“Después de estas cosas oí una gran voz de gran compañía en el cielo que decía: Aleluya, salvación y honra y gloria y potencia al Señor, Dios nuestro” (Ap. 19: 1).
“Porque sus juicios son verdaderos y justos, porque él ha juzgado a la gran ramera (la humanidad que ha corrompido la tierra con su fornicación, y ha vengado la sangre de sus siervos (los iniciados), de la mano de ella” (Ap. 19: 2).
“Y otra vez dijeron: Aleluya. Y su humo subió para siempre jamás” (Ap. 19: 3).
“Y los veinticuatro ancianos (del Zodíaco), y los cuatro animales (de la alquimia sexual), se postraron en tierra, y adoraron a Dios (la Verdad), que estaba sentado sobre el trono (interno), diciendo: ¡Amén! ¡Aleluya!” (Ap. 19: 4).
“Y salió una voz del trono (que tenemos en la profundidad del Ser), que decía: Load a nuestro Dios (Interno), todos sus siervos, y los que le teméis, así pequeños como grandes” (Ap. 19: 5).
“Y oí como la voz de una grande compañía, y como el ruido de muchas aguas (las aguas seminales), y como la voz de grandes truenos (la voz de los dioses), que decía: ¡Aleluya, porque reinó el Señor nuestro Dios Todopoderoso (que llevamos dentro)!” (Ap. 19: 6).
“Gocémonos y alegrémonos y démosle gloria; porque son venidas las bodas del Cordero, y su esposa (el alma), se ha aparejado” (Ap. 19: 7).
“Y le fue dado que se vista de lino fino (la túnica de Maestros), limpio y brillante; porque el lino fino son las justificaciones de los santos” (Ap. 19: 8).
“Y él me dice: Escribe: Bienaventurados los que son llamados a la cena del Cordero y me dijo: Estas palabras de Dios son verdaderas” (Ap. 19: 9).
“Y yo me eché a sus pies para adorarle. Y él me dijo: Mira que no lo hagas, yo soy siervo contigo, y con tus hermanos que tienen el testimonio de Jesús: Adora a Dios (que es tu Dios Interno) porque el testimonio de Jesús es el espíritu de la profecía” (Ap. 19: 10).
“Y vi el cielo abierto; y he aquí un caballo blanco, y el que estaba sentado sobre él (el quinto de los siete), era llamado Fiel y Verdadero, el cual con justicia juzga y pelea” (Ap. 19: 11). Aquel que escribe este libro, da testimonio de esta profecía, porque es el siervo Bodhisattva del quinto de los siete.
El Hijo habla la palabra del Padre y da testimonio del Padre. El Padre es uno con el Hijo. El Hijo uno con el Padre.
El Hijo no se siente digno de desatar las sandalias al Padre. Sólo el Padre es perfecto.
El Padre se goza en el Hijo, y el Hijo se goza en el Padre.
El Budha Maitreya Samael, es el Kalki Avatara de la Nueva Era, el jinete del caballo blanco. Empero su hijo, el pobre siervo que escribe este Mensaje de Acuario, realmente no se siente ni siquiera merecedor de besar los sagrados pies al Padre.
El Budha Maitreya resplandece de gloria, y su hijo se arrodilla.
“Y sus ojos eran como llama de fuego, y había en su cabeza muchas diademas; y tenía un nombre escrito que ninguno entendía sino él mismo (por estar escrito con caracteres de la Lengua de la Luz), y estaba vestido de una ropa teñida en sangre (durante la batalla contra la Logia Negra, en los mundos suprasensibles), y su nombre es llamado el Verbo de Dios” (Ap. 19: 12, 13). El Avatara de la Nueva Era, es un Verbo.
“Y los ejércitos que están en el cielo le seguían en caballos blancos (la caballería del nirvana), vestidos de lino finísimo, blanco y limpio (porque son Maestros)” (Ap.14).
