La ultima Cena es una Ceremonia Mágica de inmenso poder muy similar a la ARCAICA CEREMONIA de la HERMANDAD DE LA SANGRE. La tradición de esta hermandad, dice que dos o más personas mezclan, su sangre entre una copa, luego beben de ella, quedan hermanados ETERNAMENTE por la sangre. Los vehículos astrales de estas personas se asocian entonces íntimamente para toda la eternidad.
El sabio autor del ZARATUSTRA dijo:
“Escribe con sangre y aprenderás qué la sangre es Espíritu”.
Goethe puso en labios de su MEFISTOFELES esta frase:
“Este es un fluido muy peculiar”.
Las personas que poseen un cuerpo Astral bien organizado suelen, comunicarse entre sí a larga distancia sin utilizar los sistemas de radio, teléfono, radar, telégrafo, etc. Lo importante es poseer un objeto que haya sido usado por el mismo amigo lejano.
En este objeto se hallan los finos hilos magnéticos, las huellas psíquicas que nos ponen en contacto con el ausente, aunque este ultimo se haya desencarnado. Si esto sucede entre objetos y personas, que diremos de las íntimas relaciones de Sangre?
El pueblo hebreo atribuye a la sangre características de un tipo muy especial.
LA ÚLTIMA CENA fue una CEREMONIA DE SANGRE. Esta es una TREMENDA VERDAD que puede ser confirmada por los grandes CLARIVIDENTES INICIADOS.
Los Apóstoles bebieron gotas de Verdadera Sangre Real del CRISTO y comieron partículas pequeñísimas de SU CARNE. Esto es verdadero de toda verdad para los que pueden ver clarividentemente, los bibliómanos comunes y corrientes negarán esto porque no lo pueden ver clarividentemente. Estos preferirán mofarse de nuestras afirmaciones, porque la burla y el sarcasmo son más fáciles que tomarse el trabajo de desarrollar la clarividencia para investigar en los Archivos Akásicos de la Naturaleza.
Con la Ceremonia de Sangré, el Astral del Cristo quedó ASOCIADO, a sus discípulos por vínculos de sangre.
“Y tomando el pan, habiendo dado gracias, partió y les dio, diciendo: Esto es mi cuerpo, que por vosotros es dedo, haced esto en memoria de mí”
“Así mismo también el vaso, después que hubo cenado, diciendo: ESTE VASO ES EL NUEVO PACTO EN MI SANGRE, qué por vosotros se derrama”. (Lucas 22:19, 20)
Así se firmo el PACTO. Los pactos se firman con SANGRE.
“Escribe con sangre y aprenderás que la sangre es Espíritu”.
La Última Cena fue un pacto de sangre. Todo ritual de UNCIÓN GNÓSTICA está unido a la ÚLTIMA Cena por un pacto de sangre.
Los BLIBLIOMANOS MUERTOS que tanto abundan por ahí, suelen dar a la Ultima Cena las explicaciones más caprichosas que la mente humana la puede concebir, esas pobres gentes no pueden entender los CUATRO EVANGELIOS, porque están escritos en CLAVE y esta solo la conocen los GRANDES MAESTROS DE LA LOGIA BLANCA. La secta de Roma dice que nosotros hemos resucitado algunas sectas HERETICAS de los primeros siglos del Cristianismo. Precisamente ese es nuestro más alto honor. Hemos puesto sobre el tapete de actualidad el CRISTIANÍSMO ARCAICO PRIMITIVO, Nosotros tenemos en nuestro poder el RITUAL PRIMITIVO que usaron los Apóstoles y los Arcaicos Rituales de las Grandes Escuelas de Misterios, aquellos que usaron los Cristianos de las Catacumbas de Roma.
Estos extraordinarios Rituales tienen el poder sorprendente de SUBLIMAR LA ENERGÍA SEXUAL HASTA EL CORAZÓN. Con ellos invocamos también a los Ángeles que con inmensa alegría concurren a la ceremonia. Los mantrams de estos Rituales actúan sobre los chacras, discos o ruedas magnéticas del cuerpo Astral. Todo el trabajo del Ritual es algo esplendoroso. Magnifico, sublime…
Cuándo Ritualizamos la Ceremonia, se repite en los Siete Grandes Planos Cósmicos. Cuando Ritualizamos, se abre un canal que nos conecta con el Cristo Cósmico.
Los ÁTOMOS CRÍSTICOS descienden de arriba del SOL CENTRAL y se acumulan en el Pan y el Vino. Cuando comemos el Pan y bebemos el Vino, estamos de hecho ASOCIADOS a la Última Cena del Cristo por el Pacto de Sangre.
Los ÁTOMOS CRÍSTICOS se difunden por todo nuestro organismo y penetran en nuestros Cuerpos Internos para DESPERTARNOS la Facultades Internas y TRABAJAR por NUESTRA CRISTIFICACIÓN para BIEN DE LA HUMANIDAD.
Paz Inverencial