La Kábala dice que existen dos cosmos; el macrocosmos y el microcosmos. El primero representa lo infinitamente grande, lo segundo representa lo infinitamente pequeño.
La enseñanza Kabalista sobre los dos cosmos está incompleta, es tan solo una enseñanza fragmentaria.
Existen siete cosmos y no únicamente dos como pretenden equivocadamente los Kabalistas.
El Absoluto en sí mismo es explicado por la Kábala como teniendo tres aspectos, a saber:
1) AIN SOPH AUR. –
2) AIN SOPH. –
3) AIN.
AIN SOPH AUR viene a ser el circulo externo.
AIN SOPH viene a ser el círculo medio.
AIN es de hecho SAT, el INMANIFESTADO ABSOLUTO.
El primer cosmos no podría existir dentro del Inmanifestado Ain, ni siquiera dentro del Ain Soph. El primer cosmos solo puede existir en el Ain Soph Aur.
El primer cosmos es de naturaleza puramente espiritual y su nombre es protocosmos.
El segundo es el Ayocosmos o Melagocosmos, esto es, el gran cosmos, todos los soles, todos los mundos del espacio infinito.
El tercer cosmos es el Macrocosmos del cual hablan los Kabalistas en sus libros y está compuesto por la vía láctea con sus dieciocho millones de soles que giran alrededor del sol central Cirio.
El cuarto es el Deuterocosmos que está constituido por el Sol de nuestro sistema Solar con todas sus leyes.
El quinto es el Mesocosmos, nuestro planeta tierra.
El sexto es el Microcosmos hombre.
El séptimo es el Tritocosmos, lo infinitamente pequeño, átomos, moléculas, insectos, microbios, electrones, etc. y además el Avitchi, Abismo.
Entre el Microcosmos hombre y el Macrocosmos existen el Mesocosmos y el Deuterocosmos, por lo tanto resulta un poco caprichosa aquella frase que dice: “El hombre es el Microcosmos del Macrocosmos”.
Cada uno de los siete Cosmos tiene sus leyes propias. El Gnóstico tiene que estudiar las leyes que gobiernan a estos siete Cosmos, a fin de saber cuál es el puesto que ocupamos en la vida y cómo debemos hacer para lograr la liberación final.
RAYO DE LA CREACIÓN
Dice el Maestro G. que el rayo de la creación inicia su crecimiento desde el Absoluto y termina en la luna, el error del Maestro G. consiste en creer que la luna es un fragmento desprendido de la tierra.
La luna es mucho mas antigua que la tierra, es un mundo ya muerto, un mundo que perteneció a otro rayo de la creación.
Realmente nuestro propio Rayo de creación se inició en el Absoluto y terminó en el Infierno, Infernus, Avitchi, Tártarus Griego, Averno romano, reino mineral sumergido, Morada fatal de los tenebrosos sub-lunares.
El rayo de la creación correctamente explicado es así:
a) Absoluto
b) Todos los mundos
c) Todos los soles
d) El sol
e) Todos los planetas
f) La tierra
g) El abismo
Los hermanos del Movimiento Gnóstico deben comprender a fondo este conocimiento esotérico que en este Mensaje de Navidad les damos para que sepan cual es el lugar exacto que vienen a ocupar en el rayo de la creación.
Necesitamos conocer a fondo el camino a fin de lograr la Navidad del corazón y la liberación final.
En el Absoluto se inicia el rayo de la creación con el Protocosmos. Todos los mundos en el rayo de la creación corresponden al Ayocosmos.
Todos los soles de la vía Láctea corresponden al Macrocosmos en el rayo de la creación.
El Deuterocosmos en el rayo de la creación es el sol
El Mesocosmos en el rayo de la creación está constituido por todos los planetas del Sistema Solar y la tierra que los representa.
El Microcosmos es el hombre en el rayo de la creación.
El Tritocosmos es el átomo y el abismo.
En el primer cosmos solo existe la única ley, la ley del Absoluto.
En el segundo cosmos el primero se convierte en tres y tres leyes gobiernan el segundo cosmos.
En el tercer cosmos las tres se convierten en seis leyes.
En el cuarto cosmos las seis se duplican en doce.
En el quinto cosmos las doce se duplican para convertirse en veinticuatro leyes.
En el sexto cosmos las veinticuatro leyes se duplican convirtiéndose en cuarenta y ocho leyes.
En el séptimo cosmos las cuarenta y ocho leyes se convierten por duplicación en noventa y seis leyes.
En el Protocosmos solo se hace la voluntad del Absoluto, la única ley.
En el segundo cosmos la gran ley se convierte en tres, Padre, Hijo y Espíritu Santo, Fuerza Positiva, Fuerza Negativa, Fuerza Neutra.
En el tercer cosmos comienza la mecánica por que las tres fuerzas primordiales se dividen convirtiéndose en seis.
En el cuarto cosmos la vida se vuelve mucho más mecánica por que ya no son seis, sino doce las leyes que lo gobiernan.
En el quinto cosmos la vida es muchísimo más mecánica y ya casi nada tiene que ver con la voluntad del Absoluto, porque las doce leyes se han vuelto veinticuatro.
En el sexto cosmos la vida es tan tremendamente materialista y mecánica que ya ni siquiera se sospecha que existe la voluntad del Absoluto.
