Todos somos títeres de lo Yoes, egos, demonios o defectos. Por todas partes se oyen lamentos, guerras, sangre, pestes, fusilamientos, raptos, asesinatos, etc. Este es el castigo actual de la humanidad. La humanidad entera es manejada como un títere, controlada por los egos. Ellos matan, roban, violan, mienten, etc., y después de los actos, su conciencia embotellada empieza a llorar y la persona que sirvió como instrumento de la acción cuenta que no supo a que horas se embruteció.
El cerebro es el órgano transmisor, el órgano que recibe las órdenes y las distribuye al cuerpo según el defecto que domina nuestra mente en ese momento.
Es el cerebro el centro control del cuerpo físico. Del 100 por ciento de órdenes que emite el cerebro al cuerpo físico, el 99 por ciento son controladas por el Yo Psicológico.
Raras veces el hombre ha recibido un llamado de piedad, de amor, de armonía, cuando tenemos esas inquietudes de amor por algún momento, es porque el Real Ser Crístico dentro de nosotros, o la pequeña porción de conciencia (que es solo el 3 por ciento) que tenemos, ha penetrado en ausencia de los Yoes, al cerebro para darnos una señal de auxilio. Damos un aliento de Paz, pero, esto no dura mucho, puesto que el Yo es tan perverso que no permite que nos demos cuenta de que existe una poderosa molécula crística dentro de nosotros.
Samael Aun Weor