Esta importantísima glándula es muy pequeña. La próstata la tiene el hombre y todos los machos de las especies de los mamíferos.
Examinando cuidadosamente podemos ver que esa maravillosa glándula está situada exactamente en el cuello de la vejiga.
La ciencia oficial todavía no conoce totalmente todos los funcionamientos de la próstata.
La próstata segrega un liquido blanquecino y viscoso.
Los sabios de la medicina saben que en la mujer, la uretra mide tan sólo unos 35 milímetros y que es muy dilatable.
En el hombre se ha podido comprobar que tiene de 20 a 27 centímetros de larga.
Los médicos-magos de Grecia, Egipto, Samotracia, Troya, India, etc., etc., dieron siempre mucha importancia a la próstata. El Swami Sivananda, gran médico yogui de la India, dice que el loto de la próstata tiene seis pétalos.
En el ultra de la naturaleza, en la cuarta dimensión, viven muchos seres en cuerpo astral. Los sabios asiáticos dicen que ese chacra prostático les da conciencia de todos esos seres. Los grandes sabios del Indostán se concentran diariamente en el chacra prostático. Imaginan que este chacra gira de izquierda a derecha como una rueda magnética. Vocalizad la letra “M” con los labios cerrados, en tal forma que es como si imitáramos el mugido del toro, pero sin ese decoso de la voz… Este es un sonido ondulatorio y prolongado. Esta práctica despierta el chacra prostático si se practica diariamente, y durante muchos años.
El Chacra Prostático cuando entra en actividad nos confiere el poder de salir del cuerpo físico en el cuerpo astral. Entonces podemos movernos en ese cuerpo astral independientemente de la materia física. En cuerpo astral el ser humano puede transportase a otros planetas. En cuerpo astral el hombre puede investigar por sí mismo los grandes misterios de la vida y de la muerte. El chacra prostático nos confiere el poder del desdoblamiento de la personalidad. El Peyolt es un cactus mexicano que logra producir el desdoblamiento de la personalidad humana. Con el Peyolt todo ser humano puede salir conscientemente en cuerpo astral.
Esta cactácea no tiene espinas, tiene flores de colores rosado o blanco rosado, y frutos de color rosa pálido. Los antiguos mexicanos aztecas adoraban al Peyolt como una planta sagrada. La epidermis de esa cactácea es muy lisa y tiene de cinco a 12 lados que se separan entre sí, por líneas hermosas de dos pelos llenos de belleza.
El nombre técnico del Peyolt es anhalonium williamsil. EL Peyolt que sirve para el desdoblamiento de la personalidad humana, no se encuentra en la capital mexicana, ni en todo el estado de México. El que quiera hallar el legitimo Peyolt tendrá que buscarle en Chihuahua entre los indios Taumaras, o en San Luis Potosí. Es decir, al norte de México. La planta debe mascarse. La planta debe estar madura y muy fresca, si está seca ya no sirve. En instante de estar mascando ese cactus, el discípulo debe estar concentrado en su propio Íntimo. Es decir en su propio ser interno. Debe asumirse en estos instantes una actitud mística. Recordemos que nuestro ser interno es Dios mismo. En esos instantes de estar mascando el Peyolt debemos adormecernos concentrados en el Dios Interno. El resultado exacto será el desdoblamiento. Entonces saldremos en cuerpo astral. Así es como podemos ver, oír y tocar las cosas del ultra de la naturaleza. Las cosas del Peyolt no son alucinaciones como creen los ignorantes. El intelectual no acepta jamás esos conceptos sin bases científicas. El intelectual sabe que existe una cuarta dimensión. Esto lo sabe todo hombre culto. La ciencia ha demostrado que la percepción de nuestros cinco sentidos es muy limitada. Por debajo del rojo está toda la gama del infrarrojo, por encima del violeta está toda la gama del ultravioleta. Esto no lo ignora la ciencia. La pérdida de la elasticidad del cristalino impide que la imagen se forme en la retina. Esto es lo que se llama mal enfocamiento. Realmente nadie percibe el objeto en sí mismo, sino tan sólo la imagen del objeto; La presbicia nos impide ver la imagen de un objeto Cercano, la miopía nos impide ver la imagen de un objeto lejano. Existe también el daltonismo. La inflamación de la retina ocasiona el daltonismo, la confusión de colores.
Total, el ojo humano sólo percibe imágenes sensibles. Eso es todo. Existen también imágenes suprasensibles en el ultra, y sentidos acondicionados para recibir esas imágenes. Con el Peyolt esos sentidos entran en actividad y percibimos las imágenes del ultra. Si esas imágenes del ultra fueran alucinaciones como dicen los hombres ignorantes, entonces las imágenes sensibles que se forman en la retina, también serian alucinaciones. Nosotros necesitamos salir del materialismo del siglo dieciocho. Necesitamos ser más analíticos, menos dogmáticos, más didácticos.
