Práctica #21
Ha llegado la hora de aprender a resolver problemas. Existen muchos problemas: económicos, sociales, morales, políticos, religiosos, familiares, etc., y nosotros debemos aprender a resolverlos inteligentemente. Lo más importante para la solución de todo problema es no identificarse con el mismo. Uno tiene cierta tendencia a identificarse con el problema y es tanta la identificación que de hecho nos convertimos en el problema mismo. El resultado de semejante identificación es que fracasamos en la solución porque un problema no puede resolver jamás otro problema.
Para resolver un problema se necesita muchísima paz y quietud mental. Una mente inquieta, batalladora, confundida, no puede resolver ningún problema.
Si Ud. tiene un problema muy grave no se identifique con el problema, no se convierta Ud. en otro problema. Retírese a cualquier lugar de esparcimiento sano: un bosque, o un parque, o la casa de un amigo muy íntimo, etc. Distráigase con algo distinto, escuche buena música, y luego con su mente tranquila y quieta, estando en perfecta paz, trate de comprender profundamente el problema, recordando que la solución de todo problema está en el problema mismo.
Samael Aun Weor – Indroducción a la Gnosis