La Mente y la Intuición

El hombre mental reside en la cabeza con sus 7 portales. El cerebro está hecho para elaborar el pensamiento, pero no es el pensamiento. El cerebro es tan solo el instrumento del cuerpo mental.

El cuerpo mental es un organismo material, pero no es el organismo físico. El cuerpo mental tiene su ultra-fisiología, y su ultra-biología y su patología interna que los actuales hombres de ciencia desconocen por completo. El cuerpo mental está envuelto en una sedosa envoltura que lo protejo y lo mantiene en línea con el sistema nervioso-cerebro-espinal. Esta envoltura es la armadura engendrada del cuerpo mental, dicha armadura está recubierta toda de ciertos “conos truncados” llamados “módulos”, loa cuales vienen a ser los sentidos del cuerpo mental.

Entre esos centros sensoriales del cuerpo mental hay uno que le permite manejar las corrientes seminales, individuales y universales.

También existen en nuestro cuerpo mental ciertos sentidos que nos permiten recibir la sabiduría de las distintas estrellas. La parte inferior de nuestra armadura vino a formar las circunvoluciones del cerebro. El cuerpo mental tiene un núcleo atómico que le sirve de base: dicho núcleo es el átomo maestro de la mente. El átomo maestro de la mente tiene toda la sabiduría de la naturaleza y el que a través de la meditación interna aprenda a comunicarse con dicho átomo él lo enseña e instruye en la Sabiduría cósmica, porque él es sabio.

El átomo maestro reside en nuestro sistema seminal, pero practicando magia sexual, el átomo sube a la cabeza y entonces nos ilumina en el mundo de la mente.

La armadura argentada brilla como el oro cuando practicamos magia sexual, porque millones de átomos transformativos de altísimo voltaje, la recubren y transforman totalmente. Entonces sí viene el despertar de la conciencia y la aristocracia de la inteligencia. Entonces sí se puede hablar de cultura mental y de transformación étnica.

¿Cómo puede hablar el señor Cherenzi Lind de sublimación humana, de superación actual y de inmediatos resultados, sin poseer una sólida cultura mental? ¿Conoce acaso el señor Cherenzi Lind las íntimas relaciones existentes entre la sexualidad y la mente? El señor Cherenzi Lind antes de seguir con su impostura de “Avatar” debiera estudiarse el psicoanálisis de Sigmond Freud para que siquiera conozca las primeras nociones de la sexualidad en relación con la mente.

¿Esta creyendo el señor Cherenzi que jugando foot-ball, montando a caballo y seleccionando sensaciones va a lograr eso que se llama ampulosamente “novísimas concepciones”, “Cultura mental”, “Aristocracia de la Inteligencia” y el renacimiento espiritual? ¿Esta creyendo el señor Cherenzi que con su simpático sistema de controles mentales van sus discípulos a lograr la intuición?

Las 10 reglitas de la lección cuarta de su curso Esotérico, están buenas como para que se las venda al señor Israel Rojas para que con ellas haga mucho negocio. Eso de hablar de practicismo positivo y pragmático sin haber pasado el discípulo por una regeneración sexual, es el colmo de la necedad.

¿Cómo puede hablar de vida metódica y plena de atención un individuo degenerado por el morbo de la pasión carnal? ¿Cómo puede hablar de asociación de ideas y de anhelos un individuo cuyo cuerpo mental aun no ha sido transformado por los átomos transformativos?

¿Cómo puede hablar de expansión mental aquel que aún no tiene el átomo maestro en su trono? ¿Cómo puede hablar de la mente creadora el coitoso? ¿No sabe el señor Cherenzi que los pensamientos que no están penetrados por la energía determinativa de la naturaleza (energía sexual) se desintegran?

¿Ignora el señor Cherenzi que la energía determinativa es la fuerza sexual? ¿Cómo puede hablar de valor, voluntad y triunfo un individuo cuya glándula pineal esté atrofiada por la fornicación?

¿Es que el señor Cherenzi ignora las íntimas relaciones existentes entre la glándula pineal y las glándulas sexuales? ¿O es que el señor Cherenzi ignora que la glándula pineal es el centro emisor del pensamiento?

¿Cómo puede hablar de concentración mental un individuo cuyo cerebro está debilitado por el vicio del coito?

¿Cómo se atreve el señor Cherenzi a decir a sus discípulos aquello de suprimir los esfuerzos inútiles sin darles una orientación definida? ¿Cómo puede hablar de satisfacción personal y de bastarse a sí mismo un individuo que no se ha reencontrado a sí mismo y que debido a la magia negra se ha alejado del Íntimo? ¿Cómo puede bastarse a sí mismo un alma débil? ¿No se da cuenta el señor Cherenzi que las almas alejadas del Íntimo son débiles?

El señor Cherenzi no es mas que un arribista, un paranoico, un parvenús, un megalómano, auto-consagrado de Avatar, un falso profeta.

