Desde los mismos bancos de escuela los alumnos y alumnas deben comprender en forma integra eso que se llama Amor.
El Miedo y la Dependencia suelen confundirse con el Amor, mas no son Amor.
Los alumnos y alumnas dependen de sus padres y maestros, y es claro que les respetan y temen a la vez.
Los niños y niñas, los jóvenes y señoritas, dependen de sus padres para aquello del vestido, la comida, el dinero, el albergue, etc., y a todas luces resulta claro que se sienten protegidos, saben que dependen de sus padres y por ello les respetan, y hasta les temen, pero eso no es Amor.
Para muestra de lo que estamos diciendo, podemos verificar con entera exactitud, que todo niño o niña, joven o señorita, le tienen más confianza a sus amiguitos o amiguitas de la escuela que a sus mismos padres.
Realmente, los niños, niñas, jóvenes y señoritas, hablan con sus compañeritos y compañeritas, cosas íntimas que jamás hablarían con sus mismos padres.
Eso nos está demostrando que no hay confianza verdadera entre hijos y padres, que no hay verdadero Amor.
Se hace urgente comprender que existe una diferencia radical entre el Amor y eso que es Respeto, Temor, Dependencia, Miedo.
Es urgente saber respetar a nuestros padres y maestros, pero no confundir el Respeto con el Amor.
El Respeto y el Amor deben estar íntimamente unidos, mas no debemos confundir el uno con el otro.
Los padres temen por sus hijos, desean para ellos lo mejor, una buena profesión, un buen matrimonio, protección, etc., y confunden a ese Temor con el Verdadero Amor.
Se hace necesario comprender que sin Amor Verdadero, es imposible que los padres y maestros puedan guiar a las nuevas generaciones sabiamente aún cuando hayan buenas, muy buenas intenciones
El camino que conduce al Abismo está empedrado con muy buenas intenciones.
Vemos el caso mundialmente conocido de los “Rebeldes sin Causa”. Esta es una epidemia mental que se ha propagado por el mundo entero. Multitud de “niños bien”, dizque muy amados por sus padres, muy mimados, muy queridos, asaltan transeúntes indefensos, golpean y violan mujeres, roban, apedrean, andan en pandilla causando daño por todas partes, le faltan el respeto a los maestros y padres de familia, etc., etc., etc.
Los “Rebeldes sin Causa” son el producto de la falta de Verdadero Amor.
Donde existe Verdadero Amor no pueden existir “Rebeldes sin Causa”.
Si los padres de familia amaran de verdad a sus hijos, sabrían orientarlos inteligentemente, y entonces no existirían los “Rebeldes sin Causa”.
Los “Rebeldes sin Causa” son el producto de una mala orientación.
Los padres de familia no han tenido suficiente Amor como para dedicarse de verdad a orientar a sus hijos sabiamente.
Los padres de familia modernos sólo piensan en dinero y darle al hijo más y más, y coche último modelo, y trajes de última moda, etc., pero no aman de verdad, no saben amar, y por ello los “Rebeldes sin Causa”.
La superficialidad de esta época se debe a la falta de Amor Verdadero.
La vida moderna es semejante a un charco sin hondura, sin profundidad.
En el Lago profundo de la Vida pueden vivir muchas criaturas, muchos peces; pero el charco situado en la vera del camino pronto se seca con los ardientes rayos de Sol y entonces lo único que queda es el lodo, la podredumbre, la fealdad.
Es imposible comprender la belleza de la vida en todo su esplendor si no hemos aprendido a Amar.
Las gentes confunden al Respeto y al Temor con eso que se llama Amor.
Respetamos a nuestros superiores y les tememos y entonces creemos que les amamos. Los niños temen a sus padres y maestros y les respetan, y creen entonces que les aman.
Teme el niño al látigo, a la férula, a la mala calificación, al regaño en casa o en la escuela, etc., y cree entonces que ama a sus padres y maestros, pero en realidad sólo les teme.
Dependemos del empleo, del patrón, tememos a la miseria, a quedarnos sin trabajo y entonces creemos que amamos al patrón y hasta velamos por sus intereses, cuidamos sus propiedades; pero eso no es Amor, eso es Temor.
