– Estudiante. …Vuelvo y repito, Maestro, tal vez, si es posible, con un ejemplo de su propia vida, de alguna vez, en alguna ocasión, la desintegración de un defecto bajo su proceso de comprensión principalmente. Porque es ese punto que más nos tiene a nosotros atajados… […] …le voy a dejar, entonces, el micrófono al V.M. Samael, para que nos de respuesta en eso que se llama “la comprensión absoluta del Ego”; eso que no entendemos cuando se dice: “Aprehender el hondo significado de un defecto”, porque es ahí donde estamos “agarrados”. Venerable Maestro, lo dejo…
– Maestro. Bueno, hemos escuchado la palabra de nuestro hermano dominicano. Y francamente, si me ha sorprendido la pregunta tremendamente; me ha sorprendido por el hecho mismo de que ya escribí tres libros sobre lo mismo. El primero, pues, “El Misterio del Áureo Florecer”, el segundo, con una didáctica exacta sobre la disolución del Ego: “Tratado de Psicología Revolucionaria”; y el tercero, el que acaba de salir: “La Gran Rebelión”, así pues, al escuchar esta pregunta, pues no pude menos que sorprenderme ¡No! ¿O es que tal vez los hermanos de la República [Dominicana] no han conocido estas tres obras? ¿Si, las han conocido?
– Estudiante. Venerable Maestro, las obras las hemos estudiado, inclusive, sé que muchos de nosotros las estamos llevando a la práctica, pero hay cuestiones, unos “hilitos”, unos puntos que no logramos captar claramente… Ése es el gran problema. Porque por ejemplo, yo sé (hablando, digo, en nombre de todos) que hemos trabajado en ciertos defectos, los captamos, tratamos de estudiarlos, tratamos de aprehender el hondo significado, y luego, los que somos casados, los trabajamos con el Arcano A.Z.F. Pero aún queda dentro de nosotros cierta inquietud, vamos a decir, cierta inseguridad de si estamos trabajando bien o mal esos defectos que ya hemos estudiado. Queremos que usted nos ilustre con un ejemplo específico, no importa cuál sea, de la desintegración de cualquier defecto…
– Maestro. Claro, y ahora mismo voy a acabar de ilustraros… Hoy, cité parte de una experiencia vivida, pero ahora quiero [contestarte narrándola] en forma completa. Hace muchísimos años atrás (en verdad, voy a repetir narración y ampliación de lo que ya narré en la reunión que tuvimos aquí hace un rato) fracasaba en todas las pruebas en relación con la Castidad.
Sucede que en el Mundo Físico, había logrado completo control de los sentidos y de la Mente, en forma tan educada, que nunca veía, por ejemplo, una revista pornográfica, jamás observaba un cuadro pornográfico; aprendí a mirar al sexo opuesto desde la cintura hacia arriba, sin detenerme jamás a observar la forma de las pantorrillas o cosas por el estilo que les encanta mirar a los varones tan detenidamente y para ser más franco, tan perseverante…
Así que mis sentidos estaban absolutamente educados: Pues, si ustedes observan en la forma como manejo la vista se darán cuenta que está educada. Naturalmente, que en estas condiciones la Castidad era absoluta en cuanto al Mundo Físico se refiere…
Eduqué también la palabra en forma extraordinaria no dejé fluir en el verbo ninguna palabra lujuriosa o de doble sentido etc… Y así, todo era correcto. Pero en los Mundos Superiores de Conciencia Cósmica la cuestión estaba muy grave, gravísima.
Me sometieron a pruebas rigurosas de Castidad y fallaba a pesar de todos mis sistemas de controles psicológicos, a pesar de todos mis Yudos psicológicos, a pesar de todas mis técnicas.
Bastaba con que me pusieran por ahí una escoba vestida con faldas para que inmediatamente “le caminara”. Así podía ser una pobre vieja bien horrible, no importaba; lo importante era que tuviera faldas…
Estaba grave la cosa… Me sentí muy triste… Apelé al sistema aquél de Krishnamurti, de “Comprensión Integral y Discernimiento”. El sistema de Meditación era profundo: Trataba de discernir el proceso de la lujuria, el proceso del deseo. Quería comprender para poder eliminar, mas todo resultaba inútil: Después de un día de terrible trabajo sobre mí mismo, volvía a fallar en las pruebas de la Castidad. Por tal motivo sufría espantosamente.
