GINEBRA

La eterna Dama, el ALMA-ESPÍRITU (BUDDHI), exige siempre de su caballero (EL ALMA HUMANA, MANAS SUPERIOR), todo género de inauditos sacrificios y prodigios de valor…

Ella la Divina Esposa Perfecta, es Ginebra, la Reina de los “JINAS”, aquella que a Lanzarote escanciaba el vino…

Delicioso vino de la espiritualidad trascendente, en las copas Iniciáticas de SUKRA y de MANTI…

Copas que no son, en suma, sino el Santo Grial en su significación de Cáliz de la suprema bebida o néctar Iniciático de los Dioses Santos…

¡Dichoso el Caballero que después de la dura brega celebre sus esponsales con la Reina de los “JINAS”!

Escrito está con letras de oro en el libro de la vida, que dentro del BUDDHI (ALMA-ESPÍRITU), como una vaso de alabastro fino y transparente, arde la llama de PRAJÑA (El Ser).

Una noche de indiscutibles delicias tuve la dicha de encontrar a mi bienamada en el paraje secreto de la Segunda Montaña…

Por el sendero solitario avanzaba lentamente la carroza de mi prometida… Dice la leyenda de los siglos que la Marquesa de Reaupré se paseaba en un coche de singular belleza, pues estaba hecho de porcelana pura; pero la carroza triunfal de mi WALKIRIA adorable, parecíase más bien a aquel otro coche que en los tiempos del “rococó” usara la mujer del Duque de Clermont: carruaje espléndido con tronco de seis caballos, los cuales llevaban herraduras de plata, y las ruedas, llantas del mismo metal…

La carroza triunfal de mi adorada se detiene ante un alcázar de pórfido luciente, do la riqueza y esplendor de oriente los muros y artesones abrillanta…

El espléndido vehículo se estaciona ante las puertas de bronce refulgente, que con tanta majestad espantan…

Pronto se ve allí cercado el carruaje por amable coro; distinguidos caballeros, príncipes y nobles; hermosas damas y delicados niños…

Alguien da una señal y yo obedezco; avanzo hacia la carroza del amor; veo a través de los cristales de la dicha a mi WALKIRIA (BUDDHI).

Ataviada ella con el vestido nupcial, el traje de Bodas del Alma, ha llegado mi prometida en su resplandeciente coche para los esponsales…

Desposarme ante el Ara Santa con mi Alma Gemela, el BUDDHI Teosófico ¡Qué dicha Dios mío!… Empero, se me dijo que debía todavía aguardar un poco…

La viril suministradora de la fuerza de lo alto me aplazaba y yo sufría lo indecible…

Por esa época hube de sumergirme profundamente en los Sacros Misterios de Minna, las pavorosas tinieblas lunares de un amor que es de la muerte hermano gemelo…

Trabajé intensivamente en la SÚPER-OSCURIDAD del silencio y el secreto augusto de los sabios…

Tuve que aguardar por un tiempo y tiempos y la mitad62… Empero, yo suspiraba por Ginebra, la Reina de los “JINAS” (Mi ALMA-ESPIRITUAL).

Cierta noche, las estrellas centellando en el espacio infinito, parecían tener un nuevo aspecto…

Lejos del mundanal bullicio me encontraba en éxtasis; la puerta de mi recámara permanecía herméticamente cerrada…

Fue entonces ciertamente cuando celebré las Bodas con mi adorada (BUDDHI); ella entró en mí y yo me perdí en ella…

En esos instantes de bienaventuranza brilló intensivamente el Sol de la Media Noche (EL LOGOS SOLAR).

Me sentí transformado en forma íntegra; el famoso Chacra SAHASRARA, el Loto de los Mil Pétalos, la Corona de los Santos, resplandeció victorioso en mi Glándula Pineal y entré en ese estado conocido entre los Indostanos con el término Sánscrito de “PARAMANANDA” (Suprema felicidad Espiritual).

Fue entonces cuando sentí la necesidad de convertirme en un auténtico y legítimo “BRAHMAVIDVARISHTA”.

Los Mil Yogas Nadis del SAHASRARA me confirieron de hecho, poder sobre ciertas fuerzas sutiles de la naturaleza…

BUDDHI, mi Ginebra, mi Alma Espiritual, además de llevar el SHIVA-SHAKTI-TATTVA al máximum de actividad vibratoria, había puesto el PADMA Coronario en cierto estado de intensificadas funciones místicas…

Entonces me vi convertido en el Mensajero de la Nueva Era Acuaria, enseñándole a la humanidad una Doctrina tan nueva y tan revolucionaria… Y sin embargo tan antigua…

Cuando abrí la puerta de mi recámara, el Ojo de Diamante (La Pineal), me permitió ver innumerables enemigos. Es obvio que la difusión de la Gnosis, en su forma revolucionaria, aumentará cada vez más el número de mis adversarios.

No está de más decir que después de este gran evento cósmico, hubo de realizarse cierto rito nupcial en el templo. Mucha gente asistió a este festival del amor…

Incuestionablemente en la Quinta Iniciación del Fuego había encarnado a mi Humana Alma (EL MANAS SUPERIOR DE LA TEOSOFÍA).

Mas ahora, ¡Oh Dioses!, con este desposorio Alquimista y Cabalista, encarnaba también a mi Alma Espiritual (EL BUDDHI). Ostensiblemente dentro de este último, arde siempre en forma inalterable, la llama de PRAJÑA (El ÍNTIMO).

Samael Aun Weor

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