La Supra-sexualidad es el resultado de la transmutación sexual. Cristo, Budha, Dante, Zoroastro, Mahoma, Hermes, Quetzalcoatl y muchos otros grandes maestros fueron supra-sexuales.
Los dos grandes aspectos de la sexualidad se denominan generación y regeneración. En el precedente capítulo ya estudiamos la generación consciente; ahora vamos a estudiar la regeneración.
Estudiando La vida de los animales hallamos cosas muy interesantes. Si a una serpiente la cortamos por la mitad podemos estar seguros que ella tiene poder de regenerarse. Esta puede desarrollar totalmente una nueva mitad con todos los órganos de la mitad perdida. La mayor parte de gusanos de tierra y mar tienen también el poder de regenerarse constantemente. La lagartija puede regenerar su cola, y el organismo humano su piel. El poder de regeneración es absolutamente sexual.
El hombre tiene el poder de recrearse a sí mismo. El hombre puede crear dentro de sí mismo al Superhombre. Esto es posible utilizando sabiamente el poder sexual. Podemos recrearnos como auténticos Superhombres. Esto sólo es posible con la transmutación sexual. La clave fundamental de la transmutación sexual es el Arcano A.Z.F., (la Magia Sexual).
En la unión del Phalo y el útero se haya la clave de todo poder. Lo importante es que la pareja aprenda a retirarse del acto sexual antes del espasmo, antes del derrame seminal. No se debe derramar el semen ni dentro del útero ni fuera de él, ni por los lados, ni en ninguna parte. Hablamos así claro para que la gente entienda, aún cuando algunos puritanos infrasexuales nos califiquen de pornográficos.
La vida humana por sí misma no tiene ninguna significación. Nacer, crecer, trabajar duramente para vivir, reproducirse como un animal y luego morir, esa es realmente una cadena de martirios que lleva el hombre enredada en el Alma. Si esa es la vida no vale la pena vivir. Afortunadamente llevamos en nuestras glándulas sexuales la semilla, el grano. De esa semilla, del grano, puede nacer el Superhombre. El Adam Cristo. El Niño de Oro de la Alkimia Sexual. Por eso sí vale la pena vivir. El camino es la transmutación sexual. Esta es la ciencia de Urano. Este es el planeta que controla las gónadas o glándulas sexuales. Este es el planeta que gobierna la constelación de Acuario. Urano tiene un ciclo sexual de ochenta y cuatro años. Urano es el único planeta que dirige sus polos hacia el sol. Los dos polos de Urano corresponden a los dos aspectos masculino-femenino. Estas dos fases se alternan en dos períodos de cuarenta y dos años cada uno. El estímulo alternante de los dos polos de Urano gobierna toda la historia sexual de la evolución humana. Épocas en que las mujeres se desnudan para lucir sus cuerpos, alternan con épocas en que los hombres se engalanan. Épocas de preponderancia femenina, alternan con épocas de caballeros intrépidos. Esa es la historia de los siglos.
Cuando el ser humano llega a la edad madura es estimulado entonces por el ciclo antitético, opuesto al que gobernó durante nuestra infancia y juventud. Entonces realmente somos maduros. Nos sentimos sexualmente estimulados por el opuesto sexual. Realmente la edad madura es maravillosa para el trabajo de regeneración sexual. Los sentimientos sexuales son más ricos y maduros a los cuarenta que a los treinta años.
El Superhombre no es el resultado de la evolución. El Superhombre nace de la semilla. El Superhombre es el resultado de una tremenda revolución de la Conciencia. El Superhombre es el Hijo del Hombre mencionado por el Cristo. El Superhombre es el Adam Cristo.
La evolución significa que nada está quieto, todo vive dentro de los conceptos de tiempo, espacio y movimiento. La naturaleza contiene en sí, todas las posibilidades. Nadie llega a la perfección con evolución. Algunos se vuelven más buenos y la inmensa mayoría, terriblemente perversos. Esa es la evolución. El hombre de la inocencia, el hombre paradisíaco de hace unos cuantos millones de años, es ahora, después de mucho evolucionar, el hombre de la bomba atómica, el hombre de la bomba de hidrógeno, y el corrompido del peculado y el crimen. La evolución es un proceso de complicación de la energía. Necesitamos retornar al punto de partida (el sexo) y regenerarnos. El hombre es una semilla viviente. La semilla, el grano, debe esforzarse para que germine el Superhombre. Eso no es evolución. Eso es una tremenda revolución de la Conciencia. Con justa razón dijo el Cristo: “Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del Hombre sea levantado”. El Hijo del Hombre es el Adán Cristo, el Superhombre.
Con la transmutación sexual nos regeneramos absolutamente. A la edad del éxtasis sexual precede siempre la edad del gozo sexual. La misma energía que produce el goce sexual, cuando se transmuta produce entonces el éxtasis.
