La verdad debe ser comprendida por medio de una iluminación instantánea, pero el hecho, la completa AUTO-REALIZACIÓN ÍNTIMA DEL SER debe ser trabajada intensivamente en forma gradual.
El Mantram “Wu” se refiere, principalmente, al despertar de la experiencia mística en su sentido inmediato y el SAMYASAM BODHI (CHUE en la China), denota la iluminación permanente y completa.
Si mediante un ejercicio retrospectivo volvemos al punto de partida original y teóricamente devolvemos los huesos a nuestro padre y la carne a nuestra madre: ¿Dónde entonces estaremos? Es obvio que en la semilla, en el semen…
Esto nos induce a pensar que sin el SAHAJA MAITHUNA, jamás podríamos comprender la esencia de la sentencia del famoso Hua Tou, “Wu”…
Obsérvese las verticales de la “W”, estúdiese el conjunto; la forma gráfica de las combinaciones que enfatiza claramente la idea básica de sucesivas exaltaciones precedidas siempre por tremendas humillaciones.
Quien quiera subir debe primero bajar, esa es la Ley, la Iniciación es muerte y matrimonio a la vez.
Para mayor comprensión del Hua Tou, “Wu”, no está de más repetir lo siguiente: “El descenso a la novena esfera (el sexo), fue desde los antiguos tiempos la prueba máxima para la suprema dignidad del Hierofante. Jesús, Buddha, Hermes, Dante, Zoroastro, etc., tuvieron que pasar por esa difícil prueba”.
“Allí baja Marte para retemplar la espada y conquistar el corazón de Venus, Hércules para limpiar los establos de Augías, y Perseo para cortar la cabeza de la Medusa con su espada flamígera”.
Empero, para bien de la gran causa, conviene recordar que junto a la “W” resplandece en el ZEN la “U” radical, símbolo viviente de aquel “Gran vientre dentro del cual se gestan los mundos”.
En gramática cósmica la “RUNA UR” es ciertamente la Divina Madre-Espacio; la Sacra matriz donde se gestan bestias, hombres y dioses. Es incuestionable que sin el poder esotérico de DEVI KUNDALINI, sería imposible trabajar en la FRAGUA ENCENDIDA DE VULCANO (El sexo).
El Magisterio del fuego debe realizarse en siete días o períodos: Recordemos nuestra fórmula astrológica: Luna, Mercurio, Venus, Sol, Marte, Júpiter, Saturno (El cielo estrellado de Urano y el Empíreo clásico, son para aquellos que ya llegaron a la anhelada meta).
Yo gané el derecho a ingresar al cielo Lunar, después de una previa humillación. Esta es ley para todos los mundos. Nadie podría internarse definitivamente en los cielos de Mercurio, Venus, etc., sin antes haber trabajado esotéricamente en sus correspondientes infiernos planetarios.
Las experiencias “Wu” son una y muchas; una porque son idénticas en esencia, muchas porque difieren en profundidad, claridad y eficacia. Esto da una ligera idea del sentido y la naturaleza del “Wu”.
“¿Cuál es tu rostro original?” ¡Pregunta terrible del Maestro Meng Sham! El Génesis Hebraico dice: “El hombre abandonará padre y madre para unirse a su esposa y ser ambos, dos en una carne”.
¡Qué hablen los dioses de la aurora! ¡Qué me inspiren las musas! ¡Qué ruja el huracán!
Escrito está con carbones encendidos en el libro de todos los misterios, que todos los Avataras de Ishwara presenten siempre el requerimiento del Omni-misericordioso espíritu universal de vida: Restaurar sobre la faz de la tierra “el rostro original”, el estado prístino, paradisíaco, de ADAM-KADMON, el ente andrógino que encarna al par hombre y mujer.
Este precioso restablecimiento del Ser cósmico dentro de cada uno de nosotros, se realiza precisamente en los deliciosos instantes de aquel éxtasis supremo del amor en que dos seres, uno masculino, otro femenino, en pleno coito, ceden conscientemente su individualidad diferencial para fundirse en uno.
Y puesto que esta unidad no sólo es física, sino también de especie ANÍMICO-ESPIRITUAL las Doctrinas que rechazan la MAGIA SEXUAL de Eros resultan antihumanas y antidivinas.
