El opio tiene algo más de cuatrocientos elementos activos, pero los químicos sólo conocen cuarenta y dos elementos. A continuación mencionamos esos cuarenta y dos elementos:
1-Morfina
2-Protopina
3-Lantopina
4-Porfiroksina
5-Opio o Nicotina
6-Paramorfina o Tebaína
7-Formina o Pseudoformina
8-Metamorfina
9-Gnoskopina
10-Oilopina
11-Atropina
12-Pirotina
13-Delteropina
14-Tiktoutina
15-Kolotina
16-Khaivatina
17-Zoutina
18-Trotopina
19-Laudanina
20-Laudanosina
21-Podotorina
22-Arkhatosina
23-Tokitoxina
24-Liktonozina
25-Makanidina
26-Papaverina
27-Krintonina
28-Kodomina
29-Kolomonina
30-Koilononina
31-Katarnina
32-Hidrokaternina
33-Opianina (Mekonina)
34-Mekonciozina
35-Pistotorina
36-Fykhtonozina
37-Codeína
38-Nartaeina
39-Pseudo-codeína
40-Microparaína
41-Microtebaína
42-Messaina
El opio en general o algunos de sus elementos activos suelen ser utilizados por los drogadictos y viciosos de todo tipo para fortalecer las malas consecuencias del abominable órgano Kundartiguador (cola de Satán).
Es urgente saber que, debido a una lamentable equivocación de ciertos individuos sagrados, en un remoto pasado todos los seres humanos tuvieron desarrollado el abominable órgano Kundartiguador (cola de Satán).
Más tarde, esos individuos sagrados le quitaron a la humanidad el abominable órgano Kundartiguador, guardando inteligentemente el fuego sagrado en el Chakra coxígeo, iglesia de Éfeso, Muladhara, centro magnético situado en el hueso coxígeo, base de la espina dorsal.
Las malas consecuencias del órgano Kundartiguador están constituidas por esa legión de diablos que toda persona carga dentro de sus cuerpos lunares.
Mendeléiev reunió y puso en lista todos los nombres de los elementos activos del opio, clasificándolos inteligentemente de acuerdo con sus pesos atómicos.
La sagrada ley del Heptaparaparshinokh, la ley del Siete, gobierna las siete cristalizaciones básicas fundamentales del opio.
Es urgente saber que a las siete cristalizaciones básicas del opio les corresponden otras siete, y a esas siete, otras siete, y son por todas 49 cristalizaciones desconocidas por la ciencia oficial.
Las siete propiedades independientes del opio, las siete cristalizaciones fundamentales, tienen siete propiedades subjetivas definidas que se corresponden con siete estados subjetivos del subconsciente humano.
Las siete veces siete cristalizaciones del opio se corresponden con siete veces siete estados subjetivos del opio, y con siete veces siete estados subconscientes del ser humano.
En nuestro pasado mensaje, 1964-1965, ya hablamos ampliamente sobre el opio en relación con los colores y los sonidos, hoy sólo nos proponemos estudiar la relación del opio con los estados subjetivos y el subconsciente humano.
Si queremos destruir las malas consecuencias del abominable órgano Kundartiguador dentro de nosotros mismos, necesitamos primero comprender que esas malas consecuencias se procesan en cada uno de los cuarenta y nueve estados subconscientes del ser humano.
Es necesario aclarar que dentro de esos cuarenta y nueve estados subconscientes del ser humano incluimos los llamados estados infraconscientes, inconscientes, etc.
Todos los diablos o pequeños yoes que se forman en los cinco cilindros de la máquina humana son las pésimas consecuencias del abominable órgano Kundartiguador.
Ya lo hemos dicho, y lo volvemos a repetir, que los cinco cilindros de la máquina humana son: Intelecto, Emoción, Movimiento, Instinto y Sexo.
En estos cinco cilindros de la máquina humana quedaron, para desgracia nuestra, las malas consecuencias del abominable órgano Kundartiguador.
Los viciosos del opio, los drogadictos, fortalecen desgraciadamente dentro de sus cinco cilindros de la máquina las pésimas consecuencias del abominable órgano Kundartiguador.
