El Señor Kant nos dice en una de sus frases célebres lo siguiente:
“Se mide la inteligencia del individuo por la cantidad de incertidumbres que es capaz de soportar.”
Hablando de Inteligencia y de incertidumbres, estamos buceando en algunos de los aspectos críticos de la razón del hombre; entendido el termino “crítico” como un estado interrogante de la mente donde utiliza reservas de energía para indagación de algún problema, un estado desde el cual lucidamente se pasea el elemento luz-conciencia en los procesos psíquicos que ante un problema se viven.
Necesario e inaplazable es para el hombre aprender a analizar, a indagar en sus propios procesos íntimos sobre el porqué de la vida…y qué es vida per sé.
Sí, las crisis emocionales son dolorosas y hasta desconciertan a la mente, pero a la vez, son las etapas de la existencia donde mas se aprende, y donde más se acumulan experiencias para la labor gnostizante en la cual estamos, sin las cuales no sería posible originalidad alguna en la expresión.
Con el debido respeto a Kant y a su obra yo diría: SE MIDE LA INTELIGENCIA DEL INDIVIDUO POR SU CAPACIDAD DE ACTUAR CORRECTAMENTE, SIN VACILAR Y SIN DUDAR Y SIN CONSIDERAR LA OPCIÓN AL FRACASO.
No hay triunfo ni fracaso, todas las experiencias de la vida son fenómenos didácticos que el agente universal emplea para hacerse actual y tangible en la carne, en el mundo de las formas.
Ramón T Juarez