LA ERA DE ACUARIO

Mucho se ha dicho sobre la Era de Acuario, algunos la están esperando, otros suponen que hace mucho que entró. Nosotros nos atenemos a los hechos: el 4 de Febrero de 1.962, entre las dos y las tres de la tarde, los astrónomos del mundo entero fueron testigos de algo insólito, todos los planetas por aquella época tuvieron que pasar por un callejón de mundos; todos los planetas de nuestro Sistema Solar se reunieron en concilio bajo la constelación de Acuario; tal evento sólo se sucede, realmente, cuando se sucede una Era.

Así pues, hechos son hechos y ante los hechos tenemos que rendirnos. No estamos haciendo afirmaciones utópicas, lo que enfatizamos fue debidamente verificado desde todos los observatorios astronómicos. Así pues, obviamente, fue en la citada fecha, cuando realmente se inició la Era de Acuario entre el augusto tronar del pensamiento.

Muchos profetizan una Edad de Oro después del año 2.000, creen ciertamente que la Era de Acuario con todo su esplendor y belleza habrá de manifestarse plenamente más allá del año 2.000.

Se predice la desaparición de fronteras. Se cree que esta humanidad va a pasar por una transformación radical después del año 2.000.

Obviamente, mis caros hermanos, tales profecías fallan, no pasan de ser meros sofismas. ¿Y qué cosa es un sofisma? Un paredón sin cimientos, basta un leve empujón para convertirlo en menudo sedimento. Incuestionablemente, no es posible que el “Yo” psicológico de las multitudes pueda crear realmente una Edad de Oro; sería absurdo suponer que el Ego colectivo pudiese dar origen a una edad de luz y de belleza.

Dentro de nosotros están aquellos factores de la discordia que producen guerras: el egoísmo, el odio, la violencia, la lujuria; cuando el egoísmo y la violencia se expresan colectivamente, entonces aparece sobre el escenario de la vida la guerra. ¿Creen ustedes que en estas circunstancias pueda el Ego crear una edad de fraternidad y amor? ¿Con qué trabajadores vamos a hacer el edificio de la Edad de Acuario? ¿Cuáles son esas multitudes capaces de establecer sobre la faz de la Tierra la edad del esplendor y del amor? Ustedes que conocen muy bien a la gente, que conversan con sus semejantes, que saben lo que es una lucha por ganarse uno el pan de cada día, que saben lo que es la envidia, que han sufrido y que han hecho sufrir, ¿podrían aceptar la tesis de que esa gente que con nosotros convive, sean capaces de iniciar una edad de belleza y esplendores?

Dicen que el árbol se conoce por sus frutos. Así pues, reflexionando sinceramente, de todo corazón, aquéllos que profetizan una edad de bellezas y esplendores para después del año 2.000, están pues equivocados. Para poder crear hay que destruir.

Al llegar a esta parte, vienen a mi memoria diversos conceptos teosofistas, astrológicos, etc. Son muchos los variados teorizantes que conceptúan que una revolución de los ejes de la Tierra será necesaria y que antes de la edad de luz será producida dicha revolución.

Dicen que las aguas invadirán parte de la Tierra, aunque no toda la Tierra, y que perecerán millones por el agua. Suponen que un pedazo de la Tierra será pues lanzado al espacio, para convertirse en una nueva Luna, creen que de la región austral se desprenderá ese pedazo que habrá de formar un nuevo satélite alrededor de nuestra Tierra; después, dicen, vendrá la edad de los esplendores.

Muy bonitos conceptos, y muy trágicos también, pero muy equivocados; todos los que piensan que los futuros cataclismos serán por el agua, están fallando; porque si aceptamos esa tesis, tendríamos que quemar la Epístola Segunda de Pedro a los Romanos, y el Evangelio de Jesús, especialmente aquella página del Sermón Profético. Existen detalles que ustedes podrán ver en la Epístola Segunda de Pedro a los Romanos, que la destrucción que nos aguarda ahora será por el fuego. Ya dijo Pedro que la edad antigua fue destruida por el agua, también dijo que esta Tierra, la de ahora, será destruida por el fuego, que los elementos ardiendo serán desechos y todas las obras que en ella hay serán quemadas.

Así pues, quien tenga la fe de que el próximo cataclismo será por agua, está equivocado, sería una nueva repetición de la tragedia atlante, entonces, lo que los profetas habrían dicho quedaría indudablemente destruido, mas no es así.

Obviamente las palabras de Pedro se cumplirán, y lo que Mahoma dijo también se cumplirá.