Nosotros vivimos en un mundo mecánico de cuarenta y ocho leyes, un mundo donde no se hace la voluntad del Absoluto, un apartadísimo rincón del universo, un lugar oscuro y terriblemente doloroso.
El puesto que ocupamos en el rayo de la creación es lamentable, en nuestro mundo ya no se hace la voluntad del Absoluto y ni siquiera la voluntad de las Tres Divinas Personas llamadas Padre, Hijo y Espíritu Santo.
Cuarenta y ocho espantosas leyes mecánicas nos gobiernan y dirigen, somos realmente unos infelices desterrados viviendo en este valle de amarguras; por debajo de nosotros en el rayo de la creación solo están los desgraciados del abismo gobernados por la horrible mecánica de las noventa y seis leyes.
Necesitamos libertarnos de las cuarenta y ocho leyes para pasar el quinto cosmos (el de las veinticuatro leyes) Necesitamos libertarnos luego del quinto cosmos (el de las doce leyes) y después continuar nuestro trabajo de liberación final pasando por el cuarto y el tercero y segundo cosmos para regresar al Absoluto.
Todas las sustancias de los siete cosmos están dentro de nosotros mismos. Dentro del cerebro pensante tenemos la sustancia del Protocosmos, dentro del cerebro Motor o sistema Pensante tenemos la sustancia del Ayocosmos. Dentro del cerebro consciente formado por todos los centros nerviosos específicos del organismo humano, tenemos la sustancia del Macrocosmos y así sucesivamente.
Los materiales para trabajar los tenemos dentro del organismo humano y si creamos los cuerpos existenciales superiores del Ser, logramos de hecho libertarnos de todos los cosmos incluyendo el séptimo, para entrar al fin dentro del Absoluto, Inmanifestado, Sat, Ain.
Los gérmenes de los cuerpos existenciales del ser se hallan depositados en el semen, es necesario desarrollar esos gérmenes, y eso solo es posible con el Maithuna (Magia Sexual).
Ya en nuestras pasadas publicaciones y Mensajes hemos hablado sobre los cuerpos existenciales superiores del ser, y por ello nuestros estudiantes Gnósticos están informados,
Sabemos que el cuerpo astral (no lo confundamos con el cuerpo lunar), está gobernado por veinticuatro leyes y que el cuerpo físico está gobernado por cuarenta y ocho leyes.
Si creemos en el cuerpo astral es claro que nos libertaremos del mundo fatal de las cuarenta y ocho leyes, y que nos convirtamos en habitantes del mundo de las veinticuatro leyes.
Si creemos en el cuerpo mental nos libertamos del mundo de las veinticuatro leyes y entramos al mundo de las doce leyes; recordemos que el cuerpo mental está gobernando por doce leyes.
Si creemos en el cuerpo causal o cuerpo de la voluntad consciente, entramos en el mundo de seis leyes y nos convertimos en los habitantes de ese mundo por que el cuerpo de la voluntad consciente (el causal), está gobernador por seis leyes.
Los trabajos con el Maithuna y la disolución del yo, más el sacrificio por la humanidad, nos permiten hacer nuevas creaciones, dentro de nosotros mismos para libertarnos del mundo de las seis leyes y pasar más allá del Ayocosmos y Protocosmos inefable.
Es necesario que todos nuestros estudiantes gnósticos comprendan en esta Navidad que solo creando los cuerpos existenciales superiores del ser, y celebrando la muerte del yo y la navidad del corazón, podrán lograr la liberación final.
El Ser solo puede entrar dentro de aquel que ha creado los cuerpos existenciales superiores.
La navidad del corazón solo puede ser celebrada de verdad por aquel que haya creado los cuerpos existenciales superiores del Ser.
La constitución del animal intelectual llamado equivocadamente hombre, es la siguiente:
a) Cuerpo Físico
b) Cuerpo Vital
c) Cuerpo Lunar de deseos
d) Cuerpo Mental Lunar
e) El Yo Pluralizado
f) El Buddhata
Los tres aspectos del Atman-Buddhi-Manas, o Espíritu Divino, Espíritu de Vida, Espíritu Humano, no han encarnado en el ser humano porque este no posee todavía los cuerpos Solares, es decir, los Cuerpos existenciales del Ser.
Todos nuestros esfuerzos se dirigen a libertarnos de la Luna que desgraciadamente llevamos en nuestros cuerpos lunares.
Creándonos los cuerpos Solares, nos libertamos de la influencia Lunar.
Solo con el Maithuna (Magia Sexual), podernos darnos el lujo de crear nuestros cuerpos Solares porque los gérmenes de dichos cuerpos se hallan en el semen.
Los cuerpos Lunares, nos tienen viviendo en el mundo de las cuarenta y ocho leyes, el valle de las amarguras.
Los cuerpos lunares son femeninos, por eso los hombres de este mundo, en los mundos internos después de la muerte son mujeres subconscientes, frías, fantasmales.
Es muy lamentable que los escritores Teosofista, Seudo-Rosacrucistas, etc., no hayan sido capaces de comprender que los vehículos internos actuales del ser humano, son cuerpos Lunares que debemos desintegrar después de habernos creado los cuerpos Solares.
Es imposible liberarnos del mundo de las cuarenta y ocho leyes mientras no hayamos creado los cuerpos existenciales Superiores del Ser.
Samael Aun Weor