La mente se divide entre mente concreta y mente abstracta.

meditating with candles and incense
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Una cosa es la crítica de la razón práctica y otra cosa es la crítica de la razón pura. Los conceptos de contenido de la crítica de la razón práctica, se fundamentan en las experiencias de las percepciones sensoriales externas, y los conceptos de contenido de la crítica de la razón pura, se alimentan de las ideas a priori y de los intuitos.

Cherenzi ignora totalmente la filosofía de don Emmanuel Kant, el gran filósofo de Königsberg. Cherenzi con su sistema de controles y de selección de sensaciones, solo busca esclavizar a sus discípulos de la crítica de la razón práctica, de la mente inferior y de la mente concreta. Todo eso es pura y legítima magia negra, con ello solo se consigue convertir al discípulo en un esclavo de las sensaciones externas y en un mago negro. ¿Qué sabe Cherenzi de la crítica de la razón pura?

¿Qué sabe Cherenzi sobre el Brahma-vidya y sobre los íntimos? ¿Acaso conoce Cherenzi las intimas relaciones físico-somáticas del Brahma-vidya? Acaso Cherenzi es un Samyasin del pensamiento? ¿Acaso Cherenzi es un Damiorfla de la mente? ¿Acaso Cherenzi es un estudiante del Azug, libro de sabidurías orientales?

No, querido lector, Cherenzi no es más que un “arribista”, un paranoico, un megalómano, auto-consagrado de avatar y un falso profeta.

El Brahma-vidya es la mente del Íntimo.

La mente del Íntimo viene a ser el fruto o extracto de todas las experiencias adquiridas con el cuerpo mental.

El Brahma-vidya viene a ser el cuerpo aureolado de la victoria, mencionado en el libro “Dioses Atómicos”.

Una cosa es la mente como mente y otra cosa es la mente como instrumento. De las uniones momentáneas del Brahma-vidya con el cuerpo mental resultan las grandes iluminaciones cósmicas: el alma unida entonces con el Íntimo se sume dentro de la grande alma del mundo, la súper-alma de Emerson, y percibe todas las maravillas macro-cósmicas; pero para realizar estas maravillas es necesario haber abierto el ojo de “Dagma”; este ojo es la intuición.

El que ya es intuitivo tiene un cuerpo mental especialmente constituido. El núcleo de una mente así, es un circulo de color violáceo resplandeciente. El libro Azug llama a esta mente así organizada “Damiorfla”. Un “Damiorfla” no se doblega ante las potencias del mal ni tampoco es esclavo de “maya” (la ilusión).

El que quiera estudiar el “Azug”, libro de la sabiduría oriental, tiene que someterse primero a las grandes y terribles pruebas Iniciáticas. Yo recibí ese libro de manos del auténtico Maestro de la sabiduría Kout-Humi (K. H.).

El simpático sistemita Cherenzista de vivir todo el día seleccionando sensaciones y aguijoneando la mente con controles y más controles, solo consigue esclavizar al discípulo a la mente animal y al no menos fatídico del intelecto, todo ello es pura magia negra; con esta clase de enseñanzas tenebrosas solo se consigue una separación total entre la Mónada y la personalidad, y esto es precisamente lo que busca el señor Cherenzi porque a él no le interesa la “monada”, él solo rinde culto al guardián del umbral, a la bestia interna.

Cherenzi, Paúl Yagot, Marde y Arkinson, no han sido mas que grandes charlatanes, pietistas y paranoicos embaucadores que solo han conocido las actividades inferiores del entendimiento. ¿Cuál de ellos conoció la ultra-fisiología y ultra-biología del cuerpo mental? La mayor parte de esos ampulosos psicólogos practicistas con sus famosas inyecciones psicológicas no saben sino de reacciones sensoriales y atavismos subconscientes, pero ¿Cual de ellos conoce la estructura del cuerpo mental de un Brahamin? ¿Cuál de ellos conoce el uso y el manejo del tridente? Todos esos famosos psicólogos modernistas no son sino analfabetas en su ramo.

Una cosa es la razón y otra cosa es la intuición. La razón solo se alimenta de percepciones sensoriales externas. (Por medio de los sentidos percibe o recibe las impresiones y ella elabora las sensaciones), por ende es negativa y limitada.

El razonativo cree llegar a la verdad a través del batallar de las antitesis que dividen la mente y que la incapacitan para comprender la verdad.

El intuitivo, solo sabe escuchar la voz del silencio, y en su mente serena se reflejan con esplendente belleza las verdades eternas de la vida.

El razonativo convierte su mente en un campo de batalla lleno de prejuicios, miedo, apetencias, fanatismos, teoría y sus conclusiones siempre le deben ser favorables. Un lago turbio no puede jamás reflejar el sol de la verdad.

La mente del intuitivo fluye serena y silenciosa, lejos, muy lejos del negro batallar de las antítesis y de la tempestad de los exclusivismos.

La mente del razonativo es como un barco que solo sabe cambiar de muelles, y desde esos muelles que se llaman escuelas, teorías, religiones, partidos políticos, etc., acciona y reacciona con los preceptos ya establecidos. Una mente así es esclava de las energías estancadas de la vida, por ende tiene complicaciones y dolor.