“Y de su boca sale una espada aguda (la palabra), y para herir con ella a las gentes (para herir a los demonios; a las gentes separadas del Dios Interno), y él (el Verbo) los regirá con vara de hierro (en el abismo), y él pisa el lagar del vino del furor, y de la ira del Dios Todopoderoso” (Ap. 19: 15). Los tenebrosos han peleado contra el Verbo, pero el Verbo pisa el lagar del vino del furor y los lanza al abismo.
Y en su vestidura y en su muslo tiene escrito (con caracteres sagrados en una cinta) este nombre: Rey de reyes y Señor de señores (Ap. 19: 16).
El poder del Rey no está en la frente. El poder del Rey está en el sexo. El cetro de los reyes sagrados, las dos columnas del templo y la cruz del Redentor están hechos con la madera del árbol del bien y del mal. Este es el árbol del conocimiento (el sexo). Cuando el hombre y la mujer se unen sexualmente, algo se crea. Recibiendo el fuego sagrado del Espíritu Santo, nos convertimos en reyes y señores de la naturaleza.
El Kundalini es el fuego del Espíritu Santo. El Kundalini se desarrolla, evoluciona y progresa dentro del aura del Maha Choan. El Maha Choan es el Espíritu Santo, el Tercer Logos que encontramos en la fragua de Vulcano. Esa fragua es el sexo. Sólo con la magia sexual (el arcano A.Z.F.) se despierta el Kundalini.
El gran sabio alemán Krumm Heller, dice en la octava Lección del Curso Zodiacal, lo siguiente: “En vez del coito que llega al orgasmo, deben prodigarse reflexivamente dulces caricias, y frases amorosas y delicados tanteos manteniendo constantemente apartada la mente de la sexualidad animal, sosteniendo la más pura espiritualidad, como si el acto fuera una verdadera ceremonia religiosa”.
“Sin embargo, puede y debe el hombre introducir el Pene y mantenerlo en el sexo femenino (metido en la vulva), para que sobrevenga a ambos una sensación divina que puede durar horas enteras, retirándolo en el momento en que se aproxime el espasmo, para evitar la eyaculación del semen, de esta manera tendrán cada vez más ganas de acariciarse”. No se debe derramar el semen, ni dentro de la vulva, ni fuera de ella, ni por los lados, ni en ninguna parte.
Continúa el doctor Krumm Heller diciendo: “Esto se puede repetir tantas veces cuantas se quiera sin jamás sobrevenir el cansancio, pues todo lo contrario, es la clave mágica para ser diariamente rejuvenecido, manteniendo el cuerpo sano y prolongando la vida, ya que es una fuente de salud, con esta constante magnetización”.
“Sabemos que en el magnetismo ordinario, el magnetizador comunica fluidos al sujeto, y si el primero tiene esas fuerzas desarrolladas, puede sanar al segundo. La transmisión del fluido magnético se hace de ordinario por las manos o por los ojos; pero es necesario decir que no hay un conductor más poderoso, mil veces más poderoso, mil veces superior a los demás, que el miembro viril y la vulva, como órganos de recepción”.
“Si muchas personas practican eso a su alrededor, se esparcirá fuerza y éxito para todos los que se pongan en contacto comercial a social con ellos; pero en el acto de magnetización divina, sublime a que nos referimos, ambos, hombre y mujer se magnetizan recíprocamente siendo el uno para el otro como un instrumento de música que al ser pulsado, lanza o arranca sonidos prodigiosos de misteriosas y dulces armonías. Las cuerdas de ese instrumento están esparcidas por todo el cuerpo, y son los labios y los dedos los principales pulsadores de él, con la condición de que presida este acto la pureza más absoluta, que es la que nos hace magos en ese instante supremo”.
En estos párrafos del Maestro Huiracocha, está la clave para despertar el Kundalini. Este es el arcano A.Z.F. Este es el Gran Arcano.