La materia es energía condensada. La energía condensa en distintos estados. Existen masas cuyo grado de vibración energética es tan rápido que escapa de hecho a la percepción de nuestros cinco sentidos.
Existen masas cuyo grado de vibración es tan lento, que están por debajo de los limites de nuestra percepción sensorial.
Por encima y por debajo de los limites de percepción sensorial externa, existen masas físicas que el ser humano no alcanza a percibir normalmente. Sólo con los poderes de nuestro cuerpo astral podemos percibir otras dimensiones del universo y de la vida.
El Peyolt tiene el poder de poner en actividad aunque sea momentáneamente esas maravillosas facultades que nos permiten investigar en la cuarta dimensión de la naturaleza.
Muchos dicen que no creen. Aquí no se trata de creer, ni de no creer, en estas cosas de la ciencia lo que se necesita es el análisis lógico, la investigación científica libre de fanatismos y prejuicios. La experimentación.
Hay que explorar profundamente todas las reconditeces del ser humano. No debemos encerrarnos dentro de dogmatismos científicos intransigentes. Necesitamos ser más liberales en el análisis. El Materialismo ya fracasó en la misma Rusia Soviética como lo está probando el hecho de que existen quince millones de mahometanos en plena Rusia.
Las percepciones del ultra son tan naturales como las percepciones de los cinco sentidos ordinarios. Estos no son delirios alucinatorios como creen los ignorantes. No se trata de sugestiones convulsivas y patológicas, ni de ignorantes fanáticos sugestionados. Necesitamos más estudio y menos orgullo. Las percepciones del ultra, existen y deben ser estudiadas.
Los indios salvajes que en la Republica de Haití, practican el Vudú, pueden ser criticados por sus prácticas de magia negra, y por su falta de cultura intelectual, pero realmente no tenemos bases científicas de ninguna clase como para enjuiciar con toda precisión lógica sus percepciones hipersensibles. No negamos que en muchos PSÍQUICOS existen los paroxismos psíquicos acompañados de convulsiones. PITIATISMO en todas sus manifestaciones, etc., etc. Las crisis pitonisíacas, la llamada CRISE DE LOA de los haitianos, la crisis extático-convulsiva durante la cual existen percepciones suprasensibles, son en el fondo absolutamente desconocidas para la clínica y para la misma psiquiatría. Si dejamos a un lado nuestro orgullo intelectual, llegamos a la conclusión de que podemos analizar fenómenos sensibles, estados físicos objetivos del organismo humano, pero la ciencia oficial todavía no tiene autoridad científica como para enjuiciar en forma total las percepciones del ultra.
Ciertamente el fanatismo es el peor enemigo de la razón y de la lógica. El hombre de la universidad también cae en el fanatismo.
Cuando nosotros nos reímos de los videntes, y de las crisis extático-convulsivas, cuando creemos que todas las visiones que se ven durante esas crisis son alucinaciones, locura, etc., etc. caemos los hombres de universidad por puro orgullo en el estado de fanáticos ignorantes, sugestionados por las teorías que leímos, y por los principios intelectuales con los cuales modelamos nuestro intelecto.
Si nosotros creemos a otros ignorantes, esos también pueden calificarnos de ignorantes a nosotros que nos creemos cultos.
Nosotros no somos los amos del saber. La sugestión convulsiva y patológica, puede convertir al intelectual en un fanático intolerable.
Los negros de Haití durante el vudú, perciben con la clarividencia realidades tremendas del Ultra de la naturaleza. Para discutir una cosa es menester conocerla. La opinión de un crítico no tiene valor, si no hay completo conocimiento de causa. El hombre de Universidad no ha practicado el Vudú, no lo conoce. Por lo tanto no tiene completo conocimiento de causa.
El hombre de Universidad ve a los sujetos en sus crisis Pitonisíacas, pero nada sabe de lo que ven esos sujetos en sus trances, porque el hombre de Universidad no ha pasado por esas famosas crisis Pitonisíacas. Lo único que puede hacer en este caso es lanzar opiniones sin fundamento porque no tiene completo conocimiento de causa.
El chacra prostático confiere a todo ser humano el poder de salir en cuerpo astral consciente y positivamente. Lo importante es desarrollar ese chacra.
Repetimos, no se trata aquí de creer ni de no creer, lo importante es estudiar, analizar, experimentar.
Cuando el hombre intelectual dice no creo en eso, está demostrando que es un supersticioso. El hombre culto, estudioso y analítico dice: voy a estudiar, voy a experimentar, voy a analizar.
Samael Aun Weor