A Pan, hijo de Hermes, se lo representaba con un falo erecto exagerado. Príapo fue un dios de la fertilidad, cuyo símbolo era un falo de dimensiones exageradas. Este hijo de Afrodita y de Dioniso o Adonis (según las distintas formas del mito original) era el protector del ganado, plantas frutales, jardines y genitales masculinos.
El término médico priapismo deriva, etimológicamente, del nombre del dios.
El falo (del latín phallus y éste del griego φαλλός) es otra denominación del pene y, a veces, de los órganos exteriores masculinos (el pene y los testículos) tomados como un todo.
La palabra “falo” puede referirse al pene en erección o a un objeto con forma de pene, como un consolador o una figurilla con forma de genitales externos masculinos usada de modo votivo o para rendir culto a una divinidad. Las implicaciones subjetivas suscitadas por lo fálico son amplias e incluyen la fertilidad, poder generativo, erotismo y poder.
En menos de cuatro lustros (es un periodo equivalente a cinco años-20) el Avatara de la síntesis ha escrito más de cincuenta obras que circulan en todos los continentes. En todas ellas se habla sobre el esoterismo Crístico y la castidad científica mediante los cuales se redime y liberta de trabas y personalismo al hombre.
Cuando el varón aprende a transmutar su simiente convirtiéndola en energía sutil, sin dejar perder una sola gota, vuelve a tomar el mando perdido en el hogar. El hecho de perder la mujer en forma natural un óvulo mensualmente, la pone en desventaja ante el varón casto que no pierde en absoluto su simiente.
En la mitología griega, Hermes, el mensajero de los dioses, dios de fronteras y de intercambio, era considerado una divinidad fálica por asociación con representaciones suyas en hermas (pilares). No hay consenso entre los estudiosos sobre si Hermes puede ser considerado una especie de dios de la fertilidad.
Los antiguos romanos usaban amuletos fálicos (fascinus) contra el mal de ojo.
Los romanos además identificaban a su dios Mercurio con el Hermes griego, con lo cual se decantaron a Roma los referentes del dios griego.
América Precolombina
La representación bien definida de los genitales externos, tanto femeninos como masculinos, en las figuras escultóricas y pictóricas expresa la naturalidad con que los nativos precolombinos se relacionaban con su sexualidad genital. Este es un hecho que cualquier persona puede corroborar con una ágil visita a alguno de los museos de finas artes de las principales ciudades del mundo.
Por ejemplo, las figuras de Kokopelli representan una divinidad con características fálicas. Kokopelli, dios de la fertilidad frecuentemente representado tocando la flauta, es aún venerado por algunos pueblos originarios en el suroeste de los Estados Unidos.
La flauta, obviamente es una representación fálica en su totalidad. El solo hecho de que se sopla en ella para extraer sus delicadas melodías, nos recuerda a los alquimistas sopladores antiguos y sus famosos Matraces (matrices) en las cuales las mezclas alquimistas eran posibles.
Antigua Escandinava
El dios nórdico Freyr fue una divinidad fálica, representando la fertilidad masculina y el amor. El relato corto Völsa þáttr describe una familia de noruegos que veneraban un pene preservado de caballo.
El mensaje en esta figurilla es muy claro, al menos para los que estamos en el estudio del tantrismo sFecreto, es decir, de la Gnosis.
Es obvio que el sexo tiene una muy íntima relación con el Verbo. Solo dominando la lengua podrá el aspirante llegar a la sapiencia real. Hay que amarrarse la lengua y controlar la mente.
La lengua construye paraísos, pero también es capaz de las peores destrucciones cuando no se sabe utilizar la palabra en una forma más pura. La disciplina mental es el inicio del trabajo esotérico, aquellos que pretenden llegar a la Sagrada Alquimia sin haberse purificado lo suficiente, y sin haber dominado la lengua; son muy pronto fulminados por la Ley Cósmica.
No se puede burlar a la Ley, porque la Ley está dentro de nosotros.
Falismo en Japón
Hounen Matsuri es un festival de la fertilidad celebrado en el templo shinto Tagata Jinja, en Komaki, en Japón. Que sólo hasta tiempos recientes fue una zona agrícola. Es famoso por la procesión de un falo de madera de dos metros y medio. El objeto de culto no es el falo, sino la fertilidad de la tierra. Otra festividad es el Danjiri Matsuri. Las celebraciones, cultos y motivos fálicos eran más comunes en períodos anteriores que ahora.
Es sumamente interesante observar a los feligreses de este templo, la gran mística y veneración que demuestran es genuina. Eso nos habla de que ellos han sido instruidos en los misterios del sexo, saben que el sexo es sagrado.
Como dice el V.M. Samael Aun Weor “No hay quien no presienta que en el sexo está la clave de la redención humana”
El Lingam
El Lingam es el símbolo de una parte muy especial del cuerpo del dios hindú Shiva. Dentro de la trinidad del hinduismo, Shiva es el dios de la destrucción y del cambio. Pero ¿Cuánto de esa destrucción vendrá en conjunto con sus cuatro brazos y cuánto proviene de su virilidad? Dejaremos que tú lo interpretes!
Bueno, sucede que el “solve et coagule” de los viejos alquimistas del pasado milenio, ha cobrado una gran actualidad con la develación de la enseñanza Gnóstica contemporánea.
Con el impulso erótico debemos coagular, es decir, construir, cristalizar la naturaleza intima del hombre real. Mas también es importante declarar que si no disolvemos la materia bruta, los elementos pesados de la lujuria, del deseo, de la lascivia, etc…entonces la operación alquímica no dará resultado positivo. El solve, es el disolver o desintegrar e ego con toda su horrible e insoportable pluralidad.