Cuando Cazotte, el gran poeta francés, escribió su famoso libro titulado “El Diablo Amoroso”, fue entonces visitado por un hombre que venía envuelto en una capa. Ese misterioso personaje fue el maestro Zanoni. El visitante misterioso hizo luego algunos saludos secretos que Cazotte no entendió. Cazotte no era iniciado; pero Zanoni lo inició.
El estilo en que fue escrito “El Diablo Amoroso”, está cerca del arcano A.Z.F.
Zanoni comunicó de labio a oído el Gran Arcano al gran poeta francés. Todavía recordamos las terribles profecías de muerte, en el famoso banquete de Cazotte.
Algunos iniciados quisieron revelar el Gran Arcano y otros se opusieron. Cazotte exaltado por la sabiduría profetizó a unos, el exilio, a otros, el cadalso, el suicidio, el puñal, el veneno, y por último, profetizó su propia muerte en el cadalso. Todas las profecías de Cazotte se cumplieron con exactitud asombrosa.
Otro personaje maravilloso fue el poderoso y enigmático Conde Cagliostro. Este hombre de edad indescifrable es un verdadero Maestro que tiene el elixir de larga vida. Nadie puede tener este elixir sin haber trabajado con el arcano A.Z.F.
Cagliostro tragó tierra entre el sepulcro y se escapó de la fosa sepulcral porque había recibido el elixir de larga vida. Cagliostro practicó magia sexual intensamente. Cagliostro fue discípulo del Conde San Germán.
Cagliostro fue alquimista. Transmutaba el plomo en oro y fabricaba diamantes legítimos. A este Maestro se le conoció en distintos lugares del mundo. A veces usaba en un país un nombre, en otros usaba otro, etc. Se le conoció con los nombres de Tis-chio, Milissa, Belmonte, D’anna, Fénix, Pellegrini, Bálsamo, Mésmer, Harut y Cagliostro, según consta en el famoso proceso sobre “El Collar de la Reina”, título éste de una obra de Alejandro Dumas. Ragón comete el crimen de calumniar al Gran Copto. Eliphas Levi también calumnia al Conde Cagliostro acusándolo de mago negro. El Gran Copto convivió con el famoso Schrader en Alemania, y en Inglaterra con el insigne teósofo Georges Coston.
Con su ciencia de la piedra filosofal, Cagliostro le salvó la vida al Arzobispo de Rohan.
La Baronesa de Oberkirch dijo del Gran Copto lo siguiente: “No era absolutamente bello; pero jamás vi fisonomía igual. Su mirada, más que profunda, era sobrenatural. Yo no sabría definir la expresión de sus ojos: eran, al par, el hielo y el fuego, influenciando de un modo irresistible; ya atrayendo, ya repeliendo”.
En Estrasburgo tuvo muchos discípulos alquimistas. Cagliostro fue juzgado por la Inquisición, encerrado en la Bastilla, y después en la Fortaleza de Leone.
La inquisición lo condenó a muerte; Pero el enigmático y poderoso Conde Cagliostro desapareció de la prisión misteriosamente.
La muerte no pudo contra Cagliostro. Cagliostro todavía vive con su mismo cuerpo físico, porque cuando un Maestro ha tragado tierra entre el sepulcro, es Señor de los vivos y de los muertos.
Nadie puede llegar a estas alturas Iniciáticas, sin la práctica secreta de la magia sexual. Todo aquel que rechace el Gran Arcano, es un verdadero necio.
Fue mucho lo que sufrieron los grandes iniciados antiguos, y fueron muchos los que perecieron en las pruebas secretas cuando aspiraban al secreto supremo del Gran Arcano. Hoy entregamos el arcano A.Z.F. públicamente impreso en este Libro. Aquel que rechace este precioso tesoro es un imbécil.
Otro que se realizó con la magia sexual fue San Germán. El Conde de San Germán, Maestro de Cagliostro, se rejuvenecía a voluntad y aparecía y desaparecía instantáneamente cuando menos se esperaba. El Conde San Germán hasta se daba el lujo de pasar por muerto, y entrar al sepulcro para escapar luego, con su cuerpo en estado de Jinas.
