LA ESCLAVITUD PSICOLÓGICA DESTRUYE LA CONVIVENCIA, depender Psicológicamente de alguien es esclavitud.
Si nuestra manera de pensar, sentir y obrar depende de la manera de pensar sentir y obrar de aquellas personas que conviven con nosotros entonces estamos bien fritos.
Constantemente recibimos cartas de muchas gentes deseosas de DISOLVER EL YO, pero se quejan de la mujer, de los hijos, del hermano, de la familia, del Marido, del Patrón etc. etc. etc.
Esas gentes exigen condiciones para disolver el YO, quieren comodidades para aniquilar el YO reclaman magnífica conducta de aquellos que con ellos conviven.
Lo más chistoso de todo esto es que esas pobres gentes buscan evasivas, quieren huir, abandonar su hogar, su trabajo, etc., dizque para AUTO REALIZARSE a fondo.
Pobres gentes… sus adorados tormentos son sus amos naturalmente, estas gentes no han aprendido a ser libres, su conducta depende de la conducta ajena.
Si queremos seguir la senda de castidad y aspiramos a que primero la mujer sea casta, entonces estamos fracasados.
Si queremos dejar de ser borrachos pero nos apenamos cuando nos ofrecen la copa por aquello del que dirán, o que nuestros amigos se enojen, entonces jamás dejaremos de ser borrachos.
Si queremos dejar de ser corajudos, irascibles, iracundos furiosos, pero como primera condición exigimos que aquellos que conviven con nosotros sean dulces y serenos y que no hagan nada que nos moleste, entonces si estamos bien fracasados porque ellos no son Santos y en cualquier momento acabarán con todas nuestras buenas intenciones.
Si queremos disolver el YO necesitamos ser libres quien depende de la conducta ajena, no podrá disolver el YO
Nuestra conducta debe ser propia y muy propia y no debe depender de nadie, nuestros pensamientos, sentimientos y acciones deben fluir independientemente desde adentro hacia afuera.
Las peores dificultades nos ofrecen las mejores oportunidades, en el pasado existieron sabios rodeados de toda clase de comodidades y sin dificultades de ninguna especie.
Esos sabios queriendo aniquilar el YO tuvieron que crearse a sí mismos situaciones difíciles.
En las difíciles situaciones tenemos oportunidades formidables para estudiar nuestros impulsos internos y externos, nuestros pensamientos, sentimientos, acciones, nuestras reacciones, voliciones, etc. etc. etc.
La Convivencia es un espejo de cuerpo entero donde podemos vernos tal como somos y no como aparentemente somos.
Hemos conocido a muchas personas que dicen: Yo ya no tengo ira, y a la menor provocación truenan y relampaguean. Otros dicen yo ya no tengo celos, pero basta una sonrisa del cónyuge o la cónyuge a cualquier buen vecino, para qué ya estén sus rostros bien verdes de celos.
¡Es una maravilla! La convivencia, si estamos bien atentos podemos descubrir a cada instante nuestros más secretos defectos ellos afloran, saltan fuera cuando menos lo esperamos.
Las gentes protestan por las dificultades que les ofrece la convivencia. No quieren darse cuenta las gentes que precisamente esas dificultades les están brindando todas las oportunidades necesarias para la disolución del YO.
La Convivencia es una escuela formidable, el libro de esa escuela tiene muchos tomos, el libro de esa escuela es el YO. Necesitamos ser libres de Verdad si es que realmente queremos disolver el YO. No es libre quien depende de la conducta ajena.
Solo aquel que se hace libre de verdad sabe lo que es AMOR, el esclavo no sabe lo que es el verdadero amor.
EL AMOR no se puede adquirir o comprar como quien compra un caballo o un traje, el AMOR no existe en la mente, no se puede practicar, nace en forma muy natural, simple y sencilla.
Si somos esclavos del pensar, sentir y hacer de los demás, jamás sabremos lo que es AMOR.
EL AMOR NACE EN NOSOTROS cuando acabamos con la ESCLAVITUD PSICOLÓGICA.
Necesitamos comprender muy profundamente y en todos los terrenos de la mente, todo ese complicado mecanismo de la ESCLAVITUD PSICOLÓGICA.
Existen muchas formas de esclavitud Psicológica, es necesario estudiar todas esas formas si es que realmente queremos disolver el YO.
Existe Esclavitud Psicológica no solo en lo interno sino también en lo externo.
Existen la esclavitud Intima, la secreta, la oculta, la que no sospechamos ni siquiera remotamente, etc. etc. etc.
El esclavo cree que ama cuando en verdad solo está temiendo. El esclavo no sabe lo que es el verdadero amor.
La mujer que teme a su marido, cree que lo adora cuando en verdad solo le está temiendo.
El marido que teme a su mujer, cree que la ama, cuando en realidad lo que sucede es que le teme, puede temer que se le vaya con otro, o que su carácter se torne agrio, o que se le niegue sexualmente, etc. etc. etc.
El trabajador que teme al Patrón cree que le ama, que le respeta, que vela por sus intereses. Etc. etc. etc.
Ningún esclavo Psicológico sabe lo que es AMOR. La esclavitud Psicológica es incompatible con el AMOR.
Existen dos géneros de conducta. Primera; La que viene de afuera hacia adentro. Segunda: La que va de adentro hacia afuera. La primera es el resultado la Esclavitud Psicológica y se produce por reacción; nos pegan y pegamos, nos insultan y contestamos groserías, etc. etc. etc.
El Segundo tipo de conducta es el mejor, el de aquel que ya no es esclavo, el de aquel que nada tiene qua ver con el pensar, sentir y hacer de los demás, ese tipo de conducta es independiente, recto, justo, si nos pegan contestamos bendiciendo, si nos insultan guardamos silencio, si quieren emborracharnos, no bebamos aún cuando nuestros amigos se enojen etc. etc. etc.
Ahora comprenderán nuestros lectores por qué la Libertad Psicológica trae eso que se llama AMOR.
Samael Aun Weor