Los Avataras no se pueden olvidar de la cuestión social, por eso es que Quetzalcoatl se manifestó en dos aspectos: social y psicológico.
En mi caso personal me he preocupado de estos dos aspectos: los problemas humanos, orientados a solucionarse por medio de la revolución de la conciencia de una manera dialéctica; y los problemas del capital y el trabajo, encaminados a solucionarse mediante el POSCLA*.
Experiencia: “Le entregaron un asta que simbolizaba los problemas, le hicieron entrar a un Santuario secreto y encontró en ese Santuario al Patriarca San Agustín. El Patriarca tomó del librero un voluminoso libro y le dijo: Voy a enseñarte un mantram para avivar el fuego. Abrió el libro… Encendió un braserillo… Pronunció el mantram M y el fuego se avivó. Cuando salió aprendió a cantar el mantram para avivar la llama.
El Patriarca San Agustín volvió ante el Ara del Templo revestido con las vestiduras sacerdotales y el Maestro Samael también… Pusieron una sartén en su mano derecha… como diciendo: ¡Tú tienes la sartén agarrada por el mango!
Hicieron una gran cadena…
-Nosotros te acompañaremos formando toda esta gran lucha.
Así que la Blanca Hermandad lo acompaña…”
Desgraciadamente, los hermanitos gnósticos no han estudiado, no han vivido mi enseñanza que durante tantos años he entregado para darles la liberación psicológica y ellos mismos han querido sabotear la Gran Obra de la Blanca Hermandad…
Al entregar las claves de la Psicología Revolucionaria y del Poscla, no queremos escalar posiciones ni vivir del presupuesto nacional, lo único que queremos es ser útiles a la humanidad, servir dando pautas psicológicas que yo mismo he experimentado para que el animal intelectual logre la Revolución Integral…
La misión de un Avatara no es solamente cuestión religiosa sino que abarca la cuestión política y psicológica de las naciones.
Samael Aun Weor