LA NOVENA ESFERA

La tierra es un organismo maravilloso lleno de intensa vitalidad cósmica. En la superficie de la tierra existen rocas formidables donde habitan dichosos los Gnomos, tierra y arena.

El interior del organismo planetario es desconocido para la ciencia oficial, realmente es muy poco lo que los científicos saben sobre el interior de nuestro mundo.

Se dice que la temperatura va aumentando progresivamente de acuerdo con la profundidad, en proporción de 1° C.

Las ondas producidas por los terremotos dentro del interior del organismo planetario, se comportan como si penetrasen en el elemento líquido, pero como si atravesaran un sólido cuando se propagan más cerca de la superficie.

La capa de la superficie parece ser una corteza de cincuenta a sesenta kilómetros de profundidad. Sobre esta corteza maravillosa se encuentran los minerales, suelos, arena y agua.

Debajo de esta formidable corteza sobre la cual se ha desarrollado toda la historia de la humanidad, existe otra capa de 3.500 metros de espesor, compuesta de magnesio, oxígeno y silicio combinados en otra forma de roca sólida.

Nada por ahora pueden saber los científicos sobre el núcleo de la tierra, ellos tan solo opinan que su densidad y temperatura son muy elevadas y que aproximadamente mide 6.500 kilómetros de diámetro.

Desde el punto de vista esotérico, la tierra tiene nueve estratos y en el noveno se halla el símbolo del infinito.

Es necesario saber que el símbolo sagrado del infinito se encuentra en el corazón de la tierra, en su núcleo viviente y tiene forma de un ocho colocado en forma horizontal.

En el Santo Ocho, en el símbolo del infinito, se halla colocado simbólicamente el cerebro, corazón y sexo del genio de la Tierra.

Los dos círculos opuestos del Santo Ocho, representan el cerebro y el sexo. El centro del Santo Ocho es la sede simbólica del corazón.

La lucha es terrible, cerebro contra sexo, sexo contra cerebro y lo que es más terrible y lo que es más amargo, es aquello de corazón contra corazón.

Todos los seres organizados que viven sobre la superficie de la Tierra, están estructurados de acuerdo con este símbolo.

En el centro del Santo Ocho, existe un átomo central en el cual gravitan las doce esferas de vibración cósmica entre las cuales debe desarrollarse una Humanidad Solar.

Nueve meses permanece el feto dentro del vientre materno y nueve edades son necesarias para que nazca la humanidad planetaria.

La novena esfera es el sexo. En la novena esfera se encuentran el fuego y el agua, origen de mundos, bestias, hombres y Dioses. Toda auténtica iniciación blanca comienza por allí.

En la novena esfera se halla la fragua encendida de Vulcano, allí baja Marte para retemplar su espada y conquistar el corazón de Venus, Hermes para limpiar los establos de Augías y Perseo para cortar la cabeza de la medusa con su espada flamígera.

Desde los antiguos tiempos, el descenso a la novena esfera fue prueba máxima para la suprema dignidad del Hierofante, Buddha, Hermes, Jesús, Krishna, Dante, Zoroastro, Quetzalcoatl, Mahoma, Moisés, etc.

El símbolo del infinito es un símbolo esotérico que sólo se puede conocer a través del esoterismo.

Los grandes iniciados dicen que este símbolo está elaborado en oro puro y que se encuentra exactamente en el centro de la Tierra, en la Novena Esfera.

Realmente dentro de la Tierra viviente existen los mayores esplendores y las tinieblas más espesas.

Tenemos que comprender los tres aspectos del interior, de la Tierra:

Primer aspecto: minerales, agua, fuego, etc.

Segundo aspecto: Zona esotérica ultra-violeta.

Tercer aspecto: Zona infrarroja tenebrosa.

Las capas subterráneas de la Tierra representan el reino de los minerales (la Litosfera) y el reino de los metales (la Barisfera), que envuelven un corazón de increíble densidad e inercia.

En dimensiones de espacio superior dentro del organismo planetario, existen nueve esferas concéntricas superiores, a modo de sublimes regiones inefables, pobladas por criaturas elementales, Maestros, Devas, etc.

En dimensiones de espacio inferior sumergido infrarrojo, existen a modo de esferas concéntricas los mundos infiernos, de densidad creciente, que conducían según el Dante:

“Hacia el medio, en cuyo punto únense todas las sustancias pesadas… Ese punto, al cual de todas partes es arrastrada toda sustancia pesada”.

Este es, el centro del corazón de la Tierra donde se encuentra el máximun de densidad y gravedad, el asiento fundamental de Satán, el infierno.

Donde la luz brilla más clara, allí también las tinieblas son más espesas, esa es la ley de las analogías de los contrarios.

En el centro del corazón de la Tierra está la silla de Satán y el templo del genio de la Tierra, el símbolo del infinito y los ángeles y los demonios en eterna batalla.

El núcleo de la Tierra tiene en sí mismo tres aspectos. Primero: Físico. Segundo: Regiones del Ultravioleta. Tercero: Regiones del Infrarrojo.

La Novena Esfera, (el sexo), en el centro de la Tierra y en el hombre, es el campo de batalla entre los poderes de la luz y los poderes de las tinieblas.

La clave secreta que nos permite entrar a la novena esfera es el Arcano A.Z.F., el Sahaja Maithuna.

Recordemos que los símbolos de Shiva, el Tercer Logos, son siempre el Lingam negro embutido en el Yoni.

Lo importante es no eyacular el ENS SEMINIS durante el trance sexual, porque dentro del ENS SEMINIS se encuentra todo el ENS VIRTUTIS del fuego.

El Arcano A.Z.F., es la llave que nos permite abrir la novena puerta.

Samael Aún Weor

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