No les niego que hasta me disciplinaba rigurosamente: Llegó el punto de llegar hasta azotarme.
Sí: Agarrar un látigo y darme a mí mismo, castigando a la bestia, pero aquella pobre bestia resultó más fuerte que el látigo y ni el látigo valía. Así que no me quedó más remedio que sufrir…
Bueno, un día, de esos tantos, estaba acostado en el suelo, en decúbito-dorsal, con la cabeza hacia el Norte, sumergido en profunda Meditación, con la intención de poder discernir y comprender el proceso de la lujuria en todos los Niveles de la Mente (un sistema completamente krishnamurtiano; mezclado con el sistema aquél terrible también de Monasterio, de llegar hasta azotarme)…
Me volví flaco y horrible, no tenía relación sexual de ninguna especie, de manera que la abstención era absoluta. En tales condiciones era como para haber salido victorioso en todas las pruebas de Castidad; mas todo era inútil…
Acostado (repito) como estaba, en decúbito-dorsal, con la cabeza hacia el Norte, en profunda Meditación hubo de acaecerme algo insólito (fue terrible aquello). La concentración se hizo demasiado profunda y entonces abandoné el cuerpo físico. Ya fuera de la forma densa, me vi en un elegante apartamento…
No en un Templo, precisamente, ni en algún Monasterio con viejos clérigos flacos y ascéticos; nada de eso, sino en un elegante apartamento, adorando a una dama, abrazándola ardientemente y cincuenta mil cosas por el estilo…
Todo sucedió en segundos. Cuando regresé al cuerpo físico, me sentí totalmente defraudado (y que me dispense el Sr. Krishnamurti, que tenga la bondad de dispensarme, porque es un Maestro.
Yo no estoy en contra de ningún Maestro, pero francamente me sentí defraudado con su sistema: No me dio resultado)…
Quedé en un estado de confusión, tal vez en el estado en que tú estás ahora, en relación con la disolución del Ego. Así quedé yo: Ni para adelante ni para atrás. Total: Cero.
¿Qué hacer? La cosa fue grave: No había nada que hacer; sencillamente estaba defraudado, todos los sistemas me habían fallado.
Afortunadamente fui asistido: Al llegar a un Templo, encontré a un GUARDIÁN DE LA ESFINGE.
Allí estaba, ante la puerta (Me alegré mucho porque lo conozco, es un viejo amigo mío).
Mirándome fijamente dijo:
– De entre un grupo de hermanos que trabajaron en la Novena Esfera y que después de haber trabajado en la Novena Esfera se presentaron en este Templo, tú eres el más adelantado; pero ahora estás ES-TAN-CA-DO…
Claro, semejantes palabras me llenaron de pavor. ¿Yo, luchando por progresar, y me sale el Guardián con esas? ¡Válgame Dios y Santa María, y todo por culpa de las pobres “viejas”!… Entonces le contesté:
– Bueno, pero por favor, dígame, ¿por qué motivo estoy ahora estancado? Continuó:
– Porque te falta amor.
Mi sorpresa llegó ya al colmo. Pues, yo consideraba que estaba amando a la humanidad, y así se lo dije:
– He escrito libros, trabajo por la humanidad. ¿Cómo es eso de que me falta amor? ¿No es acaso por amor que estoy trabajando?
– ¡Te habéis olvidado de tu Madre, eres un hijo ingrato, y el hijo ingrato no progresa en estos estudios!…
Esto fue peor todavía: Yo, ¿“hijo ingrato”? Yo, que quería tanto a mi pobre madrecita, y ahora resulto ingrato para colmo de los colmos. ¿Qué me haya olvidado de ella? ¡No, yo no me he olvidado; lo que pasó fue que desencarnó! Y, ¿cómo le hago ahora para encontrarla en el Mundo Físico?… Todas esas cosas se me vinieron a la Mente. Sin embargo entré en el Templo y él no me cerró el paso. Ya dentro del Templo, continuó:
– Te estoy diciendo esto para tu bien. Compréndelo: debes buscar a tu Madre…
– Bueno –le dije–, pero si ella se murió, ¿dónde la voy a buscar, dónde está mi madre?
– No te habéis dado cuenta de lo que te estoy diciendo –continuó el Guardián–, no quieres comprenderlo? ¿Cómo es eso que me preguntas dónde está tu Madre? ¿No sabes acaso dónde está tu Madre? ¿Es posible que un hijo no sepa dónde está su Madre?
