Toda teoría es gris, y sólo es verde el árbol de dorados frutos que es la vida. Goethe.
Gnosis significa conocimiento, sabiduría. La Gnosis es el conocimiento de una sabiduría trascendental y transformativa que enseña a la humanidad a ver, oír y palpar todas las cosas que hasta el momento se señalaban como grandes misterios y enigmas.
La Gnosis es una verdadera escuela científica de iniciación en la vida, que persigue una transformación del ser humano, pretende que cada hombre cambie desde sus principios básicos y costumbres, que se convierta en verdadero hombre.
La Gnosis en sí pretende que cada hombre tenga un espíritu vasto y lúcido que intente establecer un nuevo orden racional científico en las costumbres generales del Vivir, inspirándose en las leyes inmutables de la naturaleza.
El conocimiento de la ciencia gnóstica abarca los cuatro pilares del saber humano: Ciencia, Arte, Filosofía y Mística.
La gnosis con un estilo de vida, como una filosofía mística se fundamenta sobre una concepción racional y científica del universo.
El gnosticismo aparece en épocas de crisis, de perturbación social y espiritual, como una corriente ideológica importante para que el ser humano alcance una transformación física, psíquica, social y espiritual, que le permita conocerse a sí mismo, conocer sus propios defectos y errores, que lo conducen prematuramente a la vejez, a la tumba, a la desintegración.
Esta sabiduría la encontramos en los Misterios de Mitra, de Eleusis, en el Hermetismo, en los Misterios de Dionisio, de Hécate, de la Gran Madre, de Serapis, de Cibeles, de Isis, también en el Orfismo y el Pitagorismo, en los libros egipcios y tibetanos.
La gnosis se desarrolla en el seno del cristianismo conociéndose como el cristianismo primitivo o cristianismo esotérico, para luego disolverse en innumerables sectas, las cuales se fueron convirtiendo en sociedades secretas a medida que el esoterismo se fue haciendo más fuerte.
Cuando el hombre comienza a observarse detenidamente a sí mismo, desde el ángulo de que no es UNO sino muchos, obviamente ha iniciado el trabajo serio sobre su naturaleza interior.
La gnosis da la metodología y enseña el “modus operandi” mediante el cual puede uno ser asistido por fuerzas superiores a la mente.
En la antigüedad se decía: “Hombre, conócete a ti mismo y conocerás el universo”, que se formula con la síntesis de todas las teorías, es el conocimiento superior.
Es claro que en esto suelen haber hoy raras excepciones que tenemos que buscar con la linterna de Diógenes; esos casos raros están representados por los hombres verdaderos: Buddha, Jesús, Hermes, Quetzacoatl, etc.
El hombre-máquina es la bestia más infeliz que existe en este valle de lágrimas, pero él tiene la pretensión y hasta la insolencia de auto titularse “rey de la naturaleza”. “Noce Te Ipsum”. “Hombre conócete a ti mismo” ésta es una antigua máxima de oro escrita sobre los muros de Delfos en la Antigua Grecia.
El hombre, ese pobre animal intelectual, que se califica equivocadamente de hombre, ha inventado millares de máquinas complicadísimas y difíciles y sabe muy bien que para poder servirse de una MAQUINA, necesita a veces de largos años de estudio y aprendizaje pero en cuanto se trata de sí mismo, se olvida totalmente de este hecho, aunque él mismo sea una máquina más complicada que todas las que ha inventado.
No hay hombre que no esté lleno de ideas totalmente falsas sobre sí mismo, lo más grave es que no quiere darse cuenta de que realmente es una máquina.
La máquina humana no tiene libertad de movimientos, funciona únicamente por múltiples y variadas influencias interiores y choques exteriores. Todos los movimientos, actos, palabras, ideas, emociones, sentimientos, deseos, de la máquina humana son provocadas por influencias exteriores y por múltiples causas interiores extrañas y difíciles.
El animal intelectual es un pobre títere parlante con memoria y vitalidad, un muñeco viviente que tiene la tonta ilusión de que puede hacer, cuando en realidad de verdad nada puede hacer.
Imaginad que ese muñeco puede cambiar de dueños a cada momento. Debéis imaginar que cada dueño es una persona distinta, tiene su propio criterio su propia forma de divertirse, sentir, vivir, etc… etc… Un dueño cualquiera queriendo conseguir dinero apretará ciertos botones y entonces el muñeco se dedicará a los negocios, otro dueño, media hora o varias horas después tendrá una idea diferente y pondrá a su muñeco a bailar y a reír y un tercero lo pondrá a pelear, un cuarto lo hará enamorar de una mujer, un quinto lo hará enamorar de otra, un sexto lo hará pelearse con un vecino y creará un problema de policía, y un séptimo le hará cambiar de domicilio.
Así el pobre animal intelectual, querido lector, un muñeco mecánico como el de nuestro ejemplo, cree que hace cuando en realidad nada hace, es un títere de carne y hueso controlado por una legión de entidades energéticas sutiles que en su conjunto constituyen eso que se llama Ego, Yo Pluralizado, Satán, Yo Psicológico o Defectos.
Samael Aun Weor – El Despertar del Hombre