En la tierra de Egipto Jesús Ingresó como estudiante de misterios en una pirámide, y una vestal de blanca túnica, le entregó los primeros papiros para que estudiara.
Los árboles del Edem son dos: El árbol de la ciencia del bien y del mal, y el árbol de la vida. El árbol de la ciencia del bien y del mal es el sexo; el árbol de la vida es el Ser. Toda verdadera doctrina cultural tiene que estudiar detenidamente estos dos árboles, porque el estudio de un árbol con el olvido del otro, da un conocimiento incompleto e inútil. ¿De qué sirve estudiar al Ser si no conocemos el sexo? ¿De que sirve estudiar el sexo si no conocemos al Ser?. Ambos árboles son del Edem y hasta comparten sus raíces.
Estas son las dos grandes columnas torales de la Logia Blanca: Sabiduría y Amor. La Sabiduría es el árbol de ciencia del bien y del mal y el amor es el árbol de la vida. En el Egipto se estudiaba a fondo la doctrina de los dos árboles. La sombra fatal del árbol de la vida es el yo. La sombra fatal del árbol del conocimiento es la fornicación. La gente toma las sombras por la realidad.
El que acaba con el proceso del yo, realiza al Ser en sí mismo.
El que acaba con la fornicación se convierte en un Cristo. Jesús pasó por terribles purificaciones en el templo y un maestro lo instruía diariamente. Cierto día al bajar por una escalera, fue tentado por una mujer; Jesús salió victorioso porque venció a la tentación. El maestro fue probado muchas veces, la lucha con el yo fue terrible. El Bodhisattva se había caído en pasadas reencarnaciones, Jesús tuvo que levantar sus 5 serpientes caídas. Las serpientes sexta y séptima son del maestro.
Ningún maestro se cae, el que se cae es el Bodhisattva.
El Bodhisattva es el alma voluntad (alma humana). El alma humana está vestida con los cuatro cuerpos de pecado, que son físico, Etérico, astral y mental. La culebra de cada uno de estos cuatro cuerpos de pecado estaba caída y Jesús tuvo que levantarlas.
La quinta serpiente es del alma humana también estaba caída y tuvo que levantarla. Había reencarnado millares de veces en nuestra tierra y se habla caído. El hijo de Dios estaba lleno de gloria, pero el hijo del hombre estaba caído y se levantó. El hijo de Dios es el Cristo interno de todo hombre que viene al mundo.
Jesús estudió en el colegio de iniciados. Un tenebroso personaje de la sombra hacía guerra a los iniciados de Egipto por aquellos tiempos, pero los iniciados se mantuvieron firmes en la LUZ.
Un instructor le enseñó a Jesús los grandes misterios del sexo.
Había dentro de la pirámide una regia cámara nupcial, en esa cámara del templo Jesús practicó magia sexual con su mujer, esa mujer sacerdotisa era una mujer blanca, de cabellos rubios y hermosa alma, que era una altísima iniciada del templo. Jesús fue un hombre y un Dios; como hombre fue completo y tenía su mujer.
Durante el trance de magia sexual Jesús vocalizaba las sílabas sagradas en el siguiente orden: In… rrrrriiii; En… rrrrreeee; On… rrrrrooooo; Un… rrrrruuuuu; An… rrrrraaaaa.
El maestro vocalizaba estas sílabas sosteniendo el sonido largamente sobre cada una de las letras de las sílabas In-ri, En-re, On-ro, Un-ru, An-ra, alargando el sonido de cada letra. El mantram INRI despierta el sexto sentido situado en el entrecejo, entonces el hombre puede leer el pensamiento ajeno, y ver todas las cosas de los mundos internos. El mantram ENRE despierta el oído mágico, entonces el hombre puede oír a miles de leguas de distancia y puede escuchar las voces de los mundos internos. El mantram ONRO tiene el poder de abrir la intuición situada en el corazón; La intuición es el séptimo sentido y reside en el corazón y en la glándula pineal, esta es la voz del silencio en el corazón, en la glándula pineal es la Polividencia, o visión intuitiva, el intuitivo todo lo ve y todo lo sabe, es omnisciente, es poderoso. El mantram UNRU nos despierta el sentido de la telepatía, y entonces podemos percibir los pensamientos de las gentes a distancia, está situado arriba del ombligo en el plexo solar. El mantram ANRA nos despierta los chacras pulmonares, con los cuales recordamos nuestras pasadas reencarnaciones. Estos sentidos parecen flores de loto en el cuerpo astral.
Jesús hizo girar estas flores de loto durante la magia sexual.
En esos instantes el hombre y la mujer sexualmente unidos están llenos de electricidad y fuego cósmico; ese es el preciso instante para despertar el Kundalini y hacer girar los chacras, discos o ruedas magnéticas del cuerpo astral. Con la fuerza sexual podemos despertar todos los poderes del cuerpo astral.
Con la fuerza sexual nos convertimos en Ángeles. También vocalizaba el maestro el gran mantram AUM, este mantram se vocaliza esotéricamente AOM; Se abre bien la boca con la A se redondea con la O y se cierra con la M. Todo se engendra con la A, se gesta con la O y nace con la M. El que quiera nacer tiene que entrar al vientre de una mujer para tener derecho a nacer.
Cada letra del AOM hay que alargarla en forma sostenida. El mantram IAO también era vocalizado por el maestro Jesús durante el trance de magia sexual. Jesús sabía retirarse a tiempo para evitar la eyaculación seminal, así despertó todos los poderes ocultos.
El mantram IAO se vocaliza, articulando largamente cada una de las vocales por separado, sin unirlas. IAO tiene el poder de despertar la serpiente sagrada. Jesús supo amar a la mujer y así despertó el fuego sagrado del Espíritu, y recorrió las 33 cámaras sagradas del templo. Dios resplandece sobre la pareja perfecta. No hay nada más bello que la mujer; los goces del amor nos convierten en Dioses. Cuando la mujer sabe amar se convierte en Diosa. Cuando el hombre sabe adorar se convierte en Dios.
La pasión carnal tiñe el aura de un color sangre sucia, y cuando dominamos la pasión entonces ese color se transmuta en color rosa encarnado.
Es mejor querer que teorizar; es mucho mejor adorar, amar y besar que leer complicadas teorías. Empero matad al “Satán”.
Goethe dijo:
“Toda teoría es gris, y solo es verde el árbol de doradas frutas que es la vida”.
Samael Aun Weor