todos esos sátiros del Espiritualismo.
45- No se puede sublimar, no se puede transmutar, sin reducir primero nuestra vieja personalidad al semen de que se formó.
46- “Cambia las Naturalezas, y hallarás lo que buscas”.
47- Nuestra agua mortifica, emblanquece, limpia y da vida.
48- Nuestra agua primero se vuelve negra, luego roja, y luego de distintos colores.
49- “Así es como nuestro Magisterio esta casado de uno, se hace con uno, y se compone de cuatro y tres están en uno” (Semita Semitae, de Villanueva).
50- Es decir, el magisterio es sacado del hombre, se hace en el hombre, se compone de los cuatro elementos y el cuerpo, y el Alma, y el Espíritu, se reducen todos al Semen.
51- Nuestra bendita piedra es corporal y Espiritual.
52- Nuestra bendita piedra es Espiritual en su sustancia, y el Espíritu se ha hecho corporal en ella por la unión con el cuerpo.
53- “Los unos la llaman fermento, los otros, bronce” (Villanueva).
54- Morienus dice: “La ciencia de nuestro magisterio es un todo comparable a la procreación del hombre. Primeramente el coito. En segundo lugar, la concepción. En tercero, la inhibición. En cuarto el nacimiento. En el quinto, la nutrición o alimentación”.
55- Nuestro esperma se une a nuestro organismo llamado por los alquimistas medioevales: Tierra-Madre, y esa unión del semen es lo que se llama coito en alquimia-sexual.
56- Esa unión del semen con nuestro organismo, es el coito del Alquimista.
57- Esa transmutación sexual durante el trance de Magia-Sexual, haciendo subir el semen hasta el Cáliz del cerebro en lugar de derramarlo, es el coito de los Alquimistas Medioevales.
58- Mechardus, dijo: “Si nuestra Piedra no es puesta en la Matriz de la Hembra, a fin de que sea nutrida, no crecerá”.
59- Ahora bien, esa Matriz de la Hembra de que habla Mechardus, es nuestra tierra madre, nuestro propio organismo humano.
60- Si nosotros arrojamos esa piedra de nuestra Matriz divinal, entonces podremos engendrar hombres condenados a la muerte, pero no podríamos engendrar el Rey coronado con la diadema Roja, el Rey SOL de la Alquimia Sexual.
61- Cuando nuestro organismo ha retenido su Semen, se dice que hubo concepción.
62- Cuando, nosotros aseguramos que el macho debe actuar sobre la hembra, queremos afirmar el contacto sexual con la mujer, y el semen actuando sobre la tierra, es decir, transmutándose dentro de nuestro propio laboratorio orgánico para convertirse en LUZ y FUEGO.
63- Nuestro magisterio es Masculino y Femenino a la vez.
64- Cuando los jugos sexuales son asimilados por nuestros organismos después de retirarnos de la hembra, decimos que hay inhibición.
65- Después el fermento se coagula dentro de nuestro imperfecto cuerpo, y entonces decimos que hay concepción.
66- Luego viene el nacimiento de nuestro Rey.
67- La Turba dice: “Honrad a nuestro Rey saliendo del fuego, coronado con una diadema de Oro, obedecedle hasta que haya llegado a la edad de la perfección, alimentadle hasta que sea grande. Su padre es el Sol, su madre es la Luna; la Luna es el cuerpo imperfecto. El Sol es el cuerpo perfecto”.
68- Por último viene la alimentación.
69- El Rey Sol se alimenta de su propia leche.
70- Esa leche es el Esperma que lo engendro.
71- Cuanto mejor alimentado esté, tanto mejor, porque entonces crecerá rápidamente y se fortificará y robustecerá en forma total.
72- Así pues, “Cambia las naturalezas y hallarás lo que buscas”.
Samael Aun Weor