Por lo común, esos Maestros que tragaron tierra, cumplen su misión en algún país, y luego se dan el lujo de pasar por muertos, para cerrar un capítulo de su vida inmortal. Saint Germain, según las memorias de cierta aristocrática dama contemporánea de Luis XV, se le apareció hasta 1723, muchos años después de muerto, completamente joven para predecir la Revolución Francesa y la trágica muerte de Luis XVI. Entonces Saint Germain señaló a los pésimos ministros franceses y desafió sus iras haciéndose invisible a voluntad, e imprendible.
Saint Germain fue el músico rival de Paganini. Paganini es un mago negro.
Saint Germain tiene el don de lenguas. Habla correctamente todos los idiomas del mundo. Este Gran Maestro fue consejero de reyes y sabios. Leía en pliegos cerrados, aparecía y desaparecía como el rayo; transmutaba el plomo en oro y fabricaba diamantes vivificando el carbón; se creía que había nacido en Jerusalem y que tenía una edad de más de dos mil o tres mil años. Nosotros sabemos que el Conde San Germán vive todavía con su mismo cuerpo físico. Ese Gran Maestro trabajó con el arcano A.Z.F., es decir, practicó magia sexual intensamente. A eso debe su poder. Por eso recibió el elixir de larga vida. San Germán trabaja con el rayo de la política mundial. Es lástima que María Antonieta no hubiera escuchado los consejos de San Germán.
Cagliostro fue el mejor discípulo de San Germán. Cagliostro vivió en la época de Jesucristo; fue amigo de Cleopatra en Egipto; trabajó para Catalina de Médicis; fue el Conde Fénix, etc. Cagliostro el discípulo de Altotas, aún vive con su mismo cuerpo físico, sin que la muerte haya podido cortar el hilo de su preciosa existencia.
San Germán estuvo antes de la segunda guerra mundial en Europa y luego regresó a su Santuario del Tibet. No está el Rey en la frente sino en el sexo.
Todas las disciplinas de la yoga -toda la Kriya- culminan en el secreto supremo del Gran Arcano. Cuando un yogui está preparado, recibe de labios a oído el arcano A.Z.F. La Orden Sagrada del Tibet tiene la obligación de comunicarle al yogui, de labios a oído, el Gran Arcano.
Esa Orden está compuesta por 201 miembros. La Plana Mayor tiene 72 Brahmanes. La meditación suprema y la absoluta adoración nos llevan hasta el éxtasis (Shamadi). Todo maestro del Shamadi (éxtasis), es un iluminado.
Empero debemos saber que la iluminación es una cosa, y la realización es otra cosa distinta. Un maestro del Shamadi (éxtasis), puede, durante sus estados de suprema adoración, desembotellar la mente que normalmente está embotellada en el yo, y vivenciar la verdad. Empero eso no significa encarnar la verdad. Después del éxtasis, la mente vuelve a embotellarse en el yo, y el místico continúa en su misma vida trágica y dolorosa. Sólo encarnando la verdad, hay en el hombre revolución total. El que quiere encarnar la verdad, necesita edificar el templo sobre la piedra viva. Esa piedra viva es el sexo.
El templo de la sabiduría tiene siete columnas; esos son los siete grados de poder del fuego. Son siete serpientes: dos grupos de a tres, con la coronación sublime de la séptima lengua de fuego, que nos une al Uno, a la Ley, al Padre.
La primera serpiente pertenece al cuerpo físico. La segunda, al cuerpo vital. La tercera al astral. La cuarta, al mental. La quinta al cuerpo de la voluntad. La sexta, al cuerpo Buddhico. Y la séptima, al íntimo. Estas son las siete escalas del conocimiento. Las siete serpientes no se levantan simultáneamente todas juntas. El magisterio del fuego es muy difícil y se avanza por grados.
