LOS SIETE DÍAS DE LA CREACIÓN

La humanidad actual hace su marcha descendente por el arco descendente involutivo; obviamente, conforme el ciclo de existencias termina, que es siempre de 108; se ingresa en las entrañas de la Tierra, en el tiempo. Allí se pasa por procesos análogos a la bestia, vegetal, mineral, etc., no en el plano físico, como animales, vegetales, minerales; sino en los infiernos atómicos de la Naturaleza.

Ésa es la razón por la cual los demonios tomen forma de bestias, etc.

Un individuo que sólo se da el lujo de crear para su uso personal un Cuerpo Astral, y luego se hace Hanasmussen por dedicarse a la magia negra, si no se regenera en nuevas existencias, ingresa al reino mineral directamente en el plano físico, para que elimine lo que tiene de Hanasmussen; y una vez eliminado, sigue en cuerpos humanos y como humano, aunque se puede dar el caso de que lo manden a los mundos infiernos.

No todos los traidores pasan directamente al noveno círculo dantesco, son casos especiales como el mencionado por Dante; el individuo que invita a su esposa, a sus hijos y a toda su familia a una cena y luego con los postres los envenena a todos. En el noveno círculo dantesco pasan millares y hasta millones de años.

Cuarta Dimensión: Hemos dicho que la Cuarta Dimensión es el tiempo, es la verdad. Existen tres dimensiones en una mesa: largo, ancho y alto; pero hay una Cuarta Dimensión ¿Cuánto hace que el carpintero hizo la mesa? Ésa es la Cuarta Dimensión. Ahora, que en el tiempo se procesa la Cuarta Dimensión, es verdad; en todo caso, hay una diferencia entre el tiempo y la Cuarta Dimensión, como existe una diferencia entre el florero que está sobre la mesa. La Cuarta Vertical existe como concepto geométrico, existe como tiempo, pero en una existencia que como todas las existencias es relativa, porque un Universo no es más que un sueño de Brahma. Ahora pues, después que viene la Noche Cósmica termina el Universo, se desvanece como pompas de jabón, de manera que ya lo dijo el Kybalión: “toda cosa es y no es al mismo tiempo”. La Cuarta Dimensión existe y existirá mientras exista el Maha-Manvantara.

¿Que el tiempo se procesa en la Cuarta Dimensión? Bueno, en alguna parte se tendría que procesar, pero esto no quiere decir que el tiempo sea la Cuarta Vertical, pero sí tiene una existencia relativa, pues así como uno, si no llega a tiempo para tomar el tren, lo deja el tren.

En el Sagrado Sol Absoluto, el Universo en forma completa, íntegra, unitotal, tiene su existencia y la inteligencia en el Sagrado Sol Absoluto. Ahora, como los distintos fenómenos del Universo van cristalizando, hacen que nazca una variedad del tiempo, por ejemplo, vemos como el Sol nace y se oculta, y decimos nosotros que salió a las 6, se ocultó a las 6 y que han pasado 12 horas.

Pero ¿dónde están esas horas? ¿Se podrían analizar en un laboratorio? No tienen ninguna realidad, son conceptos subjetivos y una opinión subjetiva. Realmente el proceso de nacer y ocultarse el Sol son dos fenómenos. Esos dos procesos de nacer y ocultarse el Sol se forman de instante en instante, de momento en momento; pero nosotros tenemos nuestras queridas horas; esto es un concepto de la mente, por lo tanto el tiempo no tiene realidad objetiva, y como es subjetivo se procesa en la Cuarta Vertical, pero esto no quiere decir que el tiempo es la Cuarta Vertical.

Muchos creen que El Génesis se procesó hace unos cuantos millones de años, y eso no es así; El Génesis es para vivirlo en Alquimia Sexual. El alquimista tiene que trabajar dentro de sí mismo con las mismas leyes que Dios usó para crear el Universo. Así pues, El Génesis pertenece al trabajo con uno mismo, aquí y ahora.

Se dice, por ejemplo, que “Dios Creó los Cielos y la Tierra”. ¿A qué Tierra se refiere El Génesis? Pues a nuestra Tierra Filosofal, al cuerpo físico del alquimista o “Tierra Elemental” de los Sabios.

“Y la Tierra estaba desordenada y vacía, y las tinieblas estaban sobre la faz del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas”… (Gn. 1:2). Ése es el primer día de toda la creación, en que tiene uno que bajar a los mundos infiernos para trabajar. El principio de nuestro Caos Espermático está en tinieblas; esta Tierra Filosofal, el cuerpo humano o sistema sexual, está en desorden completo. Sin embargo, el Espíritu de Dios se mueve sobre las aguas espermáticas del primer instante.

