La unión amorosa y sexual entre hombre y mujer, es la puerta candente de todos los misterios. Entrando por la puerta, quedan al descubierto todas las posibilidades humanas.
Se indica la puerta, pero no se anda el camino por otros, en otras palabras diremos que muchos han tenido conocimiento de la puerta, a muchos se les ha informado de la clave del Arcano pero muy pocos la han aceptado como la única posibilidad de regeneración humana.
Muchos iniciaron el trabajo pero después de algún tiempo en él, sucumbieron ante la lucha terrible de cada instante. El trabajo con la sexualidad en aras de la regeneración no gusta a nadie. Muchos se entusiasman, más luego de entrever la dureza del camino huyan despavoridos, esa es la realidad.
Siempre que hay unión hay cruz, cruce de fuerzas e impulsos, La unión sexual no es una excepción.
Cuando los órganos sexuales de hombre y mujer se unen en uno solo, aparece la Masónica G, sí señor, la G de todos los tiempos se encuentra en el sexo. Hermanos Masones, les invito en verdad a investigar conmigo, hasta llegar a la aceptación de este tremendo fundamento de la salvación.
La cruz salva y redime a los justos, pero también doblega y castiga a los blasfemos, a los que pasan la vida teorizando fríamente sin imaginar siquiera que el problema de la salvación está en la sexualidad superior.
No hay sabiduría sin la cruz, ni honra sin las pruebas pertinentes.
A la cruz llegamos todos en algún momento de la vida. La fuerza sexual no la puede detener nadie porque es con ella que surge la creación, la (G) de la generación tiene muchos niveles, prácticos y de comprensión.
No debemos evadir el trabajo con la cruz, quienes así proceden con el tiempo se descubren como los traidores del misterio magno de Dios. Los masturbadores, los abstemios que aparecen ante el pueblo ingenuo como castos, a la larga se descubren como fornicarios, adúlteros, y homosexuales.
Es mejor no tratar de corregir a la naturaleza. Es mejor ser un sexual natural que un infrasexual.
El primer paso para la práctica del Suprasexo, es ser buen padre de familia y un ser humano de sexualidad normal.
Normal es aquel que tienen su mujer, sus hijos, y que inocentemente entrega sus fluidos sexuales a la naturaleza, de allí y después de tremendas revoluciones y arrepentimientos, llegara a ser un practicante de la suprasexualidad.
La unión suprasexual es la práctica amorosa de la nueva era de Acuario. Por lo aquí expuesto nuestros lectores podrían formarse ideas equivocadas de la sexualidad.
Hemos conocido muchas personas que se forman un concepto equivocado con lo que les ensenamos, tales personas piensan que la práctica de la suprasexualidad es cosa fácil, pero ni se imaginan lo terrible que es esto.
Vamos al rescate de los principios profundos de la Iglesia y no podríamos evadir la cuestión sexual, el sexo es el fundamento de la creación, tanto en el hombre como en la naturaleza.
La iglesia real debe crearse en lo interno, paso a paso, prueba a prueba, dolor con arrepentimiento es la clave.
El sexo, la cruz y el amor son los ingredientes fundamentales de toda creación.
Que hacer, que decir cuando las palabras se agotan? A que medios recurrir para hacer entender lo inentendible? Porque esta humanidad se empeña tanto en ir contra lo divino? De donde proviene tanto odio y resentimiento hacia la cruz, hacia el sexo?
Es que acaso sería posible creación alguna excluyendo el sexo? Por supuesto que no. Nadie podría engendrar un hijo solo con la mente, se necesita de la convergencia de los dos polos en algún punto matemático.
Tenemos que seguir enfatizando esta tremenda realidad, ya que esta humanidad se degenera cada vez más nosotros los Gnósticos continuaremos con nuestro trabajo aunque le pese a muchos. Los grados iniciáticos se ganan así y no de otra manera.
Resulta muy oportuno citar en estos momentos parte del capítulo 19 del libro “El matrimonio perfecto” del Venerable Maestro Samael Aun Weor a propósito del tema trascendental de la Iniciación, veamos:
“La Iniciación es tu misma vida. Si quieres la Iniciación escríbela sobre una vara. El que tenga entendimiento que entienda, porque aquí hay sabiduría. La Iniciación no se compra ni se vende. Huyamos de aquellas Escuelas que dan Iniciaciones por correspondencia.
Huyamos de todos aquellos que venden Iniciaciones.
La Iniciación es algo muy íntimo del alma. El Yo no recibe iniciaciones. Aquellos que dicen: “Yo tengo tantas iniciaciones”, “Yo tengo tantos y tantos grados”, son mentirosos y farsantes, porque el Yo no recibe Iniciaciones ni Grados.
Existen nueve Iniciaciones de Misterios Menores, y cinco importantes Iniciaciones de Misterios Mayores. Es el alma quien recibe las Iniciaciones. Eso es demasiado íntimo; eso no se anda diciendo, no se debe contar a nadie.
Todas las Iniciaciones y Grados que confieren muchas Escuelas del Mundo Físico, realmente no tienen ningún valor en los Mundos Superiores. Los Maestros de la Logia Blanca sólo reconocen como verdaderas, las Legítimas Iniciaciones del Alma. Eso es completamente interno.
El Discípulo puede subir las nueve Arcadas, atravesar todas las nueve Iniciaciones de Misterios Menores sin haber trabajado con el Arcano A. Z. F. (La Magia Sexual). Empero, es imposible entrar a los Misterios Mayores, sin la Magia Sexual. (Este es el Arcano A.Z.F.).”
Hasta aquí estas excelsas palabras del quinto Arcángel del Apocalipsis encarnado en el siglo veinte para bien de las almas.
Estas palabras, emanadas de las profundidades de este Gran Ser han venido a recordarnos los fundamentos de la ciencia, y como espada flamígera nos parece que centellean fuego y muerte para los profanadores y traidores del Cristo.
Solo amando y dirigiendo ese amor hacia dios es como Dios nos vera como hijos suyos. No es hombre real aquel que no se haya creado gemelamente.
La creación del hombre es el problema principal del aspirante a la sapiencia de todos los tiempos, ya que uno debe ir constantemente contra los principios degenerados y contra las mentes decrepitas que solo exigen lo que no son capaces de crear por sí mismas.
“Amar, cuan bello es amar, pero solo las grandes almas pueden y saben amar. El amor es la mejor religión asequible”
Las parejas que se aman, pueden prolongar el acto indefinidamente si aprender a rechazar el orgasmo. La dicha inefable de esos momentos no se puede describir con humanas palabras. Los misterios de la pareja son el bálsamo para todos los males del mundo.
Muchos se divorcian después de haberse unido y haber jurado amor ante el ara sacra, no pasan las pruebas rigurosas del sendero.
Muchos quisieran ser felices y poseer la fuerza del amor indefinidamente, pero como fornican, esa dicha se desvanece sigilosamente. No hemos aprendido que el amor no llega, el amor se hace.
Estos seres humanos tendrán que aprender a hacer el amor si es quieren en realidad dejar de sufrir y conquistar la dicha inagotable del Ser.
El Ser es lo único que cuenta amigos, el Ser y nada más que el Ser eso es obvio. El Ser tiene todas las respuestas y todas las soluciones a la problemática actual, solo conquistando el Ser podría esta humanidad regenerarse.
Ramón T Juarez