Primero hay que levantar la primera serpiente; después la segunda; más tarde la tercera, etc. El yogui que no practique con el arcano A.Z.F., es un jardín sin agua. Practicad la yoga, pero trabajad con el Gran Arcano en el magisterio del fuego.
Si vos, querido lector, suponéis que existe algún otro camino para lograr el desarrollo, evolución y progreso del Kundalini. Samael Aun Weor, el Budha Maitreya de la Nueva Era Acuaria, os jura solemnemente que estáis absolutamente equivocado. Jamás se ha conocido en alguna escuela de misterios de esta tierra, o de los otros planetas del infinito, otro camino opuesto o distinto al sexo.
Si tú eres ya una anciana; si tú ya no puedes tener contacto sexual; si tú eres ya anciano; si estáis enfermo; si comprendes que tu vehículo físico ya no te sirve para trabajar con el arcano A.Z.F.; Entonces, entrénate en el astral. Aprende a salir conscientemente en cuerpo astral.
Prepárate, hijo mío, con la concentración, la meditación y la adoración. Sé casto en pensamiento, palabra y obra. Comprende tus errores. Aniquila no solamente el deseo, sino hasta la sombra misma del deseo. Prepárate hijo mío con la comprensión creadora, y apura tu trabajo con el arcano A.Z.F., para la futura reencarnación.
¿Eres anciano? ¿Eres anciana? ¿Eres algún inválido? Entonces no te desanimes, amado hijo. No te llenes de inacción. En tu futura reencarnación podréis trabajar con el arcano A.Z.F. y os convertiréis en un dios.
Empero, si tú estas lleno de juventud, si no sois impotente, si eres un macho completo, y rechazas el Gran Arcano, para seguir fornicando escondido entre las especulaciones de la mente, ¡infeliz de ti! ¡Ay de ti! ¡Ay, Ay, Ay, más te valiera no haber nacido, porque ahora rodarás al abismo inevitablemente!
El sofisma aquél de que existen muchos caminos para llegar a Dios, es falso de toda falsedad. Nuestro Adorable Salvador sólo nos señaló un camino estrecho, y una puerta angosta, y dijo:
“Porfiad a entrar por la puerta angosta (el sexo), porque os digo que muchos procurarán entrar y no podrán. Después que el padre de la familia se levantare y cerrare la puerta, y comenzareis a estar fuera, y a llamar a la puerta, diciendo: Señor, Señor, ábrenos; y respondiendo os dirá: No os conozco de dónde seáis. Entonces comenzaréis a decir: Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas Enseñaste; y os diré: Digo que no os conozco de dónde seáis; apartaos de mí, obreros de iniquidad. Allí será el llanto y el crujir de dientes; cuando viereis a Abraham y a Isaac, y a Jacob, y a todos los profetas en el Reino de Dios, y vosotros excluidos”.
Aquellos que suponen que sin el arcano A.Z.F., pueden encarnar al verbo, son ignorantes. El Akasha es el agente del sonido. El Kundalini es Akáshico. Sin el Akasha, el verbo no puede encarnarse; porque el Akasha es el agente del sonido. Hay que levantar la serpiente Akáshica para encarnar el verbo. El Kundalini (fuego Akáshico) se hace creador con la palabra. El Kundalini es el vehículo del verbo creador. La energía creadora del Maha Choan es sexual y parla en la laringe creadora. Sin el arcano A.Z.F., nadie puede encarnar el verbo.
El quinto de los siete, el Verbo de Acuario, os dice: “El Rey no está en la frente. El Rey está en el sexo”.
En el fondo de todas las escuelas de misterios, está el Gran Arcano. Si tú rechazas el Gran Arcano, ¡infeliz de ti! ¡Ay, Ay, Ay! Si tú tienes la mente llena de teorías y arrojas este libro diciendo: es otro libro más, como los tantos que he leído, ¡ay de ti! ¡Ay, Ay, Ay!, Habéis rechazado la palabra; habéis insultado al verbo; habéis firmado vuestra propia sentencia de muerte y rodaréis al abismo. No estamos amenazando, querido lector; estamos advirtiendo.