En los cuarenta y nueve terrenos del subconsciente humano viven los pequeños yoes que en su conjunto constituyen eso que se llama ego, yo, mi mismo, sí mismo.
El material atómico es diferente en cada uno de los cuarenta y nueve terrenos subconscientes del ser humano.
Cualquier defecto puede desaparecer de la región intelectual pero eso no significa que por ello el demonio que lo personifica haya dejado de existir, dicho demonio con el defecto que lo caracteriza continúa como una segunda unidad en la segunda región subconsciente.
Cualquier defecto puede desaparecer de la segunda región subconsciente pero continúa existiendo como una tercera unidad en la tercera región subconsciente, y así sucesivamente.
Existen siete unidades primarias, y dentro de esas siete existen siete unidades subconscientes secundarias; dentro de éstas existen siete unidades independientes terciarias, y, en todo esto, existen procesos de relación mutua, influencia mutua, etc.
Esto explica el por qué de la didáctica en las pruebas cósmicas: Sí un iniciado sale victorioso en una determinada prueba de lujuria en el mundo físico, puede fracasar en la misma prueba como unidad subconsciente secundaria o terciaria.
Un iniciado puede salir victorioso en pruebas de lujuria en 48 regiones subconscientes y fracasar en la región cuarenta y nueve.
Las distintas entidades o yoes que habitan en las cuarenta y nueve regiones que se corresponden con los cuarenta y nueve estados subjetivos del opio, suelen cometer crímenes que horrorizan, aun cuando el iniciado sea en el mundo físico todo un santo.
Las entidades subconscientes, los yoes que constituyen el ego, son verdaderos demonios independientes que se han robado parte de nuestra conciencia y que hacen todo lo contrario de lo que nosotros queremos.
Si en el mundo físico nos proponemos no fornicar, en las regiones subconscientes secundarias, terciarias, cuaternarias, etc., hacemos exactamente lo contrario; allí se fornica aun cuando en el mundo físico el iniciado haya llegado a la perfecta castidad.
Lo más grave es ese estado de auto-independencia con que actúan y viven esos yoes sumergidos subconscientes.
Lo más grave es no poder decir: Esas entidades son algo extraño, distinto. Realmente esas entidades son Yo Mismo.
Muchos iniciados salen victoriosos en treinta o cuarenta regiones cuando se les somete a pruebas en tal o cual defecto, pero en las otras regiones subconscientes fracasan lamentablemente.
Es claro que mientras esas entidades subconscientes, sumergidas, continúen existiendo en las cuarenta y nueve regiones subconscientes, nuestros defectos continúan existiendo.
Es urgente comprender cada defecto, no solamente en el nivel intelectual, sino también en cada uno de los cuarenta y nueve departamentos subconscientes de la mente.
El problema más grave surge en nosotros cuando a pesar de haber comprendido un defecto en todos los cuarenta y nueve terrenos subconscientes de la mente, fracasamos al ser sometidos a pruebas.
La prueba fracasada viene a indicarnos que todavía tenemos el defecto que queremos aniquilar.
Es claro que, si el Yo que personifica ese defecto que queremos desintegrar continúa existiendo dentro de cualquiera de las regiones subconscientes, el resultado es el fracaso en las pruebas.
Sólo la Madre Kundalini, la serpiente ígnea de nuestros mágicos poderes, puede ayudarnos en este caso, extrayendo, sacando de nuestros cuerpos lunares el defecto en persona, es decir, el yo que lo personifica.
Sin la Madre Divina se hace imposible extraer de las regiones subconscientes profundas los escondidos defectos personificados en los pequeños yoes sumergidos subconscientes.
Kundalini es una palabra compuesta que se divide en dos: Kunda, que nos recuerda el abominable órgano Kundartiguador; Lini, quiere decir fin.
Kundalini quiere decir fin del órgano Kundartiguador; con el Kundalini terminan las pésimas consecuencias del abominable órgano Kundartiguador. Ya dijimos y lo volvemos a repetir que en el yo pluralizado están personificadas esas malas consecuencias del mencionado órgano tenebroso.
