Ante los tribunales se presentan frecuentemente muchos casos de Brujería.
Las autoridades se ríen de esos casos y juzgan concretamente sobre delitos comunes excluyendo completamente las historietas de brujos, santeras, hechiceros o como se les quiera llamar.
Los brujos o magos negros, etc., ya saben que las autoridades no creen en su ciencia tenebrosa. Cuando el sugestionado, el cliente, el hechicero, etc., tienen que responder ante las autoridades, ellos prefieren entonces hablar concretamente sobre la parte exterior del delito porque saben por experiencia propia que las autoridades no creen en brujerías, hechicerías, etc., etc. En su interior los brujos consideran a las autoridades como gente que sabe mucho, pero que en estas cosas de hechicería o brujería, son absolutamente ignorantes.
Ese es el concepto que tienen los brujos honrados, aquellos que creen sinceramente en su religión, y en el poder y eficacia de sus ritos.
También existen falsos brujos que únicamente viven de la estafa, explotando la credulidad ajena, (esos son estafadores). Nosotros vamos a estudiar los brujos honrados.
No podemos negar que el sugestionador, el padrino, el incubo, etc., sean gente ignorante. Es lógico que la ignorancia es la madre de todos los crímenes, pero este problema no se resuelve con tratamientos correctivos pedagógicos basados en la cultura estrictamente oficial, ni tampoco con la privación de la libertad, ni con trabajos forzados.
El brujo continúa siendo brujo en la cárcel o en el destierro con cultura oficial o sin ella. El brujo dice: “Esta gente sabe mucho pero mi ciencia no la saben, mi ciencia es superior”.
Total, los sistemas oficiales de instrucción, corrección y castigo no sirven para reformar brujos. Sólo con la cultura espiritual superior pueden reformarse esas gentes ignorantes. Esos casos podían tratarse con tratamientos correctivos pedagógicos basados en la Teosofía, Rosacrucismo, Yoguismo, etc., etc. Se deberían tener profesores de estas materias y reformatorios especiales para tratar esos casos.
Detrás del treinta por ciento de los delitos comunes, está la brujería.
Empero los delincuentes callan porque saben que los jueces son escépticos y totalmente ignorantes en cuestión de brujería.
Realmente los jueces tienen cultura intelectual oficial, pero no conocen la ciencia de los brujos.
Los jueces sólo pueden acabar con su escepticismo y hacerse más al alma del pueblo, estudiando la Gnosis, la Teosofía, el Rosacrucismo, el Yoguismo, etc., etc.
La Psiquiatría forense puede ampliarse tremendamente con estos estudios, para explorar profundamente la causa causorum de todo delito.
La responsabilidad criminal ante los tribunales tiene raíces demasiado hondas, tan profundas que ni aun el Psico-análisis de Freud las sospecha.
Hay que dejar a un lado la pereza mental y los prejuicios aquellos del qué dirán, o del qué se dice, y estudiar Teosofía, Rosacrucismo, etc., etc.
La sabiduría oculta es el trasfondo de toda ciencia.
El gran Médico alemán doctor Arnoldo Krumm Heller cuenta en su novela Rosa-cruz el caso de un brujo que mediante una pieza de ropa usada de su víctima, trabajaba hechicería. La víctima era una pobre mujer. La infeliz se volvió loca, o mejor dijéramos, el brujo la volvió loca. Cuando el doctor Krumm Heller se presentó ante las autoridades a denunciar el caso, las autoridades se burlaron de él. ¡Claro!, Sobre esa base del escepticismo de las autoridades, los criminales de la brujería pueden cometer los crímenes más horribles sin que la justicia humana los alcance. Ellos se amparan con el escepticismo de los jueces.
A ellos les agrada el escepticismo de los jueces. A ellos les conviene que los jueces sean escépticos, porque ¡hay! de ellos, si les jueces conocieran la brujería.
Un científico ruso inventó un cerebro electrónico que es capaz de registrar la fuerza mental de un hombre. Si alguien da una orden al aparato electrónico, el aparato recoge las irradiaciones cerebrales, y mediante un complicado y difícil mecanismo pone en movimiento distintas maquinarias. Con esto ha quedado demostrada la realidad de la fuerza del pensamiento. Antes se reían los hombres de ciencia cuando se les hablaba de la fuerza mental, ahora la comienzan a utilizar en Rusia para mover máquinas y ahorrar botones automáticos.
