Querido Discípulo:
Hoy hemos llegado a la Constelación de Acuario, y tenemos que ser francos.
La Cristificación se va realizando por partes, cuerpo por cuerpo. Lo primero que se Cristifica es el Alma-Conciencia, que extraemos del Cuerpo Físico mediante el Kundalini de dicho cuerpo, para enriquecer el Alma-Espíritu o Cuerpo Buddhico.
Un Cuerpo Buddhico Cristificado y Estigmatizado se fusiona con el Íntimo inevitablemente.
Luego viene la Cristificación y Estigmatización del Cuerpo Etérico. Se realiza mediante el proceso del progreso, evolución y ascenso del Kundalini del “Cuerpo Etérico”.
Cada cuerpo tiene su Sistema Nervioso “Cerebro-Espinal”, su Médula y su Kundalini propio.
Cada cuerpo es un organismo completo. Son pues, Siete Cuerpos, Siete Médulas y Siete Kundalinis.
Cuando después de difíciles esfuerzos y terribles y dolorosas pruebas, hemos logrado el ascenso total del dorado Kundalini del Cuerpo Etérico, entonces brilla el Sol del Padre entre la Lluvia de la Noche, y la Estrella de Cinco Puntas sobre la cabeza del Sabio indica que fue aprobado en todas las dolorosas pruebas.
Luego se le fija la fecha de la Segunda Iniciación de Misterios Mayores al Sabio, y éste entra feliz y victorioso en el Templo para recibir la Segunda Iniciación de Misterios Mayores.
Esta Iniciación le confiere el poder de viajar en Cuerpo Etérico a través de todos los Planos Cósmicos.
El Kundalini del Cuerpo Etérico abre todas las facultades del Cuerpo Etérico. El extracto anímico del Cuerpo Etérico va siendo absorbido por el Íntimo poco a poco.
Luego viene la Cristificación y Estigmatización del Cuerpo Astral. El Kundalini del Cuerpo Astral es del color del “rayo” y despierta bajo la dirección de un especialista.
El Kundalini del Cuerpo Astral nos abre los Chakras del Cuerpo Astral. Así pues, el desarrollo pleno y total de los Chakras del Cuerpo Astral, sólo se consigue con el Tercer Kundalini, que es el Kundalini del Cuerpo Astral.
El ascenso del Kundalini del Cuerpo Astral por el fino hilo del canal de Susumná, perteneciente a la Médula del Astral, es una labor sumamente ardua y difícil, porque para ganarse cada “Cañón” del Astral, hay que soportar y vencer las tentaciones más terribles e indescriptibles.
Cuando ya hemos conseguido el ascenso total del Kundalini del Cuerpo Astral, entonces viene la Tercera Iniciación de Misterios Mayores, y todas las Ruedas o Discos Magnéticos del Cuerpo Astral del Sabio quedan totalmente abiertas y resplandecientes.
Más tarde viene la Cristificación de la Mente, que nos convierte en Arhat. Esta labor se realiza mediante el Kundalini del Cuerpo Mental, que es el Cuarto Kundalini.
La Quinta Serpiente Pertenece al Cuerpo Causal o Manas Superior, de donde luego extraemos el Alma Humana para fusionarla con el Maestro Interno, y así el Septenario lo sintetizamos en la tríada de “Atman-Buddhi-Manas”.
Las Dos Serpientes Superiores pertenecen al Cuerpo Buddhico y al Cuerpo “Atmico”, y ellas nos confieren la suprema Felicidad y Sabiduría del Nirvana.
Las Iniciaciones Octava y Novena de Misterios Mayores son prácticamente Macrocósmicas. Lo importante pues, reside en la “Cristificación” de los Siete Cuerpos, y todo el secreto en el miembro viril y en la “Vulva”.
Del Semen se levanta el Fuego del Espíritu-Santo, que nos convierte en Dioses, pero el fuego del Espíritu-Santo tiene siete grados de poder, que son los Siete Grados de Poder del Fuego.
