El monoteísmo siempre conduce al antropomorfismo -idolatría-, originando, por reacción, el ateísmo materialista; por ello preferimos el politeísmo.
No nos asusta hablar sobre 108 principios inteligentes de los fenómenos mecánicos de la naturaleza, aunque nos califiquen de paganos.
Somos partidarios de un politeísmo moderno fundamentado en la Psicotrónica.
Las doctrinas monoteístas conducen, en última síntesis, a la idolatría. Es preferible hablar de los principios inteligentes que no conducen, jamás, al materialismo.
El abuso del politeísmo conduce a su vez, por reacción, al monoteísmo.
El monoteísmo moderno surgió del abuso del politeísmo.
En la Era de Acuario, en esta nueva etapa de la Revolución de la Dialéctica, el politeísmo debe ser esbozado psicológicamente en forma trascendental, y además debe ser planteado inteligentemente.
Hay que hacer un planteamiento muy sabio con un politeísmo monista, vital e integral. El politeísmo monista es la síntesis del politeísmo y del monoteísmo. La variedad es la unidad.
En la Revolución de la Dialéctica, los términos bien y mal no se emplean, como tampoco los de evolución e involución, Dios o Religión.
En estos tiempos caducos y degenerados se hacen necesarias la Revolución de la Dialéctica, la Auto-dialéctica y una Nueva Educación.
En la Era de la Revolución de la Dialéctica, el arte de razonar debe ser manejado directamente por el Ser, para que sea metódico y justo. Un arte de razonar objetivo dará el cambio pedagógico e integral.
Todas las acciones de nuestra vida deben ser el resultado de una ecuación y de una fórmula exacta, para que puedan surgir las posibilidades de la mente y los funcionalismos del entendimiento.
La Revolución de la Dialéctica tiene la clave precisa para crear una mente emancipada, para formar mentes libres de condicionamientos, libres del concepto de la opción, unitotales.
La Revolución de la Dialéctica no son normas dictatoriales de la mente.
La Revolución de la Dialéctica no busca atropellar la libertad intelectual.
La Revolución de la Dialéctica quiere enseñar cómo se debe pensar.
La Revolución de la Dialéctica no quiere enjaular o encarcelar al pensamiento.
La Revolución de la Dialéctica quiere la integración de todos los valores del ser humano.