La vida inició su retorno hacia la Gran Luz; el juicio final ya fue hecho, y los tiempos del fin ya llegaron. Los que no sean capaces de levantar su serpiente por el canal medular, no podrán ascender con la vida que retorna al Absoluto, y se hundirán en el abismo. Esos se convertirán en demonios.
“Y vi un ángel que estaba en el sol, y clamó con gran voz, diciendo a todas las aves que volaban por medio del cielo: Venid y congregaos a la cena del Gran Dios, para que comáis carnes de reyes, y de capitanes, y carnes de fuertes, y carnes de caballos y de los que están sentados sobre ellos; y carnes de todos libres y siervos, de pequeños y de grandes” (Ap. 19: 17, 18).
La guerra atómica y el gran cataclismo que se avecinan, acabarán con todos: libres y siervos, pequeños y grandes.
“Y vi la bestia, y los reyes de la tierra y sus ejércitos, congregados para hacer guerra contra el que estaba sentado sobre el caballo, y contra su ejército” (Ap. 19: 19).
Las legiones tenebrosas comenzaron a entrar en el Avitchi (abismo) después del juicio final hecho en 1950. Entonces se iniciaron grandes batallas en los mundos astral y mental. Y la bestia y los tenebrosos de la gran Logia Negra, se congregaron para hacer guerra contra el que estaba sentado sobre el caballo (el Verbo), y contra su ejército.
El Bodhisattva que escribe este libro da testimonio de estas batallas que la Logia Negra ha lanzado contra aquel que es su Padre que está en secreto.
Era urgente el juicio final y la entrada de los tenebrosos al abismo. Estas batallas de los mundos internos, repercutirán en el mundo físico con guerras atómicas y espantosas catástrofes.
“Y la bestia fue presa (en el abismo), y con ella el falso profeta (el intelectualismo materialista), que había hecho las señales delante de ella (con sus milagros y prodigios falsos, tales como bombas de hidrógeno, bombas atómicas, inventos sorprendentes, y por último, su torre de Babel), con la cual había engañado a los que tomaron la señal de la bestia (los cuernos), y habían adorado su imagen (la ciencia materialista). Estos dos fueron lanzados vivos dentro de un lago de fuego ardiendo en azufre” (Ap. 19: 20). Ese lago de fuego ardiendo en azufre, es el fuego de la pasión y del desastre, el abismo, el Avitchi, la octava esfera sumergida, los infiernos atómicos de la naturaleza.
“Y los otros fueron muertos con la espada que salía de la boca del que estaba sentado sobre el caballo, y todas las aves fueron hartas de la carnes de ellos” (Ap. 19: 21).
Cuando alguien que tiene cuerpo entra al abismo, se rompe el Antakarana entre el cuarto y quinto principios humanos. Esos cuaternarios, separados de la tríada espiritual, son demonios.
Cuando una persona es muy perversa, el espíritu la abandona.
Esas personas sin espíritu son demonios. Cuando el espíritu sale del cuerpo definitivamente, esa persona pasa por la muerte, aunque siga viviendo. Entonces ese espíritu figura en el libro de los desencarnados.
Actualmente existen muchas personas que ya no tienen el espíritu (el íntimo). Toda persona que pierde el íntimo, se convierte en demonio. Todo demonio es del abismo. Todos aquellos que pelean contra el Verbo, son muertos por la espada terrible que él lleva en su boca. Todas estas tragedias; todas estas catástrofes; todas estas profecías, todos estos cataclismos tienen una base muy sólida. Esa base es el retorno de la vida hacia el Absoluto.
Aquellos que no sean capaces de levantar la serpiente sobre la vara, no pueden retornar hacia el Absoluto, porque el retorno es interno y se fundamenta en cada paso de la serpiente. La serpiente debe subir los 33 grados de la Médula Espinal.
