La serpiente indica claramente al fuego sagrado que, subiendo por la espina dorsal del iniciado, le confiere poderes, etc.
Tenemos siete cuerpos y cada uno tiene su propia serpiente o fuego sagrado; dos grupos de a tres con la coronación sublime del uno. Las serpientes del fuego nos transforman completamente. También están las siete serpientes de luz.
El corazón es el templo de la serpiente-pájaro. No solamente necesitamos levantar las serpientes de cada cuerpo, sino ser devorados por la serpiente para convertirnos en serpientes pájaros o serpientes emplumadas. Sólo con el amor y la magia sexual se logra.
Cuando la serpiente llega al corazón, se reciben las alas ígneas y nos convertimos en serpientes emplumadas.
Samael Aún Weor