Se halla en el ambiente cultural-espiritual de la época actual y sobre todo en los círculos esotéricos más refinados, el reconocimiento del hombre como imagen y semejanza del cosmos viviente y por ende el sentido cósmico de su potencia sexual.
Los teólogos y naturalistas medievales conocían ya algo sobre la conexión entre la energía sexual y las fuerzas prodigiosas que atravesaban el inalterable infinito…
Así, San Alberto Magno se hallaba imbuido en profunda creencia sobre el poder de los astros que ejercen decisiva influencia sobre la potencia sexual del individuo.
Opinando San Alberto que las estrellas eran bipolares, o sea de naturaleza Angélica-Animal, llegó a la secuencia lógica de que podría darse en el matrimonio una unión doble, espiritual y animal.
San Agustín el Patriarca Gnóstico, enfatiza la idea de que la libido sexual abarca no sólo todo el cuerpo, sino al ser íntimo que en la agitación carnal se enlaza con lo anímico, de manera que se forma una sensación de placer que no tiene igual ya entre los sensuales; así en el instante en que alcanza su punto culminante, es desconectada toda conciencia y toda fuerza de entendimiento.
Esta desconexión entre conciencia e intelecto es precisamente la que puede transfigurar el delicioso coito en sobrenatural, en espiritual, en algo terriblemente Divino.
Es la meta última de las prácticas místicas, como por ejemplo la del Zen, o la del quietismo cristiano de Fray Miguel de Molinos; la de llevarnos a la quietud y al silencio de la mente.
Cuando la mente está quieta, cuando la mente está en silencio, adviene lo nuevo.
En esos instantes de indiscutibles delicias la conciencia se escapa de entre la mortificante mente para experimentar lo real…
El segundo Patriarca del Zen preguntó al BODHI-DHARMA: ¿Cómo es posible alcanzar el TAO?
El BODHI-DHARMA respondió:
“Exteriormente, toda actividad cesa;
interiormente, la mente deja de agitarse.
Cuando la mente se ha convertido en un muro,
entonces puedes ingresar al TAO”.
Lo budistas CHAN en China rara vez hablan del SAMBODHI, la iluminación final (el famoso Chueb).
Como el “Wu” es fundamentalmente la experiencia mística del despertar a la verdad (Prajna), la persona que logra la vivencia “Wu” puede no ser capaz de dominarla, profundizarla y madurarla.
Se necesita mucho trabajo en la “Novena esfera” antes de llegar a la perfección, con el fin de apartar los pensamientos dualistas, egoístas y profundamente arraigados que surgen de las pasiones.
El evangelio del TAO ha dicho: “Purifica tu corazón, limpia tus pensamientos, ataja tus apetitos y conserva el semen”.
El autor de EL-KTAB, escrito maravilloso apreciado por los árabes, no se cansa de glorificar al coito; éste es para él con justa razón, el himno de alabanza más magnífico y sagrado, el anhelo más noble del hombre y su compañera tras la unidad primitiva y las delicias paradisíacas.
El amor es el FIAT LUX del libro de Moisés, el mandato Divino, la ley para todos los continentes, mares, mundos y espacios.
Cuando empuñamos valerosamente aquella lanza de Eros con el evidente propósito de reducir a polvo, todos y cada uno de los elementos subjetivos que llevamos dentro, brota la luz.
Dentro de cada entidad subconsciente existe esencia enfrascada, luz en estado potencial.
Así como el átomo al ser fraccionado libera energía, así también la destrucción total de cualquiera de nuestros elementos infernales libera luz.
Necesitamos hacer la luz en cada uno de nosotros. “Luz, más Luz” dijo Goethe al morir.
La Magia sexual es el fundamento eterno del FIAT luminoso y espermático del primer instante.
La muerte radical del Ego y demás elementos infrahumanos que llevamos dentro nos conduce a la Iluminación final (SAMYASAM-BODHI).
Así la iluminación ZEN, o “Wu”, varía mucho, desde el atisbo superficial de los principiantes sobre la esencia mental, hasta el Buddhismo total, como fue realizado por BUDDHA.
Samael Aun Weor