La catástrofe que aguarda a nuestro mundo será por el fuego; ya los aztecas dijeron que los Hijos del Quinto Sol perecerían por el fuego y terremotos, y comienza a cumplirse la profecía. Sabemos muy bien que en el fondo del Atlántico y Pacífico existen grietas muy profundas, y algunas están tan hondas que permiten el contacto del agua con el fuego del interior de la Tierra; el resultado es que presiones y vapores aumentan de instante en instante, de segundo en segundo; a consecuencia de eso tiembla la Tierra por todas partes. Estas presiones y vapores se intensificarán de manera que los terremotos se propagarán mundialmente.

Hemos tenido hace poco terremotos, ya vieron ustedes la cantidad de muertos que ha habido, seguirán los terremotos en todos los rincones del mundo, y seguirán muriendo las gentes por millares y millones. Y lo último que habrá (fue dicho también por Mahoma) cuando la Luna se divida en dos políticamente, es decir, cuando se la peleen tirios y troyanos, será la señal del fin. Las montañas serán machacadas y volarán por los aires, dijo, y caerán sobre el piso hechas polvo, y los mares se saldrán de sus lechos, y los ríos también; ya está profetizado. De manera que, morirán todos los seres humanos, perecerá la Quinta Raza. Obviamente, Mahoma quiso referirse a una colisión de mundos.

Eso de que las montañas serían machacadas es algo que nos pone a pensar, eso no puede suceder sino por una colisión de mundos. Ciertamente, viene un planeta a través del espacio, el Planeta Rojo le dicen, el Planeta Frío; los científicos lo anunciaron y no han querido seguir hablando sobre él para no provocar crisis colectiva; se preparan, tienen afiladas sus baterías atómicas contra aquel mundo que viaja a través del espacio, sí, desean alejarlo, mas eso será completamente imposible, se trata de un mundo gigantesco; cuando aquél se acerque demasiado a nuestra órbita, se formarán olas monstruosas, nunca antes vistas, azotarán las playas, y un ruido extraño saldrá desde el fondo de los mares, los ríos no podrán permanecer tampoco en sus lechos, se desbordarán, el fuego líquido del interior de la Tierra, atraído por aquella mole inmensa, buscará salida, y surgirán aquí y acullá innumerables volcanes; todo eso irá acompañado de terribles terremotos y espantosos maremotos, las ciudades caerán hechas polvo como castillos de naipes y no habrá remedio, las gentes andarán como locas por las calles, hospitales abarrotados, escenas nunca vistas; no estoy exagerando, lo que he dicho lo podrá comprobar cualquier místico iluminado, esto yo lo aseguro sin temor a equivocarme, es allí en esa región de las causas naturales donde yo he estudiado lo que estoy diciendo.

Así pues, hermanos, será grave aquello, aquellos segundos, aquellos instantes en que aquel mundo que viene a devorarnos se acerque; las radiaciones de aquel mundo quemarán indudablemente a todo aquello que tenga vida, y verán una oscuridad que durará tres días y el fuego surgirá de todas partes, también explotará el depósito de hidrógeno terrestre y, entonces, como dijo Pedro en su Epístola a los Romanos, “los elementos ardiendo serán desechos y la Tierra y todas las obras que en ella hay serán quemadas”.

La colisión de mundos cuando físicamente suceda, no será ya sentida por nadie, porque cuando las dos masas choquen ya todo el mundo habrá muerto, todos habrán perecido. Lo que estoy diciendo ha sido también confirmado por científicos que han estudiado el planeta que viene, han hecho algunos cálculos con los que no estoy de acuerdo; suponen los hombres de ciencia que el acontecimiento es para el año 2400 y tantos. He sido informado por la Gran Logia Blanca que es para el año 2500. Dirán muchos:

“Para aquella época yo ya he muerto, qué me importa eso”.

Los que así piensan se equivocan, porque todos nosotros seremos testigos de aquel insólito acontecimiento cósmico, eso es obvio, aún los desencarnados lo verán; hasta las gentes que moran en el abismo, dentro de las entrañas de la Tierra, lo sentirán, no hay nadie que no vaya a ser testigo de este hecho, la mayor parte habrá retornado, estarán reincorporados en nuevos organismos y tendrán que sufrir y pasar por esa gran tragedia.

Así pues, la cruda realidad que nos aguarda en Acuario es esa; los teólogos no saben interpretar esa cuestión, ellos dicen:

“Acuario es el planeta de la ciencia, el planeta del aire, que conquistarán los espacios infinitos, donde se acabarán las fronteras, todo será amor”.

