La Educación Fundamental en su verdadero sentido es la Comprensión Profunda de uno mismo. Dentro de cada individuo se encuentran todas las Leyes de la Naturaleza.
Quien quiera conocer todas las maravillas de la Naturaleza, debe estudiarlas dentro de sí mismo.
La Falsa Educación sólo se preocupa por enriquecer el intelecto, y eso lo puede hacer cualquiera. Es obvio que con dinero cualquiera puede darse el lujo de comprar libros.
No nos pronunciamos contra la cultura intelectual, sólo nos pronunciamos contra el desorbitado afán acumulativo mental.
La falsa educación intelectual sólo ofrece sutiles escapatorias para huir de sí mismo.
Todo hombre erudito, todo vicioso intelectual, dispone siempre de maravillosas evasivas que le permiten huir de sí mismo.
Del Intelectualismo sin Espiritualidad resultan los BRIBONES, y éstos han llevado a la humanidad al caos y a la destrucción.
La técnica jamás puede capacitamos para conocernos a sí mismos en forma íntegra, unitotal.
Los padres de familia mandan a sus hijos a la escuela, al colegio, a la universidad, al politécnico, etc., para que aprendan alguna técnica, para que tengan alguna profesión, para que puedan finalmente ganarse la vida.
Es obvio que necesitamos saber alguna técnica, tener una profesión, pero eso es secundario.
Lo primario, lo fundamental, es conocerse a sí mismo, saber ¿quiénes somos?, ¿de dónde venimos?, ¿para dónde vamos?, ¿cuál es el objeto de nuestra existencia?.
En la vida hay de todo, alegrías, tristezas, amor, pasión, gozo, dolor, belleza, fealdad, etc., y cuando sabemos vivirla intensamente, cuando la comprendemos en todos los niveles de la Mente, encontramos nuestro lugar en la sociedad, creamos nuestra propia técnica, nuestra forma particular de vivir, sentir y pensar, pero lo contrario es falso ciento por ciento; la técnica por sí misma jamás puede originar la Comprensión de Fondo, la Comprensión Verdadera.
La educación actual ha resultado un rotundo fracaso porque le da exagerada importancia a la técnica, a la profesión, y es obvio que al subrayar la técnica, convierte al hombre en autómata mecánico, destruye sus mejores posibilidades.
Cultivar la capacidad y la eficiencia sin la Comprensión de la Vida, sin el Conocimiento de Sí Mismo, sin una Percepción Directa del proceso del Mí Mismo, sin un estudio detenido del propio modo de pensar’ sentir, desear y actuar, sólo servirá para aumentar nuestra propia crueldad, nuestro propio egoísmo, aquellos factores psicológicos que producen guerra, hambre, miseria, dolor.
El desarrollo exclusivo de la técnica ha producido mecánicos, científicos, técnicos, físicos atómicos, vivisectores de los pobres animales, inventores de armas destructivas, etc., etc., etc.
Todos esos profesionales, todos esos inventores de bombas atómicas y bombas de hidrógeno, todos esos vivisectores que atormentan a las criaturas de la Naturaleza, todos esos bribones lo único para lo que realmente sirven es para la guerra y la destrucción.
Nada saben todos esos bribones, nada entienden del proceso total de la vida en todas sus infinitas manifestaciones.
El progreso tecnológico general, sistemas de transportes, maquinas contadoras, alumbrado eléctrico, elevadores dentro de los edificios, cerebros electrónicos de toda especie, etc., resuelven millares de problemas que se procesan en el nivel superficial de la existencia, pero introduce en el individuo y en la sociedad multitud de problemas más amplios y profundos.
Vivir exclusivamente en el nivel superficial sin tener en cuenta los distintos terrenos y regiones más profundas de la Mente, significa de hecho atraer sobre nosotros y sobre nuestros hijos miseria, llanto y desesperación.
La Mayor necesidad, el problema más urgente de cada individuo, de cada persona, es comprender la vida en su forma integral, unitotal, porque sólo así estamos en condiciones de poder resolver satisfactoriamente todos nuestros íntimos problemas particulares.
El conocimiento técnico por sí mismo no puede resolver jamás todos nuestros problemas psicológicos, todos nuestros profundos complejos.
Si queremos ser Hombres de Verdad, Individuos Íntegros, debemos AutoExplorarnos Psicológicamente, Conocernos Profundamente en todos los territorios del pensamiento, porque la tecnología fuera de toda duda, se convierte en un instrumento destructivo, cuando no comprendemos de verdad todo el proceso total de la existencia, cuando no nos conocemos a sí mismos en forma íntegra.
Si el Animal Intelectual amara de verdad, si se conociera a sí mismo, si hubiera comprendido el proceso total de la vida, jamás habría cometido el crimen de fraccionar el átomo.
Nuestro progreso técnico es fantástico, pero sólo ha logrado aumentar nuestro poder agresivo para destruirnos los unos a los otros y por doquiera reina el terror, el hambre, la ignorancia y las enfermedades.
Ninguna profesión, ninguna técnica puede jamás darnos eso que se llama Plenitud, Felicidad Verdadera.
Cada cual en la vida sufre intensamente en su oficio, en su profesión, en su tren de vida rutinario y las cosas y las ocupaciones se convierten en instrumentos de envidia, murmuración, odio, amargura.
El mundo de los médicos, el mundo de los artistas, de los ingenieros, de los abogados, etc., cada uno de esos mundos, está lleno de dolor, murmuraciones, competencia, envidia, etc.
Sin la comprensión de nosotros mismos, la mera ocupación, oficio o profesión, nos lleva al dolor y a la búsqueda de evasivas. Algunos buscan escapatorias a través del alcohol, la cantina, la taberna, el cabaret. Otros quieren escapar a través de las drogas, la morfina, la cocaína, la marihuana, y otros por medio de la lujuria y la degeneración sexual, etc., etc.
Cuando se quiere reducir toda la vida a una técnica, a una profesión, a un sistema para ganar dinero y más dinero, el resultado es el aburrimiento, el fastidio y la búsqueda de evasivas.
Debemos convertirnos en individuos íntegros, completos y eso sólo es posible Conociéndonos a Sí Mismos y Disolviendo el Yo Psicológico.
La Educación Fundamental al mismo tiempo que estimula el aprendizaje de una técnica para ganarse la vida, debe realizar algo de mayor importancia, debe ayudar al hombre a experimentar, a sentir en todos sus aspectos y en todos los territorios de la Mente, el proceso de la existencia.
Si alguien tiene algo que decir, que lo diga. Y eso de decirlo es muy interesante porque así cada cual crea por sí mismo su propio estilo. Pero aprender estilos ajenos sin haber experimentado directamente por sí mismos la Vida en su forma íntegra, sólo conduce a la superficialidad.
Samael Aun Weor