No fue medico, pero curó todas las enfermedades humanas.
No fue abogado, pero explicó los principios elementales de toda Ley.
No fue autor, pero ha inspirado toda la literatura viviente del mundo.
NO FUE ORADOR, FUE ALGO MAS, LA PALABRA ENCARNADA.
No fue poeta, ni músico, pero es el alma y la inspiración de todo canto y de toda música.
No fue artista, pero ha sido inagotable luz de grandes Maestros, tanto antiguos como modernos.
No fue arquitecto, pero ha sido el transformador de las almas y el constructor de caracteres de todos los tiempos.
No fue estadista, pero ha fundado los estados y las Instituciones de la humanidad.
Y lo que hay de más maravilloso en Él, es que fue un hombre perfecto, cuya vida no fue manchada por el pecado.