Quien quiera disolver el yo pluralizado debe dejar el amor propio y la sobre-estimación de sí mismo. Quienes viven muy apegados de si mismos, quienes se quieren demasiado a si mismos, jamás podrán disolver el yo pluralizado.
La vida practica, la convivencia social, es el espejo de cuerpo entero donde podemos auto-descubrirnos. En convivencia social nuestros defectos escondidos saltan fuera, afloran espontáneamente, y si estamos en estado de alerta, entonces los vemos, los descubrimos.
Todo defecto escondido debe ser sometido a terribles análisis intelectuales y luego de haberlo comprendido profundamente, entonces hay que investigar y comprenderlo por medio de la meditación en todos los terrenos del subconsciente de la mente.
La comprensión lleva al iniciado a regiones subconscientes donde somos como hojas que lleva el viento, impotentes, incapaces de eliminar el defecto descubierto; entonces necesitamos pedir auxilio a la Divina Madre Kundalini, sólo Ella puede extraer de entre las profundidades subconscientes el demonio que personifica tal defecto, ella nos auxilia y arroja a los mundos infiernos a la entidad sumergida que personifica el defecto que queremos reducir a polvo.
Las entidades subconscientes sumergidas de nuestros defectos deben entrar poco a poco a los mundos infiernos con la ayuda de la Madre Divina Kundalini.
Las gentes codician virtudes, sin comprender que la codicia de cualquier tipo fortifica al yo pluralizado, y muchas son las personas que se auto engañan codiciando no ser codicioso.
Muchas son las personas que codician la virtud de la dulzura. No quieren comprender esas pobres gentes que sólo comprendiendo todos los procesos de la ira en todos los departamentos subconscientes, nace en nosotros la virtud de la dulzura.
Muchas son las gentes que codician la virtud de la castidad, no quieren entender esas gentes que sólo comprendiendo todos los procesos de la lujuria en todos los departamentos subconscientes, nace en nosotros la virtud de la castidad.
El orgullo suele disfrazarse con la túnica de la humildad, y son muchas las personas que codician la virtud de la humildad, sin comprender que sólo haciendo la disección al orgullo en todos los niveles subconscientes de la mente nace en nosotros, en forma natural y sencilla, la flor exótica de la humildad.
La envidia es el resorte secreto de toda la maquinaria social y son muchas las gentes que codician la virtud de la alegría por el bien ajeno, no quieren entender esas gentes que sólo comprendiendo los procesos infinitos de la envidia en todos los departamentos subconscientes de la mente, nace en nosotros la virtud de la alegría por el bien ajeno.
Muchos perezosos codician la virtud de la actividad, pero no quieren entender que sólo comprendiendo los procesos de la pereza en todos los terrenos de la mente, nace en nosotros la diligencia, la actividad.
Muchos glotones codician la virtud de la continencia, de la templanza, pero no quieren darse cuenta que sólo comprendiendo los procesos de la glotonería en los distintos pasillos y recovecos de la mente nace en nosotros, en forma natural y espontánea, la necesidad de comer poco y de ser mesurado en el beber.
La ira suele disfrazarse con la toga del juez o con la sonrisa amarga. Existen muchas gentes que no codician dinero, posición social, etc., pero codician virtudes, honores, el cielo, poderes psíquicos, etc.
Existen personas terriblemente castas en el nivel intelectual, pero espantosamente fornicarias en las distintas regiones subconscientes.
La fornicación suele disfrazarse con el piropo a la muchacha que pasa por la calle, o con la conversación “dizque” muy seria con la persona del sexo opuesto, o con el pretexto de amor a la belleza, etc.
Existen muchas gentes que no envidian dinero, posiciones sociales, puestos, honores, cosas, pero envidian a los santos, codician sus virtudes para llegar también a ser santos.
Existen gentes que visten humildemente, pero tienen sublimes orgullos, presumen de sencillez, no hacen ostentación de nada y esconden su orgullo no solamente de los demás sino también de si mismos.
Algunos glotones disfrazan su glotonería con aire de gente sencilla de domingo y día de campo, otros tratan de justificar su defecto diciendo que necesitan alimentarse bien para trabajar, etc.