“Y dijo Dios: Sea la luz: y fue la luz. Y vio Dios que la luz era buena: y apartó Dios la luz de las tinieblas. Y llamó Dios a la luz Día, y a las tinieblas llamó Noche: y fue la tarde y la mañana un día”… (Gn. 1:3-5). Ése es el primer trabajo que uno tiene que hacer en la Alquimia: separar la luz de las tinieblas, arrancarle la luz a las tinieblas. Entonces tiene uno que bajar al abismo (hacer la luz es muy difícil, pero no imposible).

“Y dijo Dios: Haya expansión en medio de las aguas y separe las aguas de las aguas”… (Gn. 1:6). Eso es claro: hay que separar las aguas superiores de las aguas inferiores. He allí lo que se llama “preparar el Mercurio de los Sabios”, el Mercurio de la Filosofía Secreta, pues bien sabemos nosotros que el Mercurio es el Alma metálica del Esperma Sagrado. El agua superior hay que separarla del agua inferior.

Continúa diciendo El Génesis: “E hizo Dios la expansión, y apartó las aguas que estaban debajo de la expansión de las aguas que estaban sobre la expansión: y fue así. Y llamó Dios a la expansión Cielos: y fue la tarde y la mañana el día segundo”… (Gn. 1:7-8). Ésa es la segunda parte del trabajo alquimista, de la Gran Obra: preparar el Mercurio de la Filosofía Secreta para trabajar intensamente. Dicha parte superior de ese Mercurio se llama “Cielos” y la inferior se llama “Tierra”.

“Y dijo Dios: Júntense las aguas que están debajo de los cielos en un lugar y descúbrase la seca: y fue así. Y llamó Dios a la seca, Tierra y a la reunión de las aguas llamó Mares: y vio Dios que era bueno”… (Gn. 1:9-10). Ése es un trabajo difícil, el del tercer día, en el que tiene uno que fabricarse el Cuerpo Astral. El primer día está relacionado con el Cuerpo Físico, el segundo con el Vital y el tercero con el Astral.

“Y dijo Dios: Produzca la tierra hierba verde, hierba que dé simiente; árbol de fruto que dé fruto según su género, que su simiente esté en él, sobre la tierra: y fue así. Y produjo la tierra hierba verde, hierba que da simiente según su naturaleza, y árbol que da fruto, cuya simiente está en él, según su género: y vio Dios que era bueno. Y fue la tarde y la mañana el día tercero”… (Gn. 1:11-12).

Ésa es la parte correspondiente a la perfección del Cuerpo Astral, es decir, si lo tiene fabricado, corresponde al período de convertir el Cuerpo Astral en Cuerpo de Oro Puro. Tiene que ver con la semilla, porque la semilla es sexual, y está íntimamente relacionada con el Astral.

Luego viene lo del cuarto día. “Y dijo Dios: Sean lumbreras en la expansión de los cielos para apartar el día y la noche: y sean por señales, y para las estaciones, y para días y años; Y sean por lumbreras en la expansión de los cielos para alumbrar sobre la tierra: y fue así. E hizo Dios las dos grandes lumbreras; la lumbrera mayor para que señorease en el día y la lumbrera menor para señorease en la noche: hizo también las estrellas. Y púsolas Dios en la expansión de los cielos, para alumbrar sobre la tierra, Y para señorear en el día y en la noche y para apartar la luz y las tinieblas: y vio Dios que era bueno. Y fue la tarde y la mañana el día cuarto”… (Gn. 1:14-19). Ése es el cuarto trabajo que hay que hacer con la mente. Comoquiera que el Mundo Mental es el Mundo de la Magia Hermética, allí se trabaja con el Sol y con la Luna, con el principio masculino y femenino.

Las estrellas son las estrellas del Espíritu; las facultades, y se relacionan con la inteligencia. Tiene esto que ver con la creación del Cuerpo Mental y quienes ya lo tienen; con la perfección de dicho Cuerpo. De manera que, es relativamente fácil de entender…

“Y dijo Dios: produzcan las aguas reptil de ánima viviente y aves que vuelen sobre la tierra, en la abierta expansión de los cielos. Y crió Dios las grandes ballenas y toda cosa viva que anda arrastrando; que las aguas produjeron según su género, y toda ave alada según su especie: y vio Dios que era bueno. Y Dios los bendijo diciendo: Fructificad y multiplicad y henchid las aguas en los mares, y las aves se multipliquen en la tierra. Y fue la tarde y la mañana el día quinto”… (Gn. 1:20-23). Ése es el quinto día del trabajo, que tiene que ver con el Cuerpo Causal, con la creación de dicho cuerpo, y quienes ya lo tienen, deben lidiar con las CAUSAS de sus errores, con esos terribles monstruos de donde salieron los Yoes, con esas CAUSAS que dieron origen a tantos defectos psicológicos. Tales CAUSAS son verdaderas bestias con las que hay que lidiar y sufrir. Esto lo sabe todo aquél que haya trabajado en la Gran Obra. Esto pertenece, pues, al Cuerpo Causal.

“Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en las bestias, y en toda la tierra, y en todo animal que anda arrastrando sobre la tierra. Y crió Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios los crió, varón y hembra los crió”… (Gn. 1: 26-27). Hay que entender que eso no es como se cree corrientemente. Claro está que en el sexto día de trabajo, hay que sufrir y lidiar con todos los monstruos que nosotros mismos hemos creado, y que corresponden a estados concientivos espantosos y terribles. Pero lo grande de este día es que el BUDDHI o ALMA ESPIRITUAL logra una cristificación completa. Ella es el Alma-Espíritu, que se llega a integrar completamente con el Alma Humana.

Ésta es masculina y aquélla femenina. De la fusión de ambas resulta el verdadero hombre (macho y hembra a la vez), el Hermafrodita-Espíritu, el verdadero Hombre Divinal, perfecto, auténtico.

Ése es el sexto día de trabajo.

Luego continúa El Génesis diciéndonos (dando órdenes al verdadero Hombre, al Hombre- Espíritu): “Y los bendijo Dios; y díjoles Dios: Fructificad y multiplicad, y henchid la tierra, y sojuzgadla (claro está que el verdadero Hombre es el dueño de la creación), y señoread en los peces de la mar, y en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven sobre la tierra”… (Gn. 1:28).

El hombre, sí, es capaz de eliminar todas las bestias internas, es decir, sus propios defectos y las causas de sus defectos. Así, él es el rey de la creación, de todo lo que es y será.

“Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda hierba que da simiente, que está sobre la faz de toda la tierra; y todo árbol en que hay fruto de árbol que da simiente, seros ha para comer. Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto”… (Gn. 1:29,31).

“Y fueron acabados los cielos y la tierra, y todo su ornamento. Y acabó Dios en el día séptimo su obra que hizo, y reposó el día séptimo de toda su obra que había hecho. Y bendijo Dios al día séptimo, y santificólo, porque en él reposó de toda su obra que había Dios criado y hecho”… (Gn. 2:1-3).

También está relacionado, El Génesis, con la creación de la Tierra, que primero fue Mental, después descendió al Astral, después al Etérico y luego al Físico. Todo esto se realizó en SEIS DÍAS o SEIS PERÍODOS, y se descansó en el séptimo. Cada período de esos, son eternidades.

Disolución del Yo: Para disolverlo, primero hay que observar el sentido de la Autoobservación.

Es necesario observar. Si uno está sentado en una silla, sabe que está sentado, pero eso no quiere decir que se ha observado en la silla; en el primer caso hay un estado de inatención, en el segundo, hay un estado de atención concentrada. Alguien podría saber que está pensando, pero esto no quiere decir que ha observado sus pensamientos. Alguien puede darse cuenta de un estado negativo en su interior, de un estado emocional bajo, pero esto no quiere decir que se ha estado observando.

La observación verdadera suele confundirse con el conocimiento. Uno puede conocer que se encuentra en un estado indeseable y sin embargo, no haberlo observado. La observación verdadera tampoco debe confundirse con el pensar. Puede que uno se dé cuenta que sigue determinados pensamientos negativos y perjudiciales, esto no significa que los esté observando. Hay necesidad de aprender a observar detenidamente para poderse autoconocer. Cuando uno observa cuidadosamente su cuerpo físico, al principio se hace difícil descubrir cualquier error. Más tarde viene a descubrir cualquier defecto psicológico y por allí debe comenzar. Normalmente, el estudiante gnóstico no sabe por dónde comenzar la disolución del Yo. Se hace necesario que observe, que se autoobserve. Lo que hay que hacer es observar al defecto en cuestión, conocer su modo de acción, cualquier Yo puede expresarse en el Centro Motor, Instintivo, Sexual, en una forma, en el Emocional, situado en el corazón en otra forma y en el Intelectual en otra forma.

Primero observarlo, conocerlo; después, hay que enjuiciarlo críticamente, analizarlo y comprenderlo