¿Así, porque sí, porque llegó Acuario, todo el mundo se transformó, sin trabajar, sin esforzarse por hacer nada? Es decir, en forma mecánica el que era malo dejó de serlo y se volvió un “alma de Dios”; según ellos, ya nunca más será malo, como si pudiera uno transformarse mecánicamente, como si no tuviera uno que luchar en sí mismo para transformarse, acabar con sus defectos psicológicos; es cosa absurda de pensar. Y saliendo de la constelación de Acuario tenemos a Leo, que es la constelación del amor, que da el cetro a los reyes y hace la fraternidad. Todo esto está bien, pero si supieran la cruda realidad de los hechos, que tal Leo es nada menos que la constelación del fuego. ¿Qué quiere decir esto? Que todo esto será consumido por el fuego, el León acabará con todo, el León de la Ley no dejará nada de vida, y todo esto se convertirá en cenizas; en toda esta Gran Babilonia no quedará piedra sobre piedra.

Acuario llevará al revolucionario a un mundo tremendamente revolucionario. Piensen ustedes, está gobernado por el planeta Urano, que es explosivo, terrible, atómico; entonces, tiene que aguardar la explosión total, la consumación de los siglos. ¿Verdad? La revolución radical y el final también de esta Gran Babilonia, es una cruda realidad, porque, ¿de qué otra manera podríamos transformarnos? ¿Mecánicamente? ¿Qué porque llegó Acuario, ahora todos somos unas almitas de Dios? ¿Ustedes creen eso? Acuario está gobernando ya desde 1.962, y ¿alguno de ustedes ya mejoró por ese motivo? ¿Creen ustedes que ya se acabaron las fronteras? No señores; la realidad es diferente y ya verán ustedes pronto, guerra y más guerras; la Tercera Guerra Mundial se acerca a pasos de gigantes, es un hecho. Así, pues, conviene que reflexionemos.

Por otra parte coloquemos un plano de realidades con relación a nosotros mismos. Por estos días desencarnó por allí un joven, buen hijo, alguien que veía de su madre, ilusión de ella, aparentemente de nobles sentimientos, etc. Luego de investigarle en los mundos internos, quise seguirle su trayectoria post-mortem; cuán grande fue mi sorpresa, lo hallé en el quinto circulo dantesco, dentro del reino mineral sumergido, en el Tártarus Griego, en el Avitchi Indostánico, en las infradimensiones de la Tierra; allí lo encontré, estaba involucionando en el tiempo, sin embargo, tenía buenos sentimientos, obviamente, él era buen hijo; claro, su madre no lo sabe.

El caso que estoy citando aquí, no digo su nombre, me limitaré exclusivamente a contar el hecho, sin mencionar el nombre del sujeto; pero allí involuciona. Pero, ¿por qué?, dirán muchos, “¿cómo es posible que ingrese en el Tártarus? ¿Cómo es posible que se halle en la región sumergida como criatura involucionante?”, siendo tan noble y de tan buenos sentimientos; se le había vencido su tiempo, sus 108 vidas y jamás había tenido un solo átomo de espiritualidad, nunca había sentido el anhelo de la Autorrealización del Ser, rechazó todo aquello que tuviera sabor espiritual; su única religión era el dinero. Cumplido su tiempo, después de 108 vidas, igual que cualquier criatura del mundo, involucionó. Se podría, pues, condenársele a vivir allí todo un Maha-Manvantara. Cuando mucho, pasará en esa región siete mil a ocho mil años, hasta llegar a la Muerte Segunda.

Fue al panteón dejando su cadáver; dentro de las entrañas de la Tierra tendrá que dejar otro cadáver: el Ego, el “Yo”, el mí mismo; la Esencia al fin logrará escapar para iniciar sobre la faz de este mundo (que para entonces estará ya transformado) una nueva evolución y habrá de iniciarse o reiniciarse desde el reino mineral, pasando por el vegetal, prosiguiendo por el animal, hasta reconquistar por último el estado de humanoide que otrora perdiera.