La lámpara de la ermitaño del Arcano nueve, que normalmente se halla encerrada entre las profundas cavernas de los órganos sexuales, debe ser colocada dentro de la torre del templo. Esa torre es el cerebro. Entonces quedamos iluminados. Ese es el camino realmente positivo que nos convierte en maestros del Shamadi (éxtasis).
Toda verdadera técnica de la meditación interna está íntimamente relacionada con la transmutación sexual. Necesitamos levantar la lámpara bien alto para iluminarnos.
Todo pichón alkimista después de haber sido coronado, se va alejando poco a poco del acto sexual. El connubio secreto se va distanciando cada vez más, de acuerdo con ciertos ritmos cósmicos marcados con el Gog oriental. Así es como se subliman las energías sexuales hasta transmutarse absolutamente para producir el éxtasis continuo.
El pichón de la Alkimia que en precedentes reencarnaciones trabajó en el Magisterio del Fuego, realiza este trabajo de laboratorio sexual en un tiempo relativamente corto. Empero, aquellos que por primera vez trabajan en la Gran Obra, necesitan por lo menos veinte años de trabajo muy intenso y veinte para irse retirando muy lentamente del trabajo de laboratorio. Total cuarenta años para realizar todo el trabajo. Cuando el alkimista derramar el Vaso de Hermes se apaga el fuego del hornillo del laboratorio y se pierde todo el trabajo.
La edad del éxtasis místico comienza donde la edad del gozo sexual termina. Todo aquel que alcance la Iniciación Venusta, tiene después un trabajo muy difícil que realizar. Este trabajo consiste en la transformación de las energías sexuales. Así como se puede hacer un trasplante vegetal, pasar una planta de una maceta con tierra a otra, así también se debe trasplantar la energía sexual, extraerla del hombre terrenal, y pasarla, trasplantarla en el Adam Cristo. En Alkimia se dice que debemos liberar al huevo filosofal de la asqueante podredumbre de la materia y entregárselo definitivamente al Hijo del Hombre.
El resultado de este trabajo es sorprendente y maravilloso. Este es precisamente el instante en que el Adán Cristo puede tragarse su humana Conciencia. Antes de ese momento la Conciencia del Adán de pecado debe haber muerto. El Dios Interno sólo puede devorarse el Alma. Al llegar a estas alturas el Maestro se ha realizado absolutamente. Desde ese instante hemos logrado el éxtasis continuo, la suprema iluminación de los grandes Hierofantes.
El nacimiento del Superhombre es un problema absolutamente sexual. Necesitamos nacer nuevamente para entrar en el reino de los cielos. El Superhombre es tan distinto al hombre como el rayo a la nube negra. El rayo sale de la nube pero no es la nube. El rayo es el Superhombre; la nube es el hombre. La regeneración sexual pone en actividad los poderes que tuvimos en el Edem. Nosotros perdimos esos poderes cuando caímos en la generación animal. Nosotros reconquistamos esos poderes cuando nos regenerarnos. Así como el gusano puede regenerar su cuerpo, y la lagartija su cola, así también nosotros podemos regenerar los poderes perdidos, para resplandecer nuevamente como dioses. Las energías sexuales ya trasplantadas en el Adán Cristo, resplandecen con la blancura inmaculada de la Divinidad.
Esas energías parecen entonces terribles rayos divinos. Es tremenda la grandeza y la majestad del Superhombre. Realmente el Superhombre brilla por un momento en la noche de los siglos y luego desaparecer, se vuelve invisible para el hombre. Por lo común, podemos encontrar huellas de semejante clase de seres en algunas Escuelas Secretas de Regeneración, acerca de las cuales casi nada se sabe oficialmente. Es por esas escuelas secretas que conocemos la existencia de esos sublimes seres Supra–sexuales. Las Escuelas de Regeneración tienen épocas de actividad pública, y épocas de trabajo secreto. El planeta Neptuno gobierna cíclicamente la actividad de esas escuelas. En el organismo humano, Neptuno tiene control sobre la glándula Pineal. Sólo con la transmutación sexual se pone en actividad esta glándula de dioses.
Urano controla las glándulas sexuales, y Neptuno la glándula Pineal. Urano es Alquimia Sexual práctica. Neptuno estudio esotérico. Primero debemos estudiar y luego trabajar en el laboratorio. Urano tiene un ciclo sexual de 84 años y Neptuno un ciclo de estudio de 165 años. El ciclo de Urano es el promedio de la vida humana el ciclo de Neptuno es el ciclo de actividad pública de ciertas Escuelas de Regeneración. Sólo por la Senda del Matrimonio Perfecto llegamos a la Supra-sexualidad.
Samael Aún Weor