Tenemos que retomar subiendo por las siete escalas del conocimiento. Tenemos que retornar por cada uno de los siete grados de poder del fuego. No podemos retornar con teorías, porque ninguno de nosotros es hijo de ninguna teoría. Cada uno de nosotros es hijo de un hombre y de una mujer.
La cuestión es sexual, porque nosotros existimos por el sexo. Aquellos que cometen el error de rechazar el arcano A.Z.F., se hundirán en el abismo inevitablemente. Los que no quieran hundirse en el abismo, deben empezar a subir la séptuple escala del fuego ardiente.
Recordad que el abismo está lleno de gentes de buenas intenciones.
Recordad que el abismo está lleno de personas que se sienten perfectas y santas. En el abismo entrarán muchos místicos fornicarios.
Aquellos que dicen: yo no practicaré con el arcano A.Z.F., yo sigo con mi religión, mi escuela es mejor, mi sistema es superior, existen otros caminos, etc., se hundirán en el abismo, porque al huir de la puerta del Edem (el sexo), entonces encontrarán la puerta del abismo.
Nosotros salimos del Edem por la puerta angosta del sexo. Y sólo por esa puerta podemos retornar al Edem. El Edem es el mismo sexo.
El retorno de la vida hacia el Absoluto significa la caída de la gran Babilonia, la catástrofe y el desastre final.
Nosotros, los Hermanos del Templo, otrora entregamos el arcano A.Z.F. a la humanidad de la antigua Tierra-Luna. Entonces aquellos que aceptaron el Gran Arcano se elevaron al estado angélico. En aquella época de la antigua Tierra-Luna, nosotros hicimos las mismas advertencias. Nuestro trabajo fue realizado cuando la humanidad lunar había llegado a la edad en que se encuentra actualmente la humanidad terrestre. Entonces la vida inicia su retorno al Absoluto, y los hermanos cumplimos siempre con el deber de advertir y Enseñar. Aquellos que otrora en la antigua Tierra-Luna rechazaron el Gran Arcano, se convirtieron en demonios lunares terriblemente perversos. Esos demonios sublunares moran ahora en el abismo.
Algunos seres humanos de la quinta raza raíz de la luna aceptaron el Gran Arcano ya muy tarde, y ahora se están levantando al estado angélico. A este grupo retardado se le dio una nueva morada. Ese grupo vive ahora en otro planeta.
Los hermanos Max Heindel y Rudolf Steiner cometieron el error de suponer que la Luna es un pedazo de tierra proyectado al espacio. Aquellos que trabajamos otrora con la humanidad Lunar sabemos que la Luna fue una Tierra del espacio, más antigua que nuestro planeta Tierra.
La Luna es la madre de la tierra porque la vida que hoy evoluciona en nuestro planeta tierra, otrora estuvo encarnada en la Luna.
En otro tiempo, cuando la vida inició su retorno al Absoluto, allá en la antigua Tierra-Luna, entonces también tuvo su tremendo Apocalipsis. Ahora cuando la gran vida haya abandonado absolutamente a la tierra, entonces ésta también se convertirá en una nueva Luna.
Las esferas sublunares constituyen el abismo.
En esas tenebrosas regiones nombrar a la Virgen, significa provocar la ira de los demonios.
Los tenebrosos odian a la Virgen y atacan furiosamente a todo aquel que se atreva a nombrarla en sus regiones.
La Virgen Madre del Mundo es el Kundalini.
Los tenebrosos odian a la Gran Madre que convertida en serpiente de fuego, sube por el canal medular.
Cuando la serpiente baja desde el coxis, se convierte en la cola de Satán. La serpiente bajando, es la horrible culebra tentadora del Edem.
En los ángeles la serpiente sube victoriosamente por el canal medular. En los demonios, la serpiente es la cola de Satanás.
Samael Aun Weor