Capítulo 59 – CHESED

CHESED en sí mismo es el Intimo; según los Indostaníes Atman. Dicen que Chesed está gobernado directamente por Júpiter y nada más. Eso es falso, el Intimo es MARCIANO, Guerrero, Luchador, esto no lo aceptan muchos Kabalistas y pueden considerarlo hasta absurdo. Pero quien tenga experiencia directa sobre Chesed, sabe muy bien que Chesed es Guerrero; es el Intimo el que tiene que estar en lucha a muerte contra las tinieblas, que tiene que luchar duro por su propia Auto- Realización Intima, que está en batalla. Es obvio que tenga algo de Jupiteriano porque puede empuñar el Cetro de los Reyes, no lo niego, pero que sea única y exclusivamente Jupiteriano, eso es falso.

ATMAN, es nuestro Intimo, nuestra Seidad Divinal, ese Séptimo Principio que hay en los Seres pero que los humanos no lo tienen.

Para fusionarse con Atman se requiere de la siguiente experiencia: Salir en Cuerpo Astral abandonándose el Cuerpo Físico. Se despoja del Cuerpo Astral ordenándole: “sal fuera de mí”, para esto se requiere voluntad y el Cuerpo Astral sale por la columna vertebral y quedamos en el Mundo de la Mente.

Después se despoja del Cuerpo Mental ordenándole “Cuerpo de la Mente sal fuera de mí”, esto se lo realiza con un acto de voluntad y se queda con el Cuerpo Causal a quien también se le ordena salir, esto también requiere un gran esfuerzo. El CUERPO DE LA VOLUNTAD CONSCIENTE trabaja mejor, y se le ordena salir y abandonar las 33 vértebras, quedando con el Cuerpo Búdhico o Intuicional, él es muy obediente y también se le ordena salir quedando en el Mundo de Chesed, de Atman, el Inefable.

En el Mundo de Atman se siente uno un Hombre Completo, aquí el Animal Intelectual no es Hombre. El Iniciado se siente lleno de inmensa plenitud, ahí ese mundo es “Real Hombre” en el sentido más objetivo.

Su parte negativa es el Mundo Físico, el Mundo de Atman es un estado positivo. Ahí se ve una ciudad en su forma más real, pues ahí una mesa se ve por todas partes, por arriba, por abajo, por dentro, por fuera; igual sucede con una montaña. En una cocina se ve de cuántos átomos está formado un cubierto, cuántas moléculas contiene el pan o la carne que uno se va a comer. No solamente percibimos sólidos en forma íntegra, sino además hipersólidos, incluyendo la cantidad exacta de átomos que en su conjunto constituyen la totalidad de cualquier cuerpo.

Si el estudiante no está preparado se decepciona porque se encuentra en un mundo con el más crudo realismo, éste es el Mundo de las Matemáticas. Ahí se ve el Drama de la Naturaleza, ahí uno es espectador de la Naturaleza. El Mundo de las Matemáticas es el Mundo de Atman.

Quien piensa, es la Mente, no el Intimo. La Mente Humana en su actual estado de evolución, es el animal que llevamos dentro.

El concepto de Descartes: “Pienso luego existo” es completamente falso, porque el Hombre Verdadero es el Intimo, y el Intimo no piensa porque sabe. Atman no necesita pensar, porque él es Omnisciente.

Nuestro Intimo es Sí, Sí, Sí. La Sabiduría de nuestro Intimo es Sí, Sí, Sí. El Amor de nuestro Intimo es Sí, Sí, Sí.

Cuando nosotros decimos: “Tengo hambre, tengo sed”, etc., estamos afirmando algo absurdo, porque el Intimo no tiene hambre ni sed, quien tiene hambre y sed es el Cuerpo Físico. Lo más correcto es decir: “mi cuerpo tiene hambre, mi cuerpo tiene sed”.

Lo mismo sucede con la Mente, cuando decimos: “Tengo una Fuerza Mental poderosa, tengo un problema, tengo tal conflicto, tengo tal sufrimiento, se me ocurren tales pensamientos”, etc., estamos afirmando entonces errores gravísimos, porque esas son cosas de la Mente, no del Intimo.

EL HOMBRE VERDADERO ES EL INTIMO, él no tiene problemas, los problemas son de la Mente.

El Intimo debe azotar a la Mente con el terrible látigo de la Voluntad.

El hombre que se identifica con la Mente, cae en el Abismo.

La Mente es el burro en que debemos montar para entrar a la Jerusalém Celestial.

Debemos mandar a la Mente así: “Mente retírame ese problema, Mente retírame tal deseo, etc. No te lo admito, soy tu Señor y tú eres mi esclava hasta la consumación de los siglos”.

¡Ay! del hombre que se identifica con la Mente, porque pierde el Intimo, y va a parar al Abismo.

Aquellos que dicen que todo es Mente, cometen un gravísimo error, porque la Mente es tan sólo un instrumento del Intimo.

Todas aquellas obras que tienden a identificar al hombre con la Mente, son legítima Magia Negra, porque el Verdadero Hombre no es la Mente.

No debemos olvidar que los Demonios más sutiles y peligrosos que existen en el Universo, residen en el Mundo Mental.

EL INTIMO le dice a la Mente así: “No digas que tus ojos son tus ojos, porque yo a través de ellos veo. No digas que tus oídos son tus oídos, porque yo a través de ellos oigo. No digas que tu boca es tu boca, porque yo a través de ella parlo. Tus ojos son mis ojos. Tus oídos son mis oídos. Tu boca es mi boca”.

En los Mundos Internos, podemos arrojar fuera de nosotros el Cuerpo Mental para conversar con él, frente a frente, como una persona extraña.

Entonces comprendemos a fondo que la Mente es un sujeto extraño, que debemos aprender a manejar con el látigo terrible de la Voluntad.

“LA GUARIDA DEL DESEO ESTÁ EN LA MENTE”.

El Intimo es el Verdadero Hombre que vive encarnado en todo cuerpo humano, y que todos llevamos crucificado en nuestro corazón.

Cuando el hombre despierta de su sueño de ignorancia, entonces se entrega a su Intimo. Este se une con el Cristo y el hombre se hace todo poderoso como el Absoluto de donde emanó.

El Intimo es Dios en el hombre. El hombre que ignora esta gran verdad es sólo una sombra, la sombra de su Intimo.

El Símbolo del Intimo es la ESTRELLA DE CINCO PUNTAS, la Pirámide, la Cruz de brazos iguales, el Cetro.

Samael Aun Weor

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