EL SÉPTIMO SELLO

Y cuando él abrió el séptimo sello, fue hecho silencio en el cielo, casi por media hora” (Ap. 8: 1).

El Adorable Salvador del Mundo confiesa los pecados de la humanidad delante de su Padre y delante de los ángeles. La gran huérfana debe entrar en el hospital de los ángeles.

El Divino Esposo quiere salvar a sus hijos. Los tenebrosos quieren llevarse sus hijitos, y Él los junta debajo de sus brazos amorosos, como la gallina junta sus polluelos debajo de sus alas. Se trata de extirpar un tumor canceroso de entre el vientre de la gran huérfana.

“Y fue hecho silencio en el cielo casi por media hora”. Esta operación científica inevitablemente es muy dolorosa. Habrá algunos sobrevivientes de la gran catástrofe.

Habrá un silencio como de media hora. Un pequeño tiempo fugaz, pero suficiente como para salvar secretamente a los justos.

A orillas del inmenso mar de la vida se desenvuelven los grandes acontecimientos apocalípticos.

“Y vi los siete ángeles (Gabriel, Raphael, Uriel, Michael, Samael, Zachariel, Orifiel); y les fueron dadas siete trompetas” (Ap. 8: 2).

“Y otro ángel vino, y se paró delante del altar, teniendo un incensario de oro; y le fue dado mucho incienso para que lo añadiese a las oraciones de todos los santos sobre el altar de oro que estaba delante del trono (Ap. 8: 3).

“Y el humo del incienso subió de la mano del ángel delante de Dios con las oraciones de los santos” (Ap. 8: 4). Los santos serán cruelmente perseguidos por los ateos y tendrán que hacer mucha oración.

“Y el ángel tomó el incensario y lo llenó del fuego del altar, y echólo en la tierra y fueron hechos truenos y voces y relámpagos y terremotos” (Ap. 8: 5).

Entonces los gnósticos serán perseguidos a muerte. “Este evangelio del reino será predicado en todo el mundo, por testimonio a los gentiles, y entonces vendrá el fin” (Mateo 24: 14). Los ateos materialistas enemigos del Eterno están llenos de falso cientificismo. Los ateos perseguirán con furia a los gnósticos. Los ateos odian mortalmente la magia sexual. Por ese motivo los gnósticos serán perseguidos a muerte. El sexo es la puerta del edén, y los enemigos del Eterno no quieren que la gente se entre por esa puerta. Los gnósticos se multiplicarán a millones; pero serán cruelmente perseguidos y odiados.

“Y los siete ángeles que tenían las siete trompetas, se aparejaron para tocar. Y el primer ángel (Gabriel), tocó la trompeta y fue hecho granizo y fuego mezclado con sangre y fueron arrojados a la tierra; y la tercera parte de los árboles fue quemada y quemóse toda hierba verde” (Ap. 8: 6, 7).

La piedra de los filósofos es el sexo. Los sabios antiguos adoraban al sol bajo la simbólica forma de una piedra negra. Esa es la Piedra Heliogábala. Nuestro Adorable Salvador nos Enseñó a edificar sobre la peña viva. Y el Adorable dijo a Pedro: “Llámate Petrus, porque tú eres la primera piedra sobre la cual edificaré mi iglesia “.

La piedra filosofal es el fundamento de la ciencia, de la filosofía y de la religión.

La piedra filosofal es cuadrada como la Jerusalém celestial de San Juan. Sobre una de sus fases está el nombre de Adán, sobre la otra, el de Eva, y después los de Azoe e INRI sobre los otros dos lados.

La Piedra Filosofal es muy Sagrada.

La ciencia del anticristo ha profanado la sagrada piedra. Santuario develado, santuario profanado. Las piedras preciosas del templo son muy sagradas. Los maestros son hijos de las piedras. Ningún galeno debería tocar las piedras del templo. Las enfermas deberían ser atendidas por mujeres médicas. Empero los tiempos del fin ya llegaron. Y cuando el primer ángel tocó la trompeta fue hecho granizo y fuego mezclado con sangre. Agua helada mezclada con fuego y sangre. Ciencia, sangre y pasión. El templo de la ciencia fue profanado por el anticristo, y los seguidores de Esculapio fornicaron y adulteraron con las pobres enfermas. Toda hierba verde fue quemada; toda honra fue violada. El sagrado caduceo de Mercurio cayó sobre el pavimento del templo, hecho pedazos. Las espigas de la ciencia ya se volvieron maduras y el hombre recogerá ahora a manos llenas, los venenosos frutos del deseo. La trompeta del ángel regente de la Luna, ha sonado.

“Y el segundo ángel (Raphael) tocó la trompeta, y como un grande monte ardiendo con fuego, fue lanzado en la mar (la cabeza de toda la humanidad); y la tercera parte de la mar se tornó en sangre” (Ap. 8: 8). Billonadas enteras de seres humanos perecerán.

Se revisarán exactamente las deudas kármicas de todos y cada uno de los seres humanos, antes del gran cataclismo. Se harán cálculos matemáticos, exactos, antes del gran cataclismo.

El número es santo, es infinito, es eterno. Todo está dirigido por el Santo Número. Revisadas las cuentas de los libros, hechos los cálculos matemáticos, entonces vendrá el gran cataclismo.

“Y murió la tercera parte de las criaturas que estaban en la mar, las cuales tenían vida; y la tercera parte de los navíos pereció” (Ap. 8: 9). Billonadas enteras de seres humanos perecerán.