No negamos que el sugestionado, y el sugestionador, el cliente y el súcubo sean de tipo oligofrénico, ignorantes fanáticos, que en estado delirante cometen crímenes horrendos, pero la realidad es que esa gente está manejando la fuerza mental ya demostrada con el aparato del científico ruso. Las ondas mentales viajan a través del espacio, y dentro de poco tiempo los hombres de ciencia inventarán antenas capaces de captar esas ondas, y aparatos como el radio capaces de hacer sonora esas ondas. Entonces nadie podrá ocultar más sus pensamientos.
Sin embargo hoy por hoy, ya existen aparatos capaces de medir la fuerza mental Los científicos las miden con base en los Micro-voltios.
Ha llegado pues la hora en que los jueces dejen de reír, y comiencen a estudiar.
Víctor Hugo dijo: “El que ríe de lo que desconoce está en el camino de ser idiota”.
Veamos el caso del Hipnotismo hasta hace relativamente pocos días, el Hipnotismo nos olía a brujos y calaveras, entre gallos de media noche y pitos de policía.
Ahora el Hipnotismo fue aceptado oficialmente por la ciencia médica para la curación de enfermos. Hay clínicas donde existen aparatos científicos para hipnotizar.
También existen brujos que utilizan el Hipnotismo para sus actos criminales y esto ya está previsto en el Código Penal de muchos países.
Un sujeto puede ser sugestionado por el brujo durante el sueño hipnótico. El brujo da la orden del crimen y sugestiona al sujeto pasivo. Más tarde el sujeto sin saber ni cómo ni por qué va y cumple la orden que le dio el brujo. Así se han cometido horrendos y espantosos delitos.
Los brujos suelen también usar distintos “Embos” los cuales depositan en la puerta de sus víctimas, estos famosos “Embos” cuando caen en manos de las autoridades provocan la proverbial risa escéptica de los jueces. El pueblo ya conoce el escepticismo de los jueces y ahora los acusados prefieren esconder los famosos “Embos” sea polvos especiales, aguas, maíz tostado, plumas, muñecos, piezas con sangre menstrual, etc., etc.
La fuerza del pensamiento en el trasfondo de los famosos “Embos” la imaginación del brujo se exalta con los “Embos” y entonces proyecta ondas cerebrales capaces de dañar y matar a su odiadas víctimas.
Sucede que muchas de esas víctimas de la brujería y de los “Embos” caen entonces en el delirio de persecución, se sienten amenazados por las fuerzas sobrenaturales del brujo y si son histéricas e impulsivas, pueden entonces cometer un homicidio Histérico, un acto de histeria.
Muchas veces esta clase de criminales (que en el fondo son víctimas) sufren de ataques “Histéricos-Epilépticos”.
Huxley el gran científico materialista aceptó que el éter (o el ultra) estaba poblado de toda clase de seres vivientes.
Los materialistas Dialécticos rechazan el éter y dicen que solo existen las energía Electro Magnéticas. Este es un nuevo nombre que se le da al éter. En una gota de agua existen millones de microbios para quienes la gota es un infinito.
En el “Ultra-Especial” existen fieras y monstruos que el hombre no puede percibir debido a las distintas modificaciones de la materia.
La Metafísica nada sabe de eso ni tampoco el Materialismo Dialéctico.
El clarividente puede percibir esas clases y formas de vida. (Aunque los materialistas se rían). El Ultra micrómetro puede registrar hasta la diez mil milésima parte de un milímetro.
Un galeno inglés inventó un lente con el cual se puede ver el Aura, la irradiación del cuerpo astral.
Pronto habrá lentes con los cuales se podrá ver la cuarta dimensión
Entonces la metafísica escolástica y el materialismo dialéctico se volverán ridículos ante el veredicto solemne de la conciencia pública.
Con esos lentes veremos los monstruos, y las larvas que obsesionan la mente de los delincuentes.
Si los jueces se ríen de eso, tendrán que reírse también de los microbios y renunciar al microscopio y a las vacunas.
La lógica nos invita a pensar que si existen microbios físicos que dañan el cuerpo físico, también existen microbios mentales que dañan la mente (Larvas, incubos, Súcubos, basilic, dragones, etc., etc.). Dentro de algún tiempo esa clase de microbios mentales será visible para todo el mundo. Ayer se inventó el microscopio para ver los microbios físicos, mañana se inventará el ultra-microscopio para ver los microbios del mundo de ultra.