– Pues, francamente no, no sé…
– Se lo digo para su bien –respondió–.
– Bueno, voy a tratar de comprender qué es lo que tú me quieres decir…
Me despedí del Guardián. Pasaron algunos días y yo no acertaba a entender esto. ¿Cómo es eso de que yo busque a mi mamá? Pero si ella se murió, ¿y dónde la voy a buscar? Bueno, cincuenta mil conjeturas tenía en mi pobre cerebro, hasta que al fin un día, de esos tantos, se me encendió por aquí un foquito y entonces comprendí… “¡Ah ya! –dije–, se refiere el Guardián del Templo a mi DIVINA MADRE KUNDALINI, a la Serpiente Ígnea de nuestro mágicos poderes! ¡Ya lo sé; voy a concentrarme en ella!”…
Me acosté otra vez en decúbito-dorsal, con la cabeza hacia el Norte y el cuerpo relajado, en profunda Meditación interior, pero orando a mi Divina Madre Kundalini.
Yo oraba, pero de cuando en cuando me surgía la preocupación aquélla: ¡Cómo no vaya a “resultar” en otro apartamento! ¡Válgame Dios!…
Así estaba, con la preocupación, y la concentración era cada vez más tremenda. De pronto, Ella, Devi Kundalini-Shakti, me sacó de entre el cuerpo físico y me llevó a Europa, a París…
Una vez en esa ciudad, me condujo ante un gran Palacio del Karma. El salón de audiencias estaba lleno de gente; algunos policías me acompañaban (Señores de la Ley). Dije: “¡Vaya, vaya, vaya, en las que me metí yo por estar en estas cosas!”…
Y aquella policía avanzó conmigo por el centro del salón, hasta la mesa donde estaban los Jueces. Uno de ellos (el que estaba en el centro de la mesa), abrió un gran libro y me leyó algunas diabluras que yo había hecho en mis épocas de Bodhisattva caído, por allá, en la Edad Media, en las épocas en que la Inquisición Católica quemaba viva a la gente en las hogueras. ¡Ya no me acordaba de semejantes diabluras, diabluras de Don Juan Tenorio y sus secuaces!…
Bien, leyó el Libro aquél hombre, leyó el karma (ciertas malas acciones, “románticas” por cierto, sí). Entonces me condenó que ¡A PENA DE MUERTE!
“¡Oh, la cosa está peor –dije–; ahora sí que de nada me valió haber trabajado por los hermanitos allá, en el Mundo Físico! ¡Vea, vea, vea, a las que he venido a parar!”… Aguardé, a ver que más pasaba…
El Juez llama a un Verdugo de la Ley (de esos VERDUGOS CÓSMICOS sé que habían dos en el antiguo Egipto de los Faraones). Llama a uno y le dice, le da la orden de que me ejecute inmediatamente (yo, un pobre tonto, parado ahí ante semejante Señores, tan terribles ¿qué podía hacer?).
El Verdugo desenvaina la Espada Flamígera (el Verdugo Cósmico, porque hay Verdugos Cósmicos) y avanza hacia mí con la espada desenvainada…
Bueno, ese fue un momento en que, francamente, me sentí totalmente defraudado. En cuestión de milésimas de segundos pensé tantas cosas. Me dije a mí mismo: “Tanto cómo he sufrido en la vida, luchando por la humanidad, luchando por mí mismo, escribiendo libros, dictando conferencias, y ahora, ¿es este el resultado? ¡Qué dolor! –dije–. ¡Vaya, vaya, vaya, en lo que he venido a parar! ¡De nada me sirvió entonces haber luchado tanto por la humanidad!”…
Me sentí completamente DE-FRAU-DA-DO, pero el Verdugo aquel avanzaba despacio y con la espada desenvainada (era un hombre corpulento, fuerte). Cuando ya me iba a atravesar con la espada, siento de pronto algo que se mueve dentro de mí mismo. “¿Qué será?”, pensé. Y en ese momento vi que una criatura monstruosa salía de mí por las 33 Puertas de la espina dorsal.
La observé detalladamente: Era un Yo, el Yo de la lujuria, un agregado psíquico que yo mismo había creado por un error de tipo romántico y sexual, por allá, en la Edad Media, y ahora me encontraba cara a cara con mi propia creación.