Entendemos por tercera parte el triángulo perfecto. La gran catástrofe que se avecina tiene un triple alcance. Es física, es anímica y es espiritual. Los mundos físico, anímico y espiritual se corresponden conjuntamente por las treinta y dos vías de luz que son los peldaños sagrados de la Escalera Santa.

Raphael, el ángel regente de Mercurio, ha tocado su trompeta y en los templos internos del Karma, se están haciendo los cálculos matemáticos.

El Bodhisattva de Raphael, está encarnado, desgraciadamente ahora está caído. Empero ese humilde Bodhisattva, lucha actualmente por levantarse.

“Y el tercer ángel (Uriel) tocó la trompeta, y cayó del cielo una grande estrella (la estrella de la amargura), ardiendo como una antorcha, y cayó en la tercera parte de los ríos, y en las fuentes de las aguas” (Ap. 8: 10).

“Y el nombre de la Estrella se dice ajenjo (amargura), y muchos hombres murieron por las aguas, porque fueron hechas amargas” (Ap. 8: 11).

El ángel de Venus ha tocado su trompeta. Todo acontecimiento es de triple alcance. La estrella de la amargura es de triple alcance. Los tres mundos: físico, anímico y espiritual se corresponden con las treinta y dos vías de luz que son los peldaños de la Escalera Santa.

Padre, madre, hijo, son un ternario perfecto. Los hogares se han llenado de amargura. El ternario es fecundidad, generación, naturaleza.

Las aguas son familias y muchedumbres, pueblos y lenguas.

Las aguas se volvieron ajenjo. Los hogares de la tierra se llenaron de fornicaciones, odios, adulterios y muy grande tribulación.

“Y el cuarto ángel (Michael) tocó la trompeta y fue herida la tercera parte del sol, y la tercera parte de la luna, y la tercera parte de las estrellas de tal manera que se obscureció la tercera parte de ellos, y no alumbraba la tercera parte del día, y lo mismo de la noche” (Ap. 8: 12).

Todos los acontecimientos cósmicos tienen un triple alcance: la ley del triángulo gobierna toda manifestación cósmica.

Las altas zonas de la atmósfera terrestre serán totalmente alteradas con las explosiones atómicas.

Entonces, por lógica consecuencia, no podrán filtrar y analizar los rayos del sol, la luna y las estrellas.

Pronto veremos el sol negro como cilicio y la luna como sangre. Entonces las estrellas se oscurecerán. No habrá luz. Un color rojizo ferruginoso cubrirá la faz de la tierra.

Todos estos grandes acontecimientos cósmicos son siempre de triple alcance. La ley del triángulo rige todo lo creado.

Con la alteración total de las zonas superiores de la atmósfera terrestre, se producirán terribles terremotos y grandes maremotos.

El mar tendrá un misterioso y extraño sonido. Olas monstruosas y terribles azotarán las playas. Las ciudades movidas por los terremotos serán convertidas en montón de ruinas.

La radioactividad aumentará cada día, y con ella vendrán grandes epidemias, enfermedades desconocidas, hambres, miseria y terrible tribulación. Las cosechas se perderán, y morirán hasta los peces de la mar.

“Mas, ¡ay de las preñadas y de las que crían en aquellos días!, porque habrá apuro grande sobre la tierra e ira en este pueblo” (Lucas 21: 23).

“Entonces habrá señales en el sol, y en la luna y en las estrellas; y en la tierra angustia de gentes por la confusión del sonido de la mar y de las olas; secándose los hombres a causa del temor y expectación de las cosas que sobrevendrán a la redondez de la tierra; porque las virtudes de los cielos serán conmovidas” (Lucas 21: 25, 26).

“Y miré, y oí un ángel volar por medio del cielo diciendo en alta voz: ¡Ay, ay, ay, de los que moran en la tierra, por razón de las otras voces de trompeta de los tres ángeles que han de tocar!” (Ap. 8: 13).

El príncipe de este mundo, ese yo, ese ego, ese mi mismo, que todos llevamos dentro, supone con su mente fatal una era de Acuario cómoda, sin problemas de ninguna especie, llena de grandes seguridades. El príncipe de este mundo es todo un señor de comodidades.

¡Ay de los moradores de la tierra! La edad de Acuario se aproxima y el rayo de la justicia caerá sobre Babilonia la Grande, la madre de todas las fornicaciones y abominaciones de la tierra.

Acuario influye sobre la atmósfera terrestre y Pedro, el Jefe del Colegio Apostólico, dijo: “Mas el día del Señor vendrá como ladrón en la noche; en el cual los cielos pasarán con grande estruendo y los elementos ardiendo serán deshechos, y la tierra y las obras que en ella están serán quemadas” (2a. Pedro 3: 10).

Acuario significa fin para la Gran Babilonia. Los tiempos del fin ya llegaron. La venida del Cristo significa revolución total sobre la faz de la tierra.

La tierra antigua fue destruida por el agua. Esta tierra que habita la raza aria, será destruida por el fuego de Acuario.

Los justos no deben temer; ellos serán salvados secretamente antes del gran cataclismo.

Lot, el justo, fue sacado de Sodoma cuando Sodoma y Gomorra estaban para ser destruidas por el fuego aterrador de los volcanes de la tierra. Los justos serán evacuados secretamente de la gran Babilonia.

Los justos no pagarán por los pecadores; esto sólo aconteció una vez, y ya ese tiempo pasó.

Samael Aun Weor

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