1- “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios”.
“Este era en el principio con Dios”.
“Todas las cosas por él fueron hechas; y sin él nada de lo que es hecho, fue hecho”.
“En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres”.
“Y la luz en las tinieblas resplandece; mas las tinieblas no la comprendieron”.
“Fue un hombre enviado de Dios, el cual se llamaba Juan”.
“Este vino por testimonio, para que diese testimonio de la luz, para que todos creyesen por él”.
“No era él la luz, sino para que diese testimonio de la luz”.
“Aquél era la luz verdadera, que alumbra a todo hombre que viene a este mundo”.
“En el mundo estaba, y el mundo fue hecho por él; y el mundo no le conoció”.
“A lo suyo vino, y los suyos no le recibieron”.
“Mas a todos los que le recibieron, dioles potestad de ser hijos de Dios, a los que creen en su nombre”.
“Los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, mas de Dios”.
“Y aquel Verbo fue hecho carne, y habitó entre nosotros (y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre), lleno de gracia y de verdad”.
(Vers. 1 al 14. Cap. 1. San Juan, Nuevo Testamento).
2- El Verbo está depositado en el semen.
3- El Fíat luminoso y espermático del primer instante, duerme en el fondo de nuestra arca santa, aguardando la hora de ser realizado.
4- El Universo entero es la encarnación del Verbo.
5- Ese verbo es la sustancia cristónica del Logos Solar.
6- En los antiguos tiempos el hombre parlaba la divina lengua solar, y todas las criaturas de la tierra, del agua, del aire y del fuego, se arrodillaban ante el hombre y le obedecían.
7- Pero cuando el hombre comió de la fruta prohibida, olvidó la lengua de los hijos del fuego, y levantó la torre de Babel.
8- Esa torre simboliza todas las gramáticas del mundo.
9- Entonces los hombres quedaron confundidos entre tantos idiomas.
10- Antiguamente sólo se hablaba la lengua del Edén, y fue con ese verbo sagrado que los hijos del fuego crearon todas las cosas.
11- Y vino el Verbo al mundo, y lo colgaron de un madero, sobre las cumbres majestuosas del Calvario. A los suyos vino, pero los suyos no lo conocieron.
12- El verbo es la luz que ilumina a todo hombre que viene al mundo.
13- Cuando la serpiente sagrada llega a nuestra laringe, adquirimos el poder de parlar la divina lengua que otrora poseíamos en aquella edad de los titanes, cuando los ríos manaban leche y miel.
14- Entonces éramos gigantes.
15- Para parlar el verbo de oro, hay que practicar magia-sexual intensamente, porque el verbo del Logos Solar reside en nuestro semen Cristónico.
16- Tu mente resplandece con el fuego sagrado ¡oh ARHAT!
17- Tu mente flamea entre las ondulatorias llamas del espacio.
18- Las rosas ígneas de tu cuerpo mental, chisporrotean ardientemente entre las ascuas abrasadoras de tu entendimiento.
19- Una nueva rosa ígnea refulge ahora ardientemente en tu entendimiento, es la rosa ígnea de la garganta del cuerpo mental.
20- Brilla el cáliz sobre el árbol de tu existencia, el sol resplandece entre el espacio ardiente…
21- Entra ahora, ¡oh ARHAT! al santo templo de la mente cósmica, para que recibas el símbolo y la fiesta solemne del verbo que resuena en la creación entera, entre los fogosos ritmos del Mahavan y del Chotavan.
22- Las llamas del espacio, silban ardientemente entre la rosa ígnea de tu garganta.
23- Acuérdate hijo mío, que todas las cosas del universo no son sino las granulaciones del Fohat.
24- Escuchadme ahora, hijo mío:
25- Tu garganta es ahora la viva encarnación del verbo de los dioses.
26- Escuchadme, ¡oh ARHAT!, las llamas del universo parlan ahora a través de tu laringe creadora, desatando tempestades sobre las multitudes.
27- ¡Jerusalem! ¡Jerusalem!, la ciudad querida de los profetas, cuántas veces quise juntar tus hijos, como la gallina a sus polluelos, debajo de sus alas, y no quisisteis.
28- El verbo de las llamas sagradas se expresó a través de la laringe ardiente de los profetas de Sión, y cayeron los muros invictos de la ciudad querida de los profetas, ante el poder omnipotente del verbo.
29- La llama abrasadora del entendimiento cósmico, parlando el verbo de la luz, es terriblemente divina…
30- Tu mente ahora es una hoguera abrasadora, ¡oh ARHAT!
31- Tu cuarta serpiente te ha convertido ahora en un dragón ardiente de la palabra.
32- La fuerza sexual del Edén ha florecido ahora en “tus labios fecundos, hecho verbo”.
Aun Weor