Todas las narraciones simbólicas de los libros espiritualistas, cuando nos hablan de la “Iniciación”, son totalmente alegóricos, porque nunca jamás, nadie, antes de mí, había descorrido el velo de los Siete Grados de Poder del Fuego.
Hasta hace poco, la mayor parte de los espiritualistas pensaban que al despertar el Kundalini, éste ascendía instantáneamente hasta la cabeza y que el hombre de hecho quedaba unido con su Íntimo o Dios Interno, instantáneamente, y convertido en Mahatma. ¡Qué cómoda! Que cómoda imaginaban la Alta Iniciación todas esas gentes teosofistas, rosacrucistas y espiritistas, etc.
A mí me ha tocado rasgar el Velo de la Cristificación, y por eso hablo claro, para que me entiendan.
El ascenso de cada uno de los Siete Kundalinis es lento y difícil. Cada Cañón o Vértebra representa determinados Poderes Ocultos, y por ello la conquista de cada Cañón cuesta terribles pruebas.
Son Siete Culebras y Siete Portales terribles. Y a través de esos Siete Portales sólo reina el terror de Amor y Ley. No sólo hay que matar el Deseo sino el conocimiento mismo del Deseo. Todo el secreto del Poder reside en el Sexo.
La Fuerza Sexual es sólo “una”, “única” y de carácter absolutamente Universal, cuyo depósito principal reside en el “Absoluto”.
Al iniciarse el Mahamvantara, esa Fuerza se expresa a través de los Siete Grados de Poder del Fuego, y esos Siete Grados de Poder del Fuego residen en nuestros Siete Cuerpos, y son nuestros Siete Kundalinis, que tenemos que despertar, uno tras otro, en orden sucesivo, a través de los Siete Portales. Por ello el Buddha dijo: “¡Oídme bien oh mendicantes, que en cada Buddha humano hay Siete Buddhas!”. Estos son los Siete Extractos Anímicos de los Siete Cuerpos y las Siete Culebras.
Los órganos sexuales de todas las especies vivientes, son tan sólo los instrumentos de esa Fuerza Sexual Única y Universal.
En la Magia Sexual está la clave de todos los Imperios y la llave de todos los Poderes.
Tenemos que levantar nuestra Culebra Metálica, o mejor diríamos, nuestras Siete Culebras sobre la Vara, tal como lo hizo Moisés en el desierto y así nos convertiremos en terribles Potestades del “Nirvana Feliz”.
El signo de Acuario gobierna las pantorrillas. Los brasileños llaman a las pantorrillas “ventres das pernas” o “matriz das pernas”. Traducido al español significa: “vientre de las piernas” o “matriz de las piernas”.
Los hombres hermafroditas primitivos se reproducían por “esporas”, y esas esporas se desprendían de las pantorrillas. Las pantorrillas son extremadamente eróticas, y por ello es que todo hombre se siente atraído sexualmente hacia la mujer que tiene bonitas pantorrillas. Allí se encuentran las fuerzas terrestres y celestes, combinándose mutuamente.
Durante este signo se hará la siguiente práctica:
El discípulo sobándose las pantorrillas de abajo hacia arriba, orará así:
“¡Fuerza pasa! ¡Fuerza, pasa!; penetra en mi organismo; corriente que viene de abajo, asciende a uniros con tu hermana, la corriente que viene de arriba, del Cielo, de Urania”.
Luego el discípulo se entregará a la Meditación Interna, rogando a su “Íntimo” que se adentre en los Templos Siderales de Acuario, para que os traiga a los Genios de esa Constelación a fin de lograr la Iluminación.
Acuario es casa de Urano, y este planeta trae la Castidad, la Originalidad del “Genio”, la Sabiduría. Los nativos de Acuario son independientes y poseen gran fuerza de voluntad; son intuitivos y gustan de viajar mucho; aman la Ciencia y la Sabiduría. Tienen disposición para las Ciencias Naturales.
Fraternalmente, el Maestro de Vuestra Clase: AUN WEOR.