Muchas gentes tienen miedo de pensar por sí mismos en los Misterios de la Vida y de la Muerte, miedo a inquirir, a investigar, comprender, estudiar, etc., y entonces exclaman: “¡Yo amo a Dios y con eso es suficiente”.
Creen que aman a Dios, pero en realidad no aman, temen.
En tiempos de guerra la esposa siente que adora a su marido más que nunca y anhela con ansiedad infinita su regreso a casa; pero en realidad no le ama, sólo teme a quedarse sin marido, sin protección, etc., etc., etc.
La Esclavitud Psicológica, la Dependencia, el depender de alguien, no es Amor; es únicamente temor y eso es todo.
El niño en sus estudios depende del maestro o maestra, y es claro que le teme a la expulsión, a la mala calificación, al regaño y muchas veces cree que le ama, pero lo que sucede es que le teme.
Cuando la esposa está de parto o en peligro de muerte por cualquier enfermedad, el esposo cree que la ama mucho más; pero en realidad lo que sucede es que teme perderla. Depende de ella en muchas cosas, como son: comida, sexo, lavado de ropas, caricias, etc., y teme perderla. Eso no es Amor.
Todo el mundo dice que adora a todo el mundo, pero no hay tal. Es muy raro hallar en la vida a alguien que sepa Amar Verdaderamente.
Si los padres amaran de verdad a sus hijos, si los hijos amaran de verdad a sus padres, si los maestros amaran de verdad a sus alumnos y alumnas, no podrían haber guerras. Las guerras serían imposibles en un ciento por ciento.
Lo que sucede es que la gente no ha comprendido lo que es el Amor, y a todo temor, a toda esclavitud psicológica, y a toda pasión, etc., la confunden con eso que se llama Amor. La gente no sabe amar, si la gente supiera amar, la vida sería de hecho un Paraíso.
Los enamorados creen que están amando, y muchos serían capaces hasta de jurar con sangre que están amando, mas sólo están apasionados. Satisfecha la Pasión, el castillo de naipes se viene al suelo.
La Pasión suele engañar a la Mente y al Corazón. Todo apasionado cree que está enamorado.
Es muy raro hallar en la vida alguna pareja verdaderamente enamorada. Abundan las parejas de apasionados pero es dificilísimo encontrar una pareja de enamorados.
Todos los artistas les cantan al Amor, pero no saben que cosa es el Amor, y confunden a la Pasión con el Amor.
Si hay algo muy difícil en esta vida, es no confundir la Pasión con el Amor. La Pasión es Sexual ciento por ciento, la Pasión es bestial; pero algunas veces es también muy refinada y sutil. Siempre se confunde con el Amor.
Los maestros y maestras deben enseñarle a los alumnos, jóvenes y señoritas, a diferenciar entre el Amor y la Pasión. Sólo así, se evitarán más tarde muchas tragedias en la vida.
Los maestros y maestras están obligados a formar la responsabilidad de los alumnos y alumnas, y por ello deben prepararlos debidamente para que no se conviertan en trágicos en la vida.
Es necesario comprender eso que es Amor, eso que no se puede mezclar con los celos, pasiones, violencias, temor, apegos, dependencias psicológicas, etc., etc., etc.
El Amor desgraciadamente no existe en los seres humanos pero tampoco es algo que se puede adquirir, comprar, cultivar como flor de invernadero, etc.
El Amor debe nacer en nosotros. Y sólo nace cuando hemos comprendido a fondo lo que es el Odio que llevamos dentro, lo que es el Temor, la Pasión Sexual, el Miedo, la Esclavitud Psicológica, la Dependencia, etc., etc., etc.
Debemos comprender lo que son estos Defectos Psicológicos, debemos comprender como se procesan en nosotros no sólo en el Nivel Intelectual de la Vida sino también en otros Niveles Ocultos y desconocidos del Subconsciente. Se hace necesario extraer de los distintos recovecos de la Mente todos esos defectos. Sólo así nace en nosotros en forma espontánea y pura eso que se llama Amor. Es imposible querer transformar el mundo sin la llamarada del Amor.
Sólo el Amor puede de verdad transformar al mundo.
Samael Aun Weor