En la mitología hindú, cuando Shiva es asesinado, la diosa Kali se pone en cuclillas sobre su cuerpo, arranca sus órganos para comérselos, y luego monta su Lingan todavía erecto para completar el ciclo de la creación. También vale la pena señalar que en la mayoría del arte hindú, su “lingan” se representa generalmente sin el resto de su cuerpo, siendo el miembro incorpóreo adorado por sí mismo: El objeto en forma horizontal es un “yoni” (literalmente: vagina) y que más a menudo se muestran juntos, en una penetración total.
Los misterios del viernes santo, del AMOR deben conocerse antes de llamarnos a sí mismos CRISTIANOS. El verdadero cristiano sabe amar a la mujer con todo su corazón ya que reconoce que es ella la compañera eterna, y que sin ella y su cooperación, no sería posible la auto-realización intima del Ser.
ENTRE LOS EGIPCIOS
Min era el antiguo dios egipcio de la fertilidad. En el arte egipcio -entre ello estatuas-, Min muestra siempre su phalo con la mano izquierda y un látigo trilla en su mano derecha levantada.
Obviamente el látigo de la Voluntad Consciente, muy diferente a la voluntad-ego que hoy por hoy predomina en la gran mayoría de los aspirantes al conocimiento sagrado de los misterios de la cámara nupcial.
El vulgar ser humano, ese que come, duerme, cohabita, y luego muere no tendrá jamás acceso a los misterios. Su único destino será nacer, sufrir y morir, tristemente.
Legva en África; Venus, Baco, Príapo y Dionisio en Grecia y Roma, fueron divinidades fálicas.
Los judíos tenían dioses fálicos y bosques sagrados consagrados al culto sexual. A veces los sacerdotes de los cultos fálicos se dejaron caer miserablemente y cayeron en el desenfreno de las orgías bacanales.
Herodoto refiere:
“Todas las mujeres de Babilonia tenían que prostituirse con los sacerdotes en los templos de Milita”.
Mientras que en Grecia y Roma, en los templos de Vesta, Venus Afrodita, Isis, etc., las sacerdotisas ejercían su santo sacerdocio sexual, en Capadocia, Antioquía, Pamplos, Chipre y Bylos, las sacerdotisas celebraban grandes procesiones portando, con infinita veneración y mística exaltación, un gran falo, cual dios o cuerpo generatriz de la vida y de la simiente.
Las vestales o ‘prostitutas sagradas’ como muchas veces les hemos llamado, en estos tiempos no existen dado el caso de la terrible degeneración de esta raza humana. Los colegios iniciáticos de antaño han desaparecido. Ya no es posible practicar la magia sexual como los antiguos, en los patios empedrados de las grandes pirámides se practicaba la alquimia sexual, y los sagrados ángeles acudían prestos en ese momento a llenarse de embeleso místico y de poder.
La magia amorosa solo es permitida en hogares legítimamente constituidos, entre hombre y mujer. Tenemos que hacer estas aclaraciones ya que en el movimiento gnóstico se han infiltrado algunos maricones que solo están contaminado a los que si quieren trabajar, es hora de hablarles claro: Ningún homosexual, ninguna lesbiana tendrá acceso a la sabiduría de la serpiente, esto es categórico.
Esta escultura es una muestra del culto fálico en las culturas mesoamericanas.
La Biblia tiene también muchas alusiones al culto fálico. El juramento, desde la época del patriarca Abraham, lo hacían los judíos apoyando la mano bajo el muslo, o sea sobre el miembro sagrado.
La Fiesta de los Tabernáculos era una orgía semejante a las famosas Saturnales de los romanos. El rito de la circuncisión es fálico totalmente.
La historia de todas las religiones está llena de símbolos y amuletos fálicos, tales como el Mizpah hebreo, el Poste de Mayo cristiano, etc. En tiempos antiguos se veneró profundamente piedras sagradas de formas fálicas, a veces semejantes al miembro viril, otras veces semejantes a la vulva, piedras de pedernal y de sílice, que se tenían por sagradas, por cuanto con ellas producían el fuego, ocultamente desarrollado en la médula espinal de los sacerdotes paganos, como divino privilegio.
En el cristianismo encontramos mucho falismo. La circuncisión de Jesús, la fiesta de los Reyes Magos, el Corpus Christi, etcétera, son fiestas fálicas heredadas de las santas religiones paganas.
La paloma, símbolo del Espíritu Santo y de la voluptuosa Venus Afrodita, se la representa siempre como instrumento fálico que utilizó el Espíritu Santo para fecundar a la Virgen María. La misma palabra sacrosanto proviene de sacro, y por lo tanto es de origen fálico.
El culto falico es terriblemente divino. El culto fálico es tremendamente científico y profundamente filosófico.
Samael Aun Weor, Libro: EL matrimonio perfecto, capitulo XXVII “Falismo Sagrado”
En Chichen Itza en una parte no abierta al público se encuentra el denominado Templo de los Falos, donde se tiene testimonio que se rendía el culto fálico relacionado con rituales de la lluvia, ya que consideraban a la lluvia como representación del semen divino que fertilizaba a la tierra que por su parte simbolizaba lo femenino. En su fachada y por debajo de la cornisa se puede apreciar una serie de caracoles que simulan ser miembros viriles incircuncisos y flácidos, mientras que las piedras del fondo parecieran representar los testículos, de allí su nombre, “templo de los falos”.
Dos atlantes o telemones custodian la entrada al templo con sus brazos levantados por detrás de su cabeza, simulando cargar la estructura.
EL MATRIMONIO PERFECTO (Capítulo XXVII)