Quien quiera hacerse clarividente debe reconquistar la infancia perdida. Los átomos de la infancia viven sumergidos en nuestro universo interior, y hay necesidad de ponerlos nuevamente a flote para adquirir la divina clarividencia.
Esta labor se puede realizar mediante el verbo. Vocalice los siguientes mantrams:
Maaaaaaaaa Maaaaaaaa Paaaaaaa Paaaaaaaa
Se cantan estos mantrams haciendo subir la voz con la primera sílaba de cada palabra, y haciéndola bajar con la segunda sílaba de cada palabra. Entonces el niño que vive sumergido en nosotros surge a la existencia nuevamente, y así nos volvemos clarividentes. Esta enseñanza me la entregó el ángel AROCH, para los discípulos. Estos ejercicios de vocalización se practican diariamente.
Samael Aun Weor