Ella era una tierna joven llena de encantadora belleza, su único delito fue haber amado mucho. Como sucede generalmente en estos casos, el galán después de haber satisfecho su deseo sexual, se aleja de ella.
Viene a nosotros la infeliz, quiere un consejo, está encinta. El galán la ha abandonado, le hizo promesas que no ha cumplido. Sus padres ignoran su estado; ya no puede ocultar al hijo que lleva en sus entrañas. Si confiesa será arrojada de su casa… ¿Y la Justicia? Es mayor de edad. Entonces, ¿qué hace? Está perdida. Mendiga por las calles, busca el burdel, la barriada, el vicio.
La mujer caída abunda en la vida urbana. Se le ve en los cabarets, en las cantinas lamentando su desgracia entre copa y copa. Se le ve en las calles mendigando con el hijo entre los brazos. Cometió un delito que la Sociedad, hipócritamente, no perdona. Haber amado mucho…
Los gobiernos de la tierra se ríen de estos casos, nadie compadece a la infeliz. Lo único que hace la Sociedad es arrojarla a la delincuencia.
Nosotros pedimos piedad para la mujer caída. Nosotros rogamos a los poderosos de la tierra Asistencia Social para estas infelices. Nosotros pedimos Caridad para estas mujeres.
Samael Aun Weor