Mucho es lo que se ha hablado sobre la futura guerra; no hay duda de que ésta será atómica. Han habido grandes acontecimientos políticos como en el caso de Cuba por ejemplo, y sin embargo no ha estallado la tercera Guerra Mundial, la humanidad aguarda con infinito terror esta pavorosa catástrofe que por anticipado sabemos que es inevitable; lo curioso es que a pesar de la Guerra Fría y de los grandes acontecimientos políticos, la Tercera Guerra Mundial no ha estallado todavía, la pobre gente a cada instante aguarda la tan temida guerra atómica, muchos hasta la desean; así es la humanidad.
Realmente lo que sucede es que jamás se ha peleado por ideologías; las guerras son siempre por cuestión de mercados. No son los pueblos los que inventan las guerras, estas se deben siempre a las camarillas de los poderosos, cuestión de mercados. Los poderosos son los que inventan las guerras; es doloroso ver a los pobres pueblos engañados por las camarillas de los poderosos, estos señores les hacen creer a los pueblos que se debe pelear por la patria en peligro, religión, por la democracia, por la causa del proletariado, etc., etc., etc., entonces los pueblos engañados van al matadero, eso es todo, aún las mismas guerras medievales de las cruzadas se debieron a los mercados de especies; eso fue todo. Los poderosos engañaron a los pueblos haciéndoles creer que se debía pelear contra los moros por la conquista del santo sepulcro, la tierra santa, el cristianismo, etc., todo eso fue un engaño, la guerra fue por la cuestión del mercado de especies, a los capitalistas europeos les interesaba el control absoluto de todos los mercados de especies.
La segunda guerra mundial se debió a cuestión de mercados. Hitler llevó a su pueblo a la guerra por cuestión de mercados. Alemania necesitaba abrirse paso en el comercio internacional, la competencia de mercados era terrible, y Hitler lleno de ambición sólo vio el camino equivocado de la violencia para la conquista mundial, la segunda guerra mundial es en el fondo una repetición de la primera.
La tercera guerra mundial no ha empezado a pesar de tantos graves acontecimientos políticos, debido al hecho de que ni Estados Unidos ni Europa han podido todavía saturar de mercancías todo el Asia, Europa, África y América. Esas dos grandes potencias han chocado con sus opuestas ideologías políticas, pero no han chocado por cuestión de mercados, porque ni una ni otra pueden todavía abastecer todos los mercados del mundo. Téngase en cuenta que el Asia no puede todavía ser abastecida por Rusia ni por los Estados Unidos, es decir no hay conflicto de mercados; cuando dicha clase de conflictos comience la tercera guerra mundial será entonces un hecho; por aquellos días se le hará creer a los pueblos que deben pelear por la democracia, por la libertad, por el comunismo, por la religión, por la patria en peligro, etc., etc., etc., y los pobres pueblos engañados irán a la guerra. Así ha sido siempre, mueren millones de personas para enriquecer a unas pocas. Son los poderosos de la tierra quienes llevan a los pueblos a la guerra. Desgraciadamente esos poderosos son creados por los pueblos, y son la viva expresión del egoísmo de los pueblos.
También es muy cierto que los pueblos son extensiones del individuo. El mal, el egoísmo, la raíz de la guerra se halla en el individuo; mientras el individuo continúe con su egoísmo, con sus ambiciones, con su odio, con su codicia, habrá pueblos así y éstos crearán líderes, jefes, poderosos, que los llevarán como bueyes al matadero, eso es todo. Resulta absurdo querer acabar con las guerras sin preocuparnos por la Disolución del Yo; mientras exista el “yo” habrán guerras.
Samael Aun Weor, El Cristo Social.