Por ahí conozco otro caso similar, pero ese a diferencia del sujeto que menciono, todavía no ha desencarnado; se trata de un joven que estuvo en peligro de morir, mas no murió, y ya está en los Mundos Infiernos; sin embargo vive, y es un buen hijo, quiere a su padre y a su madre, estudia, etc.; quiere ser alguien, subir al tope de la escalera, hacerse sentir, pero no tiene en su corazón un átomo de espiritualidad; vivirá unos cuantos años más y dejará el cuerpo, ya está dentro de la involución sumergida en los mundo infiernos; mas tiene cuerpo, será el último cuerpo; al dejar el cuerpo se dará cuenta que es habitante en los Mundos Infiernos. Lo curioso de esto es que aquellos que ingresan en la región sumergida de los infiernos, despiertan, no en forma positiva, sino negativa, para el mal y en el mal.

El sujeto que cité aquí, que desencarnó por estos días, ya despertó, a pesar de no tener ni un átomo de espiritualidad, pero en el mal y para el mal; sabe que ingresó a los Mundos Infiernos, está consciente de eso, mas su reacción no es favorable a la Divinidad; al contrario, está en contra de la Divinidad. Ese es el crudo realismo de los que ingresan en esas regiones. Como ustedes, la mayor parte de humanos que viven actualmente sobre la faz de la Tierra, como ya cumplieron sus 108 vidas o ya están para cumplirlas, es conveniente que todos ustedes se preocupen de verdad por la Autorrealización íntima del Ser, antes de que ya sea demasiado tarde. No es nada agradable mis hermanos, ingresar a la involución sumergida del reino mineral, vivir entre las entrañas de la Tierra, es demasiado doloroso; la leyes se multiplican espantosamente de círculo en círculo en esas regiones; en la región meramente superficial existen 96 leyes, en la segunda multiplicaremos esas 96 por 2, en la tercera por 3, en la cuarta por 4 y así sucesivamente; a mayor número de leyes mayor número de complicaciones y dolor.

De manera que, las involuciones dentro de las entrañas de la Tierra son espantosamente dolorosas, se vive una vida allí demasiado materialista y grosera; la única salida es la Muerte Segunda. ¿Por qué se le dice Muerte Segunda? Porque aquí sobre la Tierra, a poca profundidad, dejamos un cadáver, pero el que llega a las entrañas de la Tierra involucionando en el Tiempo, deja un cadáver en esa región, y esa es la Muerte Segunda. Después de esa segunda muerte, la Esencia queda limpia para reiniciar nuevos procesos evolutivos, pero entre tanto !cuánto se sufre mis caros hermanos en esas regiones! Por ejemplo, en eso de la violencia, las cosas inenarrables, no hay un segundo de paz, todos golpean a todos, las palabras que se escuchan son las más feas, calumnias espantosas, las amarguras por tal motivo, insoportables, ni un segundo de reposo, no desearía para ustedes semejante desgracia.

Así pues, conviene que nosotros nos hagamos cada vez más conscientes del Camino en que estamos; en vez de perder el tiempo, reflexionemos y trabajemos, porque este cuerpo que tenemos mis caros hermanos no durará mucho, en cualquier momento este cuerpo que tenemos va al panteón, en cualquier momento este cuerpo que tenemos estará siendo velado. Los invito a pensar antes de que lo perdamos, antes que pueda suceder ese hecho, que puede suceder en cualquier instante, que trabajemos, porque si alguno de ustedes ya está en la últimas de sus existencias, al trabajar se le darán nuevas oportunidades, pero si no trabajan, si no se preocupan por la Autorrealización, pues, esas nuevas oportunidades no le vendrán; por lo tanto, es mejor trabajar, entrar en el Camino, no perder el tiempo tontamente.

Durante el sepelio en el cual estuve hace algunos días, exclamó alguien:

“No ha muerto, el día de la Resurrección nos encontraremos todos, entonces no nos separemos jamás”.

Estas palabras se podrían interpretar como simbólicas; entiendo que aquélla que así exclamó, pertenece a una de esas sectas evangélicas o mormonas o algo por el estilo; la frase muy sutil, pero suponen muchos místicos, muchos anacoretas equivocados, que la Resurrección es así como soplar y hacer botellas, que vamos al sepulcro y que al fin aparece un día cualquiera el angelito tocando la trompeta y todo el mundo a levantarse del sepulcro porque ya llegó la hora. Todo eso es, claro, a base de sacrificios.

