El extraordinario desarrollo, revolución y ascenso de la Cuarta Serpiente Venusta, hacia adentro y hacia arriba por el Canal Medular del Cuerpo Mental, me permitió vivenciar todo el crudo realismo evangélico de la magistral entrada del Gran KABIR Jesús en Jerusalem.
Entonces pude verificar por mí mismo y en forma directa, los aspectos inferior (Infierno) y superior (Cielo) del Mundo Mental.
Incuestionablemente, esa Hurgamandera de todas las fatalidades, o Gran Ramera Apocalíptica, cuyo número es 666, involuciona horripilante en los infiernos mentales…
No soy ciertamente ningún alevoso iconoclasta empeñado en destruir, cual vándalo intelectual, queridos ideales; empero debo confesar sinceramente y sin ambages, todo aquello que viera entre esas regiones “MANÁSICAS” de la naturaleza.
Icástica aparece la razón de las sin razones, en la región inferior de la mente concreta planetaria…
Aquello que percibiera con el sentido espacial en los infiernos mentales, ya fue dicho por San Juan, en el Apocalipsis:
“Mercadería de oro y de plata, y de piedras preciosas y de margaritas, y de lino fino, y de escarlata, y de seda y de grana, y de toda madera olorosa, y de todo vaso de marfil, y de cobre, y de hierro, y de mármol”.
“Y canela, y olores y ungüentos, y de incienso, y de vino y de aceite; y de flor de harina y trigo, y de bestias y de ovejas; y de caballos, y de carros, y de siervos, y de almas de hombres”. Horribles edificios y lechos de Procusto, donde fornica incesantemente la Gran Ramera.
Prostíbulos abominables; asqueantes calles, antros del cine donde se exhiben películas pornográficas, etc., etc., etc.
Pasar más allá del cuerpo, de los afectos y de la mente, es indispensable cuando se quiere la entrada triunfal en la Jerusalén de arriba. (El Cielo de Mercurio y después el Mundo del Espíritu).
Veamos ahora el capítulo 21 de Mateo: (Versículos del 1 al 20).
“Y como se acercaron a Jerusalén, y vinieron a Bethfagé; al Monte de los Olivos, Jesús envió dos discípulos, diciéndoles:”
“Id a la aldea que esta delante de vosotros, y luego hallaréis una asna atada, y un pollino con ella; desatadla, y traédmelos”.
“Y si alguno os dijere algo, decid: El Señor los ha menester. Y luego los dejará”.
“Y todo esto fue hecho, para que se cumpliese lo que fue dicho por el Profeta, que dijo”:
“Decid a la Hija de Sión”: “He aquí, tu Rey viene a ti, Manso, y sentado sobre una asna, (símbolo de la Mente). Y sobre un pollino, hijo de animal de yugo”.
“Y los discípulos fueron, e hicieron como Jesús –el Gran KABIR– les mandó”;
“Y trajeron el asna y el pollino, y pusieron sobre ellos sus mantos; y él se sentó sobre ellos”.
“Y la compañía, que era muy numerosa, tendía sus mantos en el camino; y otros cortaban ramos de los árboles y los tendían por camino –esotérico–”.
“Y las gentes que iban delante –en la senda del filo de la navaja– y los que iban detrás –en el esotérico sendero–, aclamaban, diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David! ¡Bendito el que viene en nombre del Señor! ¡Hosanna en las alturas!”.
“Y entrando él en Jerusalén, toda la ciudad se alborotó, diciendo: ¿Quién es éste?”.
“Y las gentes decían: Este es Jesús, el Profeta, de Nazaret de Galilea”.
