La Alquimia se conoce como ciencia oculta, y se buscaba antiguamente para enseñar a los humanos a TRANSFORMAR EL PLOMO EN ORO, unas substancias en otras, el que estudia la ciencia Gnóstica aprende a ser alquimista y deja a un lado tantas leyendas fantásticas. Nuestro organismo transforma los alimentos que comemos en carne, sangre, excretas, etc. La rosa (el Rosal), transforma en fragancia y colorido el barro de la tierra. La Alquimia es ciencia divina.
La Química es la ciencia que estudia las propiedades particulares de los cuerpos y la acción que ejercen los unos sobre los otros, es una ciencia humana, la otra es divina… Para estudiar y aprender la química se requieren años de pacientes estudios y adiestramiento entre laboratorios. Para el manejo de la Alquimia solo se requieren dos laboratorios, uno positivo y otro negativo: varón-hembra, la mujer corresponde al Atanor que tanto buscaron los Alquimistas del medioevo y el varón es el sacerdote que oficia en el altar vivo.
Alquimia Sexual alude al conocimiento divino de la energía sexual, esa que los humanos desprecian y desperdician lamentablemente a cada instante y que los conduce a la decrepitud.
Así como en los laboratorios físicos se requiere limpieza, cosa igual se requiere en los cuerpos de los alquimistas como asepsia. Se requieren que limpien sus cuerpos intensamente destruyendo los vicios, defectos, manías y los grandes indeseables, criminalidad, prostitución, ira, codicia, etc.
Nuestra energía crística nos confiere el poder para exterminar toda esa gama de debilidades que nos sucumben en el mal. El Cristo es el Salvador, ésa energía nos libra de todo mal. El Movimiento Gnóstico Cristiano Universal tiene textos de enseñanza y orientación práctica para los interesados.
Para el mes de diciembre de 1981 tendremos un gran Congreso Gnóstico en la ciudad de Bogotá, D.E, República de Colombia, viene a ser el Tercer Congreso Internacional del Movimiento Gnóstico Cristiano Universal, quedan invitados todos los espiritualistas y religiosos de todas las creencias, tenemos el empeño de servir a las gentes de este martirizado mundo que cada día se desorientan más con vicios y placeres desenfrenados.
La pureza no es cuestión de poses, sino de finiquitar, destruir nuestros defectos. Cuando dejamos de perder la energía creadora nos hacemos castos y sirviendo a la humanidad nos volvemos santos. Si quieres servir al mundo prepárate, capacítate, conócete a ti mismo.
Los jóvenes de Acuario están agitados, se revelan contra las teorías intelectivas, contra el derecho de la enseñanza por el sistema de autoridad. Se requiere la revolución de la conciencia que los transforma en supernombres para remover y quemar la podredumbre del mundo.