Cuando uno entra en el campo, en el terreno de la Sabiduría Hermética, sabe lo que es la Resurrección; obviamente la Resurrección hay que trabajarla, si uno la consigue ha de ser aquí y ahora, porque si así es el resurrecto ya es diferente, porque uno después de resurrecto, aquí y ahora, trabajando en la Gran Obra de la Alquimia Sexual, pues, cambia y se vuelve diferente, de hecho queda tan despierto que puede uno investigar todos los misterios de la muerte, queda absolutamente preparado para realizar cualquier tipo de investigación esotérica; de hecho, puede ponerse en contacto con todos los desencarnados habidos y por haber, con los que viven en el fondo de los Abismos y los que moran en las regiones del Astral o del Mental o del Causal; ya él no se sentirá separado de ningún desencarnado, sea de su familia o no lo sea; desde ese punto de vista podrá decirse que él se ha encontrado con la humanidad entera, pero eso es él.

Los que no han resucitado seguirán perdidos en el Abismo, los que moran en la Tierra pasando amarguras. Así pues la Resurrección no es para todos, sino para el que la trabaje; se puede llegar a la Resurrección mediante las Tres Purificaciones por el fuego y por el hierro.

Si miramos nosotros la Cruz, tenemos tres clavos, y encima la palabra INRI que significa: Ignis Natura Renovatur Integram. El fuego renueva incesantemente la naturaleza; y los 3 clavos significan las 3 purificaciones por el fuego y por el hierro. Después de las 3 purificaciones a base de fuego y hierro, se consigue la Resurrección esotérica aquí y ahora, en vida. Así pues, mis caros hermanos, sólo resucitando encontraremos a todos los que han fallecido, y no nos sentiremos ya separados de nadie, pero esa Resurrección hay que trabajarla, nos toca convertir la piedra bruta en piedra cúbica perfecta, y tenemos que cincelarla a base de cincel y martillo para darle la forma que debe tener. Una vez Autorrealizada la Piedra Filosofal, tendremos derecho a llevar en nuestra diestra, en el dedo anular, el Sello de Salomón, y con todo derecho, porque habremos logrado la unión de los dos triángulos, el triángulo superior o del fuego, y el triángulo inferior o de mercurio.

Cuando hemos conseguido el ligamen de los dos triángulos de Salomón, la Piedra Filosofal se ha Autorrealizado, sólo entonces adviene en nosotros la integración radical que nos convierte en Maestros perfectos por hecho y por derecho propio, o sea en resurrectos. Mucho más tarde en el tiempo nos habremos de transformar en el Gran Elegido, y Maestro Perfecto, es la máxima aspiración de todo verdadero esoterista. Hasta aquí mis caros hermanos, si alguien tiene alguna pregunta puede hacerla.

– Estudiante. Maestro, la humanidad se ha condenado a perecer totalmente, a excepción de aquél que consiga la Autorrealización íntima del Ser, entonces, ¿qué valor tuvo el que haya venido el Salvador, o sea, el Cristo?

– Maestro. Él vino, sí, a abrir el Camino públicamente, para los que quieran entrar por él, pero también es muy cierto que exclamó: “Muchos son los llamados y pocos los escogidos”. También dijo el Maestro: “De dos mujeres moliendo en un molino, una será tomada y otra dejada. De dos hombres trabajando en un campo, uno será tomado y otro dejado”. Así pues, no todos los seres humanos logran la Autorrealización, por eso también en el libro del Señor, en el “Bhagavad Gita”, la gran obra de Krishna, está escrito de “que de todos aquellos seres que vienen al mundo, muy pocos son los que buscan la perfección, muy pocos son los que llegan a la perfección, y todos los que llegan a la perfección, muy raro es el que me conoce”.

Así pues, no nos hagamos ilusiones, la Autorrealización íntima del Ser es para los pocos, recordemos que la Gran Maestra H. P. Blavatsky al escribir su obra “La voz del Silencio”, estampó en la primera parte una frase que dice: “Para los pocos”, porque realmente los siete portales de la Gran Obra que se corresponden con los siete días de la Creación, no son sino para los pocos; raros son los que podrían resistir las pruebas y muy pocos las han resistido. Cristo los llamó a todos, pero no todos llegan: muchos golpearán cuando el Padre de familia se reuniera en la sala, muchos golpearán la puerta diciendo:

“Señor, Señor ábrenos. Y entonces dirá: no os conozco, ¿de dónde sois? Pero, Señor, si con nosotros comisteis, en nuestras casas entrasteis. Digo que no os conozco”. Y entonces seréis lanzados a las tinieblas exteriores, donde solamente se oirá el crujir de dientes y el llanto. Tal tiniebla constituye el Avichi Indostán, el Tártarus Griego, los Mundos Infiernos citados por los libros de los muertos, etc. “Allí va ingresando toda la humanidad en su totalidad”.

Samael Aun Weor

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