Que algunos individuos sagrados se equivocaron e implantaron en la naturaleza del ser humano el abominable ÓRGANO KUNDARTIGUADOR. Pero, ¿cómo haríamos nosotros para poder ser Santos? Habrá que implantar en el organismo humano otro órgano como el del Kundartiguador, pero que sea positivo, luminoso, antitético, opuesto al Kundartiguador.
Existe, y es la Kundalini, la misma palabra lo dice Kunda-Lini: “Kunda”, nos recuerda el abominable Órgano Kundartiguador, “Lini”, significa fin, fin del abominable Órgano Kundartiguador.
Esto es, ascendiendo la Serpiente Kundalini, el abominable Órgano Kundartiguador queda reducido a polvareda cósmica.
En el Génesis, aparece la serpiente tentadora del Edén, la horrible Pitón con siete cabezas, que se arrastraba por el lodo de la tierra, y que Apolo irritado hirió con sus dardos; ese es el abominable Órgano Kundartiguador.
Mas también aparece en la sabiduría antigua a Moisés, la serpiente de bronce que se enroscaba en la Tao o Lingam generador esa es la KUNDALINI.
Gurdjieff comete el error de confundir a la Kundalini con el Kundartiguador, a la serpiente que sube con la que baja, atribuye a la que sube todos los siniestros poderes tenebrosos de la serpiente descendente; he ahí su error. De ahí la causa por la cual sus discípulos no lograron disolver los Yoes. Esa fue su gran equivocación. A base de mera comprensión no es posible disolver los Yoes. No niego que con el cuchillo de la Conciencia, comprendiendo vivamente cualquier Yo, podamos separarlo de sí mismos, de nuestra psiquis; pero eso mis queridos hermanos no es suficiente.
Cualquier Yo separado de nuestra psiquis continuará vivo, no se resignará a permanecer lejos de casa, intentará una y otra vez volver a ocupar su lugar, se convertirá en un demonio tentador.
Hay que desintegrar el Yo, que con el cuchillo de la Conciencia hayamos separado de sí mismos.
Y nadie puede desintegrarlos, con otro poder que no sea con el poder de la Divina Madre Kundalini. Sólo ella puede reducirlo a ceniza, a polvareda cósmica.
Así pues lo fundamental, mis queridos hermanos, es morir en sí mismos, definitivamente, para poder abrir la mente interior, y gozar de la razón objetiva, que es cognición verdadera de lo Real, experiencia íntima del Ser, visión Búdica trascendental, divinal, más allá del cuerpo, de los afectos, y de la mente subjetiva.
A medida que ustedes vayan digiriendo todo esto, irán comprendiendo también la necesidad de vivir alertas y vigilantes como el vigía en época de guerra, trabajando siempre en forma constante.
Así como están, como se encuentran en estos precisos momentos, ustedes no sirven para nada.
Tienen una creación equivocada, manifestándose a través de una falsa personalidad. Espiritualmente están muertos, no tienen realidad ninguna. Así como están todos ustedes, deben dejar de existir, porque si continúan existiendo así como están, tendrán que ingresar en la involución mineral de las entrañas de la tierra. Así como están, están muertos espiritualmente, no poseen la razón objetiva del Ser, no han conseguido la iluminación. Yacen como sombras entre las profundas tinieblas.
¿Cuál es la realidad de ustedes? Sombra y nada más que eso, sombra. Necesitan abrir la mente interior, y para ello tienen que dejar de existir, como míseras sombras; tienen que volverse despiadados consigo mismos. Porque hoy por hoy ustedes se quieren mucho a sí mismos, se autoconsideran demasiado. Pero, ¿qué es lo que ustedes quieren?, ¿a su querido ego, su desnudez, su miseria interior, las tinieblas en que se hallan?, ¿eso es lo que ustedes quieren tanto? ¡No, hermanos! Reflexionen, profundamente, reflexionen.
Deben dedicarse a trabajar intensamente sobre sí mismos, deben comprender el proceso de la lujuria que es el peor enemigo de la eliminación del Ego, el peor enemigo de la disolución.
¿Quién no la tiene?, ¿quién no la ha tenido? Sin embargo hay que reducirla a cenizas.
¿Algún hermano tiene algo que preguntar? Habla hermana.
Discípula. Venerable, a Gurdjieff le llaman Maestro. ¿Él trabajó en la Novena Esfera, o sólo trabajó en la disolución del Ego?
– Maestro. Trabajó en la Novena Esfera, fabricó los Cuerpos Existenciales Superiores del Ser, pero no logró la disolución total del Ego, porque rechazó a su Divina Madre. ¿Cómo puede disolver el Ego, el hijo ingrato? El hijo ingrato no progresa en estos estudios. Primero que todo, antes de llegar al Padre, tenemos que llegar a la Madre, ¡eso es obvio!
¿Algún otro hermano tiene algo que preguntar en relación con esto?
– Estudiante. Maestro, ¿por qué siendo Gurdjieff discípulo suyo, no conocía que el único camino para la disolución del Ego, era con la Divina Madre Kundalini?
– Maestro. Se ha olvidado de su Madre. En antiguas existencias estuvo bajo mi instrucción, pero en su existencia última, pues él como quiera que estaba lejos de mí, se olvidó también de su Divina Madre. Ése fue su error ¡ése! Sin ese poder fohático, nadie puede desintegrar los agregados psíquicos, si no por sí solos no logra nada. El cuchillo de la Conciencia permite a uno separar a los Yoes que ha comprendido, separarlos de su psiquis, pero eso no significa disolución, repito, tales Yoes lucharán incesantemente, por volver a acomodarse dentro de la máquina orgánica.
¿Hay algún otro hermano que tenga algo que preguntar? No quiero que ustedes no pregunten, sino que pregunten; porque si uno no pregunta, no ha comprendido. Hay veces que es necesario preguntar. Parsifal en su primera llegada al castillo de Montsalvat, del Monsalvat trascendente, no llegó a ser Rey del Grial, por no haber preguntado, el porqué de los dolores de Amfortas. De manera que hay que siempre preguntar… Habla, hermano.
– Estudiante. Maestro, ¿cuántos procesos se requieren para llegar a adquirir la razón objetiva del Ser?
– Maestro. Para llegar a la razón objetiva hay seis grados. Obviamente la razón objetiva tiene seis grados, pero el más elevado de los seis grados, pertenece al Sagrado Anclad y se encuentra a tres pasos de la infinitud que todo lo sustenta, ¿para cuantos procesos dices? Tienes que primero morir completamente en ti mismo, si no desintegras el Ego, no desarrollas la razón objetiva. Pero a medida que vas avanzando profundamente en la destrucción del Mí mismo, la razón objetiva del Ser, se va abriendo.
Cuando logres el ciento por ciento de disolución del Ego, la razón objetiva del Ser en tí mismo habrá llegado a la plenitud de la perfección; entonces estarás iluminado, iluminado absolutamente y conocerás por experiencia vivida, directa, todos los misterios del Universo. Nada ignorarás y tendrás todos los poderes del cosmos. Esto está más allá de los chakras, los chakras, repito, no son sino pálidas lumbres ante la luz del sol.
Samael Aun Weor
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