Visitantes, que esta noche nos han honrado con su presencia; hemos escuchado las palabras deliciosas del poema, en boca de una poetisa extraordinaria, y gran declamadora; hemos oído resonar los instrumentos musicales de nuestro México querido, aquí, en Guadalajara (nosotros, los Mexicanos, nos entusiasmamos con las notas de esta ciudad); hemos presentado mi obra titulada “Omar”…
Esta obra ha sido escrita en forma alegórica, simbólica. Podría estar condensada en el Drama viviente de nuestro señor Quetzalcóatl, el Cristo Mexicano; podría también ser expresada en un lenguaje de un Krishna, y hasta en el lenguaje delicioso del Gran Kabir Jesús, el Cristo…
Ahí está la salida del Edén, la Muerte Espiritual de aquél que come de aquel fruto prohibido, que se le dice en el Edén: “¡No comeréis!”…
La Doctrina de la Reencarnación representada por Omar en distintos países de la Tierra: Tíbet, China, México, etc. La Resurrección de Omar entre gritos de niños inocentes, y música mexicana…
He ahí, pues, un drama, que de vida en vida, viene del oriente hasta el occidente, y de nuevo toma cuerpo en México para decir: “¡Viva México!”…