Los hijos de la intuición, cual águilas rebeldes, se remontan altaneras hacia el sol de las grandes verdades inefables, libres del miedo, de ansias de acumulación, libres de sectas, religiones, escuelas, prejuicios sociales, fanatismos de banderas, apetencias, teorías, intelectualismos, odios, egoísmos, etc.

La mente del intuitivo fluye serena y silenciosa, deliciosamente como fuente cristalina de resplandeciente belleza entre el augusto tronar del pensamiento. El cuerpo mental del intuitivo es un vehículo maravilloso del Íntimo. La mente del intuitivo solo actúa bajo la dirección del Íntimo y de ello resulta la recta acción, el recto pensar y el recto sentir.

El hombre que en el mundo solo se mueve bajo la dirección del Íntimo, es feliz porque está lejos de toda clase de complicaciones y conflictos.

Para llegar a las cimas inefables de la intuición, hay necesidad de vivir integralmente de acuerdo con las sabias enseñanzas que el Divino Rabí de Galilea trajo a la tierra. Son las enseñanzas del Cristo las que nos conducen a las cimas inefables de la intuición. Lo interesante es movernos en el mundo físico exactamente de acuerdo con las sabias enseñanzas del Maestro. Lo interesante es hacer carne y sangre en nosotros las enseñanzas del Cristo.

Cristo no vino a fundar religiones: Cristo vino a unirnos con el Íntimo. (Nuestro Padre eterno).

Todas las enseñanzas del Cristo tienen el gran ritmo musical del plano de las oleadas de vida, que es el mundo búdico o intuicional. El Mantram Aum mani padme jum, vocalizado 10 minutos diarios, desarrolla la intuición. Ese Mantram se pronuncia así: om… ma… sssssss… iiiiiii… pad… me… yom… Éste es el mantram de la intuición”.

La práctica de las enseñanzas Crísticas despierta el chacra del corazón en nosotros y pone en actividad el cuerpo búdico o intuicional, que nos conduce a la sabiduría y a la felicidad eterna. La magia sexual forma parte de las enseñanzas que Cristo enseñó en secreto a sus 70 discípulos, y conforme vamos practicando las enseñanzas Crísticas, el cuerpo etérico se va reorganizando totalmente, aumentando el volumen de los dos éteres superiores: cierto centro que se forma en la cabeza, desciende al corazón y organiza este centro para la intuición.

Al no desperdiciar nuestra fuerza Crística, se forma una malla protectora al rededor del cuerpo etérico y en esta forma queda este cuerpo protegido de las corrientes externas. El cuerpo físico también se hace más fino y fuerte y hasta el rostro se transforma y embellece.

Las enseñanzas del Logos Solar operan sobre todos nuestros cuerpos internos y los convierten en finos instrumentos del Íntimo. Lo importante es vivir están enseñanza en la vida practica. Los miembros de “Amorc” confunden tristemente la mente cósmica con la conciencia cósmica. Una cosa son las ondas de la mente y otra cosa son las ondas de la conciencia.

La mente se nutre de la conciencia. La conciencia cósmica reúne las ondas afines de la mente. El tridente simboliza el juego de triple fuerza de los átomos transformativos de la mente.

El cuerpo mental no es el “yo”. El cuerpo mental solo es un instrumento del “yo”, y pretende el señor Cherenzi esclavizar a sus discípulos de ese instrumento material, es el colmo de la necedad.

La mente del intuitivo es un cáliz inefable lleno de sabiduría.

La mente del intuitivo es el cáliz del Santo-Grial repleto de la sangre del Mártir del Gólgota.

La mente del intuitivo es la copa sagrada del Pleroma, es la copa sagrada del Shamadi, es el licor de los dioses, es el Soma que beben los señores de la mente, es licor del amor, es el licor búdico, es el vino de luz, ya transmutado en la retorta ígnea de la bella Elena. Es la copa de los dioses inmortales.

ELENA

¡Salve! ¡Salve Dioses Inmortales!,

yo brindo por vosotros en este cáliz delicioso

y brindo por la virgen de los siete portales.

Yo brindo por la Elena de rostro majestuoso

y a ella canto mis cantares

bajo los pórticos inmortales

de su templo silencioso.

Elena, llena mi copa

con el vino de la intuición

Elena, escancia entre mi vaso

tu ánfora de amor…

Elena, consuela tú, mi adolorido corazón.

Quiero libar el licor de la sabiduría

aunque añada dolor… quiero embriagarme de luz y poesía

y despertar en brazos de tu amor.

Bella Elena, yo te amo,

tu eres el buril de la filosofía,

tu eres el fuego del arcano,

tu eres el ánfora de la sabiduría

y la ansiada prometida de los sabios.

La púrpura y el oro

de la antigua Itaca los pongo a tus pies.

¡Oh Elena!

pongo a tus pies el lujo de Atreida,

¡oh! núbil doncella,

pongo a tus pies las naves griegas.

¡Oh! diosa serena,

pongo a tus pies todas las antiguas ciudadelas,

¡oh! bella Elena.

Elena, llena mi copa,

con el vino de la intuición

escancia entre mi vaso

tu ánfora de amor.

Aun Weor

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