“Y entró Jesús en el Templo de Dios –el Templo que cada uno de Nos lleva dentro– y echó fuera a todos los que vendían y compraban en el templo, –los mercaderes, los Yoes que personifican a nuestros defectos de tipo psicológico–, y trastorno las mesas de los cambiadores –Demonios que adulteran todo lo bueno– y las sillas de los que vendían palomas; (Diablos que venden al Tercer Logos, que comercian profanando al Espíritu Santo). (Fornicarios, Prostitutas, Lesbianas, homosexuales)”;
“Y les dice: Escrito está: Mi casa, casa de oración será llamada, mas vosotros cueva de ladrones la habéis hecho”. (Así la Mente de cada persona es guarida de perversidad).
“Entonces vinieron a él ciegos y cojos en el templo, y los sanó”. (Gentes incapaces de ver la verdad y sujetos que no podían andar el camino).
“Más los príncipes de los sacerdotes y los escribas –o intelectuales–, viendo las maravillas que hacía, y a los muchachos aclamando en el templo y diciendo: ¡Hosanna al Hijo de David!, se indignaron”.
“Y le dijeron: ¿Oyes lo que éstos dicen? Y JESÚS les dijo: Sí, ¿Nunca leísteis: De la boca de los niños y de los que maman perfeccionaste la alabanza?”.
“Y dejándolos, se salió fuera de la ciudad, a Bethania, y posó allí”.
“Y por la mañana, volviendo a la ciudad, tuvo hambre”.
“Y viendo una higuera cerca del camino –símbolo de la fuerza sexual–, vino a ella, y no halló nada en ella, sino hojas solamente; y le dijo: Nunca más para siempre nazca de ti fruto. Y luego se secó la higuera”.
Escrito está con carbones encendidos en el “Libro de los Esplendores”: “Árbol que no da fruto es cortado y echado al Fuego”.
Cuando Adam y Eva (la humanidad paradisíaca) comieron del fruto prohibido, fueron abiertos los ojos de entrambos y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera y se hicieron delantales.
Gautama, el BUDHA, sentado cuatro días con sus noches en profunda meditación a la sombra de la higuera, alcanzó la iluminación final.
En el antiguo Egipto de los Faraones, la higuera fue siempre venerada como símbolo viviente de la Energía Creadora del TERCER LOGOS.
Las criaturas involucionantes de los Mundos Infiernos ciertamente son higueras estériles que jamás dieron fruto.
“Sobre esta siempre verde higuera podría escribirse un extraño epígrafe, porque uno de los detalles más típicos, concomitante con ciertas videncias astrales, es de la planta siempre verde y que gira vertiginosamente”.
“Un buen amigo de Jumilla me dice: “En el término de este pueblo existe una cueva de bastante extensión y altura, donde crece una higuera que jamás pierde la hoja ni hecha fruto, y es creencia general, apoyada por el testimonio de varios que dicen haberlo visto, que el día de San Juan, al despuntar el día, sale de esta cueva una gran cohorte militar de espectros con caballos de guerra ricamente enjaezados; guerreros que, precedidos de fantásticos estandartes, se dirigen hacia el Sur, desapareciendo en la lontananza, cual si evocasen algún lejano hecho histórico”. (Esto es textual del “árbol de las hespérides”55).
Jesús, el Gran Sacerdote Gnóstico, dijo:
“La Piedra –filosofal, el sexo–, que desecharon los que edificaban. (Gente de muchas religiones). Esta fue hecha por cabeza de esquina:”
“Por el Señor es hecho esto, y es cosa maravillosa en nuestros ojos”.
“Por tanto os digo, que el Reino de dios será quitado de vosotros, y será dado a gente que haga los frutos de él”. (Personas que sean capaces de practicar Magia Sexual, disolver el Ego y sacrificarse por sus semejantes).
“Y el que cayese sobre esta piedra, –el sexo –, será quebrantado; y sobre quien ella cayese, le desmenuzará”.
Incuestionablemente, sólo mediante el Fuego Sexual es posible incinerar todos los agregados psíquicos perversos que llevamos dentro, para entrar a la Jerusalén Celestial en domingo de Ramos. (Véase mi libro titulado: «EL MISTERIO DEL ÁUREO FLORECER56»).
Samael Aun Weor