Cada defecto es multifacético y en las regiones subconscientes se halla representado por múltiples entidades subjetivas o pequeños yoes, que viven dentro de nuestros cuerpos lunares y se proyectan en las regiones o terrenos subconscientes de la mente.
Sólo mediante la comprensión de fondo y con ayuda de la Madre Divina Kundalini podemos eliminar esos yoes de nuestros cuerpos lunares.
El iniciado, con la ayuda de la Madre Divina, necesita no solamente eliminar el deseo, sino también la sombra del deseo y hasta el recuerdo de tal sombra.
Las gentes confunden la pasión con el amor; es muy difícil hallar en la vida una pareja de verdaderos legítimos enamorados. Lo único que existe en el mundo son las parejas de apasionados. La pasión se disfraza con los ropajes del amor y habla delicias y cosas de paraíso.
Es posible que existan en el mundo algunas parejas de verdaderos enamorados que se amen y se adoren, pero esa clase de casos tenemos que buscarlos con la linterna de Diógenes.
Cualquier apasionado puede jurar que está enamorado, que está amando, y hasta casarse y vivir muchos años, o toda la vida, convencido de que está enamorado, engañado totalmente con el veneno de la pasión.
La gente común y corriente difícilmente admitiría estas afirmaciones, pero todo iniciado viene a saber esto y comprenderlo cuando está sometido a rigurosas pruebas en los distintos terrenos subconscientes.
El camino de la luz es muy angosto, estrecho y difícil, por algo se le llama la Senda del Filo de la Navaja.
En el círculo esotérico o público de la humanidad existen muchas personas que estudian pseudo-ocultismo, pero es muy raro hallar una persona seria que de verdad esté resuelta a trabajar por su auto-realización íntima.
En la práctica hemos podido evidenciar que a la gente lo único que le interesa es divertirse, y han hecho de todo esto una nueva forma de diversión.
Por doquiera abundan los mariposeadores que hoy están en una escuela y mañana en otra, que hoy escuchan a un conferencista y mañana a otro, que hoy se entusiasman con una enseñanza y mañana con otra.
Todos los mariposeadores que hemos conocido pierden su tiempo lamentablemente y mueren sin haberse autorrealizado.
Dentro de la mente existe el centro acumulativo, el centro que sólo quiere acumular teorías, datos, diversiones, etc.; dicho centro es el yo pluralizado.
Las distintas entidades del yo gozan acumulando, quieren divertirse; cuando una de esas entidades se entusiasma por la senda del filo de la navaja, es pronto desplazada por otra entidad que no quiere nada con esta senda, y entonces vemos que la persona ingresa a otra escuela, abandonando el camino.
El yo pluralizado es el peor enemigo de la autorrealización íntima; lo más grave es la forma sutil del engaño. Quien abandona la senda del filo de la navaja cree firmemente haber salido del error y haber encontrado el verdadero camino.
Todo estudiante gnóstico que quiera verdaderamente adquirir un centro permanente de conciencia, para tener continuidad de propósitos y lograr la auto-realización íntima, debe disolver el yo pluralizado, eliminar de sus cuerpos lunares las distintas entidades subconscientes, sumergidas, que se fabrican de momento en momento en los cinco cilindros de la máquina.
Sólo desegoistizándonos nos individualizamos y sólo poseyendo una verdadera individualidad dejamos de mariposear, adquirimos seriedad y continuidad de propósitos.
Es necesario dejar el perogrullo de creernos santos, porque en este mundo es muy difícil hallar un santo.
Todos nosotros tenemos los mismos defectos, y, quienes no tienen un determinado defecto en una dirección, lo tienen en otra, todos nosotros parecemos cortados con las mismas tijeras.
No debemos olvidar la íntima relación que existe entre los cuarenta y nueve estados subconscientes del opio, y los cuarenta y nueve estados subjetivos del animal intelectual llamado hombre.
La naturaleza habla por todas partes, y los siete veces siete estados subjetivos del opio se encuentran dentro del hombre.
Necesitamos reducir el yo a polvo, y esto sólo es posible a base de comprensión de fondo y con ayuda de la Divina Madre Kundalini, la serpiente ígnea de nuestros mágicos poderes.