El monstruo aquel tomó la forma de una bestia, de un caballo; pero algo insólito acaece o sucede: El Verdugo, en vez de seguir apuntando contra mí su espada, la dirige ahora hacia el caballo ése, hacia la bestia ésa. Entonces vi con asombro cómo aquella bestia, de cabeza, se lanzaba al “Tártarus”, a los Mundos Infiernos. El Guardián la había pasado al Reino de Plutón para que allí se desintegrara.
Claro, quedé libre de semejante agregado psíquico infernal, y cuando se me sometió a nuevas pruebas en materia de Castidad salía victorioso y seguí saliendo victorioso, nunca volví a fallar.
Desde entonces logré la completa CASTIDAD…
Bien, como quiera que me dio un resultado formidable el trabajo con la Divina Madre Kundalini, dije: “Éste es el sistema para desintegrar los Yoes”, y seguí trabajando entonces (con la Divina Madre Kundalini) sobre distintos Yoes, es decir, sobre distintos agregados psíquicos, y pude verificar por mí mismo, mediante el sentido de la AUTOOBSERVACIÓN PSICOLÓGICA, cómo Ella trabajaba y cómo iba desintegrando, tan extraordinariamente, los distintos elementos inhumanos que en nuestro interior cargamos.
Así que el camino para lograr la DESINTEGRACIÓN DEL EGO SE LOGRA CON LA DIVINA MADRE KUNDALINI-SHAKTI.
Más tarde, en el tiempo, llegué a la conclusión de que dentro de nosotros existe una LUNA PSICOLÓGICA CON DOS CARAS: La visible y la oculta. Tal como en el firmamento existe hay una Luna con dos caras, también la hay dentro de nosotros mismos, en el sentido psicológico.
La CARA VISIBLE de la Luna Psicológica se relaciona con los agregados psíquicos o defectos que a simple vista resaltan. Mas hay defectos psicológicos que no salen a la superficie y que uno mismo ignora, y que están (dijéramos) colocados o ubicados en la PARTE OCULTA de la Luna Psicológica.
Trabajando con la Madre Divina Kundalini, sin contacto sexual, conseguí desintegrar los defectos de la cara visible de la Luna Psicológica.
Después, tuve que encontrarme cara a cara con la INICIACIÓN DE JUDAS (la Pasión por el Señor). Al llegar a esas alturas descubrí que hay defectos psicológicos, agregados psíquicos tan antiguos y tan imposible de poder desintegrar, que necesitaba apelar a la Novena ESFERA, bajar a la Fragua Encendida de Vulcano.
Así lo hice, bajé a la Novena Esfera a trabajar y logré mediante la Electricidad Sexual Trascendente (sabiamente dirigida por la Divina Madre Kundalini) desintegrar muchísimos agregados psíquicos que ignoraba. Que los tenía, pero jamás creía que los tenía; que si alguien me hubiera dicho: “Tú tienes tal defecto”, pues, francamente, yo no se lo hubiera aceptado.
Así que, en verdad, conocí todo eso y como resultado de estos estudios, de estos trabajos, escribí la obra titulada “El Misterio del Áureo Florecer”; después escribí “Psicología Revolucionaria”, y luego, “La Gran Rebelión”.
Todo lo que se necesita es, dijéramos, observarnos a sí mismo de instante en instante. Las gentes aceptan fácilmente que tienen un cuerpo físico porque lo pueden tocar, porque lo pueden ver físicamente; mas son muchos los que no quieren entender que tienen una psicología particular, individual. Cuando uno acepta que tiene una psicología, de hecho comienza a autoobservarse; cuando uno comienza a autoobservarse, incuestionablemente se convierte, por tal motivo, en una persona completamente diferente.
Mediante la AUTOOBSERVACIÓN PSICOLÓGICA, de instante en instante, de momento en momento, descubre uno sus propios defectos psicológicos. Estos afloran espontáneamente, durante la interrelación, y si estamos alertas y vigilantes, como el vigía en época de guerra, entonces los vemos.
Defecto descubierto debe ser COMPRENDIDO íntegramente, en todos los Niveles de la Mente.
Uno comprende un defecto a través de la técnica de la MEDITACIÓN.
Ahora, llegar a LA HONDA SIGNIFICACIÓN de tal defecto NO ES CUESTIÓN DE PRINCIPIANTES; eso es para gentes que ya están trabajando en la parte oculta de la Luna Psicológica.