Si existen las epidemias del cuerpo físico, también existen las epidemias morales oleadas de suicidio, robo, violencia, etc., etc. Esto se puede confirmar en las ciudades.
En ambos casos el agente son los microbios. Lógica es lógica.
Los endemoniados de Jatibonico en que toda una familia sufrió los más diversos y extraños trastornos mentales y el caso del crimen de “Mamá Coleta” mencionado en el capítulo dieciséis del presente libro, son casos concretos de obsesión psíquica. Epidemias morales.
El agente activo de esas epidemias son esas vidas del ultra, duendes, larvas, incubos, demonios etc., etc. Esta clase de nombres despierta resistencia en el Escéptico Materialismo, no peleemos por cuestión de términos, Bautizadlos con el nombre de microbios ultrasensible y quedaréis satisfechos.
Las más de las veces los hombres peleamos por cuestión de términos.
Pongámonos de acuerdo en los términos y luego analicemos
En el fondo los materialistas escépticos lo que tienen es un trauma. La causa de ese trauma es el dogmatismo católico romano. Se sintieron defraudados por la secta romana, y el resultado es el Trauma Psicológico. Ellos son los enemigos de Hegel.
Ahora todo lo que huela a espiritualidad se los parece inconscientemente a romanismo, y ese es el Trauma Psicológico.
Para que nos podáis escuchar en ausencia del yo traumado y enfermo, os informamos que nosotros no somos católicos ni tampoco materialistas. Nosotros somos Gnósticos. Gnosis significa conocimiento sabiduría.
Estudiemos pues los microbios ultra sensibles.
La infeliz mujer vidente o médium del capítulo dieciséis estaba obsesionada mentalmente por el brujo Barrueta ¿Os vuelve a molestar el término? ¿Tenéis miedo de creer en brujos? Asustaos entonces de los microbios. ¿Qué tal si llamáramos a los brujos, microbios, y si a estos últimos los llamáramos brujos? ¿Cuestión de términos. Verdad? ¿Entonces por qué pelear?
Analicemos sin preconceptos. La médium y toda la familia del caso “Mamá Coleta” estaban obsesionados por larvas, duendes, brujos, etc. (microbios) ultrasensibles que dentro de poco serán visibles cuando la óptica avance hacia el ultra). Un leproso tiene también su cuerpo invadido por el bacilo de Hansen, y un tuberculoso tiene sus pulmones invadidos por el Bacilo de Kock.
Entonces debemos analizar y reflexionar. Los microbios ultrasensibles pueden obsesionar la mente y conducir el hombre al delito.
Existen dos géneros de epidemias, de tipos de enfermedades. Las físicas y las psíquicas.
En el fondo todo se reduce al átomo, y el átomo es un trío de materia, energía y conciencia. Nosotros necesitamos investigar como se comportan las inteligencias del átomo. En la poca de Pasteur tampoco aceptaban los bacilos y se reían del sabio porque desinfectaba los instrumentos de cirugía. ¿Qué tiene pues de raro que ahora se rían de los Gnósticos por qué aceptamos la existencia de los microbios ultrasensibles?
¡Cosas de la época! Cuando la ciencia óptica avance, entonces ellos serán nuestros mejores defensores. Ese ha sido siempre el curso de la historia.
Los famosos Embos de los brujos son sustancias contagiosas, venenosas.
Esas substancias son verdaderas porta-microbios ultrasensibles que pueden afectar sensiblemente el organismo de las víctimas y conducirlas hasta la locura y la muerte. Si la ciencia médica de este siglo desconoce eso, más tarde lo conocerá.
Los “Embos” de los brujos son substancias porta bacilos, peligrosísimas.
La causa-causorum del caso Mamá Coleta, fue una epidemia psíquica.
Las cárceles están llenas de delincuentes mentalmente enfermos. Los microbios ultrasensibles enferman la mente y conducen al hombre al delito.
Millones de delincuentes se sienten inocentes y no existe todavía profilaxis mental, ni oficinas de salubridad mental Se habla mucho de cultura física pero faltan institutos de cultura psíquica. Se admiten corrientes de aire que son verdaderos porta-bacilos infecciosos, pero se ignora que las corrientes mentales son también transmisoras de microbios ultrasensibles capaces de dañar, enfermar y matar.
