Las glándulas paratiroides no se deben eliminar jamás, porque está debidamente comprobado que sobrevienen terribles convulsiones y muerte inevitable.
Los dos pares de glándulas paratiroides regulan normalmente en forma llena de sapiencia que admira, todos los valores del calcio que abunda en las células y en la sangre.
Las secreciones de las cuatro maravillosas glándulas paratiroides tienen que desempeñar toda esta labor de control sobre el calcio de las células y de la sangre.
Este difícil trabajo sólo es posible gracias a las secreciones de las cuatro glándulas paratiroides.
Realmente estas glándulas son muy pequeñas, y están situadas sobre cada ala de las tiroides.
Observando atentamente pueden ver los biólogos un par de pequeños cuerpos del tamaño de un haba.
La Astrología sostiene que estas glándulas están reguladas por Marte.
La ciencia oficial sólo ve las glándulas desde un mero punto de vista puramente materialista.
La ciencia de los sabios Gnósticos va más lejos.
En todo átomo existe un trío de materia, energía y conciencia.
Toda célula es un trío compuesto de materia, energía y conciencia.
Cada glándula de secreción interna es un verdadero laboratorio Micro-cósmico. La interrelación de las glándulas endocrinas, el sabio intercambio de productos bioquímicos, la perfección infinita con que trabajan las glándulas, nos está demostrando hasta la saciedad la existencia de ciertos coordenados inteligentes cuya raíz hay que buscarla en la conciencia cósmica.
Donde quiera haya vida, allí existe la conciencia. La conciencia es inherente a la vida como la humedad es inherente al agua. En la Rusia Soviética actualmente existen quince millones de Musulmanes. Esto está demostrando hasta la evidencia que el materialismo de Marx ha fracasado totalmente.
Toda máquina está organizada según leyes. Toda máquina tiene un timón, su palanca desde donde se le gobierna, y un piloto que la controle y dirija. ¿Por qué ha de ser una excepción nuestro organismo humano? El cuerpo humano es una máquina perfecta construida en los talleres de la naturaleza por la conciencia cósmica. Esa máquina tiene su timón o palanca desde donde se le gobierna y dirige. Ese timón es el sistema nervioso gran simpático. El piloto que controla esa máquina es el Íntimo (el espíritu). Así pues, el Íntimo envuelto en su cuerpo astral controla por medio de la palanca del sistema nervioso gran simpático todo el organismo, y todas las secreciones hormonales.
Samael Aún Weor