Conténtense ustedes con comprenderlo y eso es todo. Ya comprendido, entonces pueden invocar a Devi-Kundalini su Divina Madre Cósmica para que ella lo desintegre. Varias sesiones de trabajo serán necesarias para la desintegración de tal o cual defecto psicológico. A veces gasta uno unos días, otras veces meses para poder llegar a desintegrar un defecto.
Ahora bien, se hace más fácil la desintegración cuando el trabajo se realiza en la Novena Esfera, porque el poder de Devi-Kundalini es reforzado con la Electricidad Sexual Trascendente.
Así, un defecto que hubiera uno podido desintegrar en seis meses o un año de trabajo puede desintegrarlo en un mes o en quince días, o en una semana en la Novena Esfera. Allí hay que clamar a Devi-Kundalini, para que ella pulverice tal o cual error.
Les estoy hablando a ustedes sobre la base de la experiencia psicológica. Yo sufrí mucho durante 30 años desintegrando, por ejemplo, los defectos psicológicos de la parte visible de la Luna Psicológica. Y mucho también sufrí trabajando con la parte oculta de la Luna Psicológica, ¡pero lo logré!
En nombre de la verdad no poseo ya los agregados psíquicos inhumanos; ahora habla aquí, ante ustedes, el Ser y nada más que el Ser. Mis pensamientos no brotan, pues, del fondo de ningún Yo porque no tengo Yoes; habla para ustedes, directamente, el Ser; y eso es todo…
Que sigan las preguntas, pues, porque debemos responderlas a todas (y me perdonan tanto el “pues”, porque resulta que estamos en la tierra del “pues”: En Guadalajara, Jalisco).
Bueno, ¿quién va a hablar? Quien vaya a preguntar, le rogamos que pregunte, pues, por el micrófono.
– Estudiante. Venerable Maestro, desde hace 26 años exactamente (que yo digo, que es un defecto psicológico creado de mi propia Mente), se me presentan (usamos mosquitero porque hay mucho mosquito en Sto. Domingo) y me cogen el cerebro; y yo veo muchas arañas en el mosquitero, y pájaros, aves con el pico largo que venían sobre mí como a herirme.
– Maestro. No se oye, hermano, le rogamos arrime bien a sus labios el frío micrófono.
– Estudiante. Pues sí, desde hace 26 años exactamente desde el día 30 de mayo, 1950, comenzó una crisis en mi mente. Cada vez que me acostaba, el cerebro me quedaba como en una pesadilla, pero yo podía ver (en el “mosquitero”) arañas peludas, ¿verdad?, y aves con pico largo que venían como a herirme.
Hace dos noches, exactamente, ya eso se puso un poco mayor: Me sucedió la misma cosa aquí, en el hotel, y pude ver que salió un señor, trataba de echarme una cosa por ese oído (yo estaba luchando con él, eso era en sueños). Pedí auxilio a un amigo que estaba en una cama próxima a la mía y vi a un señor que salió, un mono negro. ¿Podría usted explicarme a qué se debe eso y tanto?
– Maestro. Bueno, hermano, con el mayor gusto vamos a responder esta pregunta aunque es de carácter individual, ¿no? Espero que las próximas preguntas se relacionen con las organizaciones y forma de la Gnosis, en los países de Estados Unidos, Puerto Rico y Santo Domingo. Pero como una excepción, en este caso, vamos a dar una respuesta.
Esas “ARAÑAS” son agregados psíquicos que personifican al ESCEPTICISMO, al MATERIALISMO; nos indican con claridad, en realidad, que en una pasada existencia fuiste muy escéptico o incrédulo, y en esta misma existencia no has sido tan creyente, que se diga. Consecuencia o corolario: Existen esas horribles “arañas” en tu mente, creadas por ti mismo, y en cuanto a los “PAJARRACOS” esos, de tan mal agüero, son creaciones también de tu propia Mente, Yoes del escepticismo, del materialismo.
En la presente existencia que tienes, debes desintegrar esas “arañas” y esas “aves” del materialismo mental. Para tal efecto, tienes que trabajar muchísimo sobre ti mismo, dedicarte a trabajar con la Divina Madre Kundalini, rogarle que vaya desintegrando esas “arañas” y esas “aves” de tan mal agüero.
Tú mismo has hecho esas creaciones; ése es el resultado del escepticismo y del materialismo.