El caso de “Mamá Coleta” es el de una infección mental transmitida por las corrientes mentales de un brujo. Las víctimas cayeron en la cárcel y en la muerte, pero el asesino secreto quedó impune, ese no cayó, ese se salvó escondiéndose entre el escepticismo de los jueces.
Los casos de obsesión Psíquica deben ser estudiados por la Psiquiatría forense.
Las cárceles están llenas de enfermos mentales. (No hay médico para esos infelices). Millares de delincuentes son inocentes.
Se necesita ampliar la Psiquiatría forense.
Para toda enfermedad existe su antídoto específico.
Los brujos no se reforman con cultura externa. Ningún enfermo se cura con un remedio incompatible. No podríamos curar un tifo, con remedios para sarampión. Cada enfermedad necesita su antídoto especial.
Los brujos se reforman con su antídoto especial. Ese antídoto es la sabiduría oculta. La Gnosis, el yoguismo, la teosofía, el rosacrucismo, etc., etc.
Es obvio que cuando se condena a un delincuente, se requiere el cuerpo del delito. También se necesita justificar el cuerpo del delito de acuerdo con todas las formas legales establecidas por los Códigos de Procedimientos Penales.
No se puede condenar a un hombre por el delito de Magia Negra si no se conoce el cuerpo del delito. Tampoco se le podría condenar si el cuerpo del delito (en caso de que se conozca) no ha sido debidamente justificado de acuerdo con las formas establecidas por los códigos de Procedimientos Penales.
Cuando se acusa a un ciudadano del delito de Magia Negra.
Cuando se señala a un ciudadano como Mago Negro debe existir el cuerpo del delito, y ese cuerpo del delito debe haber sido debidamente justificado de acuerdo con los Procedimientos Penales.
Cuando se acusa a un ciudadano, cuando se le señala como Mago Negro, sin el cuerpo del delito, sin antecedentes criminales, así no más porque sí, sin pruebas judiciales, cae el acusador en el delito de calumnia y difamación de honor.
Las gentes que se dedican a estudios oculistas, Teosofistas, Rosacrucistas, Gnósticos, Yoguis, etc., etc., caen constantemente en los delitos de calumnia e injuria pública, Difamación de honor, etc., etc.
Esos hermanos deben cuidar un poco más la lengua porque con frecuencia están cayendo en los delitos de calumnia e injuria pública, difamación de honor, etc., etc.
Eso de decir que el hermano tal o la hermana fulana son magos negros, es delito de calumnia e injuria, y además difamación de honor. Los hermanos espirituales deben aprender a frenar la lengua.
“Por sus frutos los conoceréis”. A cada persona se conoce por sus obras. No puede ser mago negro un ciudadano sin antecedentes criminales.
No puede ser mago negro un caballero o una señora que cumplen con sus deberes de padre o de madre, y que pagan sus deudas, y que a nadie han matado, robado, injuriado, etc.
Los escépticos del materialismo se ríen de todas estas cosas. Dejando de lado el fanatismo de la secta materialista nosotros los Gnósticos decimos lo siguiente: El que ríe de lo que no conoce está a punto de ser idiota.
Cuando un hombre de ciencia se burla de la Yoga Asiática o del Budismo Esotérico está a punto de ser idiota.
Gracias a la ciencia práctica del occidente, se ha logrado el adelanto técnico. Y revolucionar el ramo de la Psiquiatría forense. La ciencia práctica experimentada y demostrada del occidente, nos permite poner la materia física a nuestro servicio. La ciencia práctica experimentada y demostrada de la Yoga oriental nos permite despertar de los sentidos de percepción interna con los cuales podemos ver, oír, tocar y palpar la 4º dimensión. Cuando el hombre amplía sus sentidos de percepción, recibe nuevas informaciones científicas que aumentan su caudal de sabiduría. La ciencia esotérica es la base fundamental de la naturaleza.
Cuando la ciencia occidental y la oriental se unan absolutamente, el hombre habrá hallado entonces una verdadera cultura integral, total libre de sectarismo fanáticos.
Hoy por hoy la ciencia de la criminología se halla estancada con las supersticiones de la secta fanática materialista.
Samael Aun Weor