EL CIELO DE MERCURIO

Deviene ahora trascendental y trascendente el Segundo Trabajo de Hércules: la destrucción de la Hidra de Lerna, Monstruo Simbólico de origen inmortal, dotado de Nueve Cabezas amenazantes que se regeneran cada vez que son destruidas, amenazando los rebaños al igual que las cosechas.

Dura brega en la que el Héroe solar se hace acompañar por “YOLAO”, su auriga e inspirador, cuyo notable papel es muy similar al de Sri Krishna en su relación con Arjuna. (Véase el BHAGAVAD-GITA, el CANTO DEL SEÑOR).

Aún cuando este magnífico trabajo pueda interpretarse como una obra bonificativa en un Delta pantanoso como el del Nilo Sagrado, esa Hidra Polifacética es también una imagen alegórica que personifica claramente a la Mente con todos sus defectos Psicológicos.

Como Constelación, tal Hidra simbólica, tiene su parte delantera entre Leo y Cáncer, extendiéndose al Sur hasta los pies resplandecientes de Virgo.
Con carbones encendidos, “YOLAO” quema las cabezas renacientes, en lugar de las que Hércules aplasta con su maza, después de lo cual, habiendo éste cortado la cabeza inmortal, símbolo extraordinario del amor auténtico, la esconde bajo una roca que obviamente ha de servir como “Piedra Filosofal” de su regenerada vida exquisitamente espiritual.

Escrito está con caracteres de fuego en el libro de la vida: “Quien quiera subir debe primero bajar”. “A cada exaltación le precede siempre una terrible humillación”.
Incuestionablemente yo anhelaba de verdad y con todas las fuerzas de mi Alma, subir, ascender, al Cielo de Mercurio, el Devachán de los Indostanes, el Mundo Mental Superior, la Morada de los Arcángeles. Empero, fue indispensable antes bajar, descender, a los Infiernos de la Mente para destruir allí a la Hidra de Lerna.

Aquellos defectos psicológicos de polifacética estructura, que en los Infiernos Lunares había reducido a polvareda cósmica, continuaban existiendo como las abominables cabezas de la Hidra fatal, en los diversos repliegues de la mente.
Horripilantes criaturas animalescas, asqueantes engendros abismales, personificaban claramente a cada uno de mis propios defectos psicológicos.

Uno puede darse el lujo de comprender cualquier error psicológico, sin que por tal motivo haya capturado su honda significación…

Incuestionablemente necesitamos con urgencia máxima inaplazable, no sólo comprender sino también atrapar el hondo significado de aquello que queremos eliminar.
Eliminar las Cabezas (defectos Psicológicos) de la Hidra de Lerna, sólo es posible mediante la electricidad Sexual trascendente, durante el “SAHAJA MAITHUNA” en la “FORJA DE LOS CÍCLOPES”.
Como quiera que la “Cópula Metafísica” en la “Novena Esfera” es una forma de la oración, yo suplicaba en esos instantes a Devi KUNDALINI…

Goethe, el Gran Iniciado Alemán, adorando a su Divina Madre KUNDALINI, lleno de éxtasis exclamaba:

“Virgen pura en el más bello sentido. Madre digna de Veneración. Reina elegida por nosotros y de condición igual a los Dioses”.

Anhelando morir en sí mismo aquí y ahora, durante el Coito Químico, aquel Gran Bardo decía:

“Flechas traspasadme;
lanzas sometedme;
mazas heridme.
Todo desaparezca,
desvanézcase todo.
Brille la estrella perenne,
foco del eterno amor”.

Incuestionablemente yo siempre procedí en forma muy similar y la Hidra de Lerna, poco a poco, lentamente, fue perdiendo cada una de sus abominables cabezas…
En cierta ocasión, hallándome en el Tíbet Oriental, dentro de un Monasterio, tuve la ocurrencia de decirle a mi Divina Madre KUNDALINI lo siguiente:

“Tú y yo platicamos y parecemos dos personas diferentes, y sin embargo, somos el mismo Ser”. No está demás aseverar enfáticamente que la respuesta fue ciertamente extraordinaria:
“¡Sí, Hijo Mío!.. Tú y yo somos el Mismo Ser, pero DERIVADO.”

En nombre de la Verdad confieso francamente y sin ambages, que sin el auxilio inmediato de mi Divina MADRE ADORABLE, de ninguna manera habría podido eliminar radicalmente la Hidra de Lerna… (Mis defectos Psicológicos en el Subconsciente Intelectual).
“Antes que la llama de oro pueda arder con luz serena, la lámpara debe estar bien cuidada en lugar libre de todo viento. Los pensamientos terrenales deben caer muertos a las puertas del templo”.

“La mente, que es esclava de los sentidos, hace al Alma tan inválida, como el bote que el viento extravía sobre las aguas”.
Cuando resplandeció victorioso el Sol de la Media Noche en el firmamento espiritual, volví al estado Arcangélico que otrora había perdido y entré dichoso en el Cielo de Mercurio…

Samael Aun Weor

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