La Fe surgirá en ti cuando destruyas esas horribles “arañas” y esos espantosos “pajarracos”… …Bueno, pero esta vez no me salgan con más preguntas de tipo puramente individual.
– Estudiante. Maestro Samael, quisiera hacerle una pregunta referida al ascenso de la Kundalini. Si un hombre practica Magia Sexual con varias mujeres utilizando el mismo procedimiento que si la practicara con una, ¿por qué los resultados no son los mismos?
– Maestro. Distinguido hermano, con el mayor gusto daré respuesta a su pregunta.
LA KUNDALINI NO ES ALGO MECÁNICO; el Fuego Sagrado del Amor es la Divina Madre Cósmica. Ella, en sí misma, es Omnisciente, Omnimisericordiosa y totalmente justa, y sería absurdo suponer, siquiera por un momento, que nuestra Madre Kundalini premiara el adulterio (en este caso), porque obviamente Ella se convertiría en cómplice del delito. Ésa es, pues, mi respuesta.
– Estudiante. Venerable Maestro Samael, ¿cómo es posible que si una persona traiciona a su Gurú el Fuego Sexual no le ascienda, en el caso de que esté trabajando cabalmente con su esposa y cumpliendo con las reglas del trabajo?
– Maestro. Con mucho gusto voy a dar respuesta a su pregunta, distinguida hermana…
La Llama Sexual, la Divina Madre Kundalini-Shakti, no es algo mecánico, les repito, y asciende con los méritos del corazón. Si se traiciona al Maestro, al Gurú, es claro que no hay méritos para el ascenso. La Madre Divina Kundalini JAMÁS PREMIARÍA LA TRAICIÓN.
Conocí, en alguna ocasión, el caso de un Gurú que instruía a un estudiante. Este último se volvió contra su Maestro, se pronunció contra él; sin embargo continuó practicando el Sahaja Maithuna con su Sacerdotisa-Esposa, pero es claro que el Fuego Sagrado en vez de subir por el canal medular se precipitó desde el coxis hacia abajo, convirtiéndose en la Cola de Satán, en el abominable Órgano Kundartiguador. Así fue cómo aquel estudiante fracasó rotundamente, se transformó en un Tántrico Negro, en un Adepto de la “mano izquierda”, en un tenebroso.
La Madre Kundalini, repito, no premia traiciones.
– Estudiante. Maestro, en el ambiente del estudiantado gnóstico hay preocupación por el Sahaja Maithuna, pero no por la disolución del Yo. ¿Qué puede decirnos sobre esto?
– Maestro. Con el mayor gusto responderé a su pregunta, distinguida dama…
Ciertamente, aquéllos que solamente se preocupan por la Magia Sexual olvidando radicalmente la disolución del Ego, es porque desconocen totalmente le fundamento de la Alquimia Erótica.
Tal basamento debemos concretarlo así: “SOLVE ET COAGULA” (DISOLVER Y COAGULAR).
Durante el Sahaja Maithuna hay que trabajar en la disolución del Ego y coagular el Hidrógeno Sexual Si-12 en la creación maravillosa de los Cuerpos Solares.
Hay que aniquilar al mí mismo, al sí mismo en pleno trabajo erótico, sexual. Allí mismo, en la Novena Esfera, durante el trance de la pareja unida, se debe invocar con todo el corazón y con toda el Alma a la Divina Madre Kundalini, rogarle que utilice la Electricidad Trascendente, el Poder de la Lanza Fálica para destruir al Ego, al Yo, al defecto que hemos comprendido en todos los Niveles de la Mente.
No debemos jamás olvidar que el Ego está compuesto por múltiples entidades que personifican a nuestros errores: Ira, codicia, lujuria, envidia, orgullo, pereza, gula, etc. Todos estos defectos se procesan en las 49 Regiones del Subconsciente y están perfectamente expresados, internamente, en forma de YOES-DIABLOS.
Eliminar tal defecto equivaldría a eliminar sus personificaciones ocultas, llamadas Yoes-diablos.
Ella, la Divina Madre Kundalini, empuña la Lanza de Longinus para destruir y reducir a cenizas el defecto que hemos entendido.
Hay que aprovechar, repito, la misma práctica del MAITHUNA PARA ELIMINAR EL EGO.
Quien solamente se preocupa nada más que por el goce, por el disfrute, por el ascenso de la Llama, pero que no piensa jamás en la disolución del “Yo”, al fin se convierte en Hanasmussen con doble Centro de Gravedad.
Un HANASMUSSEN es, como ya lo hemos dicho muchas veces, un sujeto con dos Personalidades internas: La Blanca, formada por sus Vehículos o Cuerpos Solares; la Negra, formada por el Ego, por el Yo, por el mí mismo, por el sí mismo.
Así, pues, no olvidemos jamás el “Solve et Coagula”, disolver los errores, los defectos psicológicos durante el Sahaja Maithuna, y coagular las Fuerzas maravillosas del sexo en los Vehículos Crísticos, Solares. ¿Entendido, mi cara hermana?
– Estudiante. Maestro, me encuentro un poco confundido y quisiera que me aclarara la duda que tengo, puesto que luego de haberlo escuchado me viene a la mente el pensamiento de que el goce sexual entonces es malo, que la dicha erótica entonces es mala…
– Maestro. ¿Pero cuándo me van ustedes a entender? Recuerden que el goce sexual es un goce legítimo del hombre. El DELEITE SEXUAL es paradisíaco; lo que sí quiero es que ustedes comprendan que tal deleite, que tal goce DEBE SER DIRIGIDO hacia adentro y hacia arriba, HACIA LO DIVINAL; es necesario, es indispensable que el pleno coito se elimine todo átomo de lujuria. El coito es una forma de la Oración, la lujuria es su antítesis; la lujuria, repito, es un sacrilegio.
¿Por qué hemos de ser lujuriosos? El YONI de la mujer está simbolizado por el CÁLIZ en el que bebió el Cristo durante la Última Cena; el PHALO del varón está alegorizado por la LANZA aquélla con la que Longinus hiriera el costado del Señor, la misma que utilizara el Parsifal wagneriano para sanar la herida del costado de Amfortas.
Este par de joyas tan simbólicas y divinas son formidables, representan exactamente el LINGAM- YONI de los Misterios Griegos. ¿Por qué, pues, hemos de mirar al sexo con ojos de odio?, ¿por qué hemos de tener lujuria? ¡No, hermanos! La lujuria (sabedlo) es una profanación, un sacrilegio Realmente, la lujuria es semejante al hombre que lanzara el Pan y el Vino de la Misa Gnóstica al suelo y luego los pisoteara.
Esta clase de infames sacrilegios es horrible; el que profana al LINGAM-YONI con sus pensamientos groseros y lujuriosos, de hecho, mis caros hermanos, es un sacrílego, un tenebroso, un lujurioso.
Gozad, sí, del sexo, pero dirigid todo vuestro comercio sexual hacia Dios; no penséis en el goce sexual con lujuria, la lujuria es sacrílega. ¿Entendido?
– Estudiante. Como es de tanta actualidad y está relacionado con lo que usted nos ha platicado, quisiera preguntarle lo siguiente: ¿la Conciencia de esos muchachos del “Movimiento Hippie” progresa con las drogas que utilizan? ¿Son sus experiencias, obtenidas bajo el influjo de las drogas, similares a las obtenidas por los Maestros?
– Maestro. Su pregunta es interesante, mi estimable hermano, y con el mayor gusto voy a darle respuesta concreta y definitiva.
EL MOVIMIENTO HIPPIE, como ya he dicho, ESTÁ POLARIZADO EN FORMA NEGATIVA CON DIONISIO; LOS GNÓSTICOS ESTAMOS POLARIZADOS EN FORMA POSITIVA. (He ahí la diferencia). Nosotros transmutamos las Energías Creadoras, las sublimamos, las elevamos hasta el cerebro, las llevamos al corazón y a la Conciencia. Ellos, por antítesis, se han degenerado sexualmente, se han dedicado a la PSICODELIA…
Ante todo, para poder entender esto, tenemos pues que hablar claro, en forma enfática e inteligente, de ciertos aspectos interesantes de nuestra Doctrina. Eso de la “Psicodelia” o lo “Psicodélico” es el antipolo de la Meditación. Los hongos alucinantes, la marihuana, etc., intensifican evidentemente la capacidad vibratoria de los Poderes Subjetivos, mas es ostensible que jamás podrían originar el despertar de la Conciencia.
La marihuana y drogas en general, realmente perjudican (en gran manera) los Rayos Alfa, Betha y Gamma. Tales rayos, indubitablemente, se consiguen en todo átomo y esto lo sabe aquél que se haya dedicado a la Física Atómica, a la Física Nuclear. Hay algo, sin embargo, en cada núcleo atómico, que está más allá de los Rayos Alfa, Betha y Gamma; es, digamos, un “algo” de tipo concientivo que transciende a tales rayos.
Si se estudian los Rayos Alfa, Betha y Gamma dentro de los átomos y bajo los efectos de la marihuana, por ejemplo, vemos que entran en actividad, es decir, hay una especie de explosión de tales rayos dentro de la célula viva cerebral, y eso está demostrado. Como resultado deviene la pérdida de la memoria y hasta el daño de los reflejos.
Así pues, en modo alguno es aconsejable la marihuana ni ningún otro tipo de drogas…
Aparentemente la tal droga, ya citada, se tiene como “magnífica” para el despertar de la Conciencia Objetiva, pero tómese en cuenta que las drogas con sus efectos tienen resultados muy parecidos a los del abominable Órgano Kundartiguador.
Indubitablemente, esos tenebrosos que han desarrollado tal “Órgano” (que está situado precisamente en el coxis), tienen un cariz psicológico muy semejante al de los que utilizan drogas. Por eso es que la Blavatsky ha dicho que algunos Magos Negros del Tíbet se sienten “super-iluminados”.
Ciertamente, si confrontamos nosotros o ponemos frente a frente a los Adeptos de la FRATERNIDAD UNIVERSAL BLANCA y a los Adeptos de la Mano Izquierda del Tíbet Oriental, como consecuencia o corolario podríamos decir que ambos se sienten iluminados; empero es obvio que sólo los Adeptos de la Fraternidad Blanca han conseguido la objetivización de la Conciencia.
Francamente no existen bases para que los Hippies crean que así se consigue la Iluminación, pero sin embargo los secuaces de la Fraternidad Tenebrosa del Mundo Occidental se sienten también (como en Oriente) completamente “iluminados”.
Y es que las Tinieblas se parecen mucho a la Luz (aunque los de la izquierda sólo conocen el aspecto puramente tenebroso de la cuestión) y por eso fácilmente cualquiera puede extraviarse o caer aunque sea conceptualmente un error.
El que ha llegado a la ILUMINACIÓN OBJETIVA, aquél que ha alcanzado el Éxtasis, el Samadhi, tiene superabundancia de datos trascendentales sobre la realidad de las cosas, no como son en apariencia sino como esencia.
Empero, los que están bajo el efecto de las drogas, los que pasan por un instante de marihuana, digamos, se creen lúcidos, creen que se hallan en la luz, creen que han conseguido la objetivización de la Conciencia, pero en realidad se relacionan, no con Verdades Cósmicas, dijéramos, sino con el anverso de la medalla, con el anverso de la Ciencia Pura.
La percepción de las sombras en alguna forma, aunque sea por analogía o similitud, se correlaciona con los aspectos mundanales de lo Real. Claro que suponen muchos que se encuentran por tal motivo iluminados; pero no está de más, en este punto, repetir con Dante Alighieri y su “Divina Comedia” que “LAS TINIEBLAS SON EL DISFRAZ DE LA LUZ”. Incuestionablemente, donde la Luz resplandece más clara, las Tinieblas se vuelven también más espesas. Frente a un Templo de Luz existe también uno de Tinieblas.
Así pues, mi caro hermano, lo que se percibe con la marihuana y los hongos alucinógenos es el anverso de la medalla, es decir, la otra cara de lo real. La Verdad también, repito, se disfraza de Tinieblas.
Cuando uno no tiene esa experiencia suprasensible cuando uno verdaderamente no ha llegado a la Iluminación Trascendente, es claro que puede confundir las experiencias suprasensibles con las del abominable Órgano Kundartiguador, o con las de la marihuana, o con la de los hongos, etc.
Todo esto se puede confundir con el Samadhi o arrobamiento místico que otrora tuvieran hombres como Raimundo Lulio, Nicolás Flamel, Sendivogius y muchos otros grandes anacoretas, alquimistas e iluminados.
Así pues, no quiero en modo alguno tratar de criticar a los Hippies; únicamente estoy tratando de aclarar que cuando no se tiene experiencia en el terreno de la Objetividad Trascendente, puede uno (por medio de la marihuana o de los hongos) confundir a las Tinieblas con la Luz, y eso es todo.
Samael Aun Weor – Dialogo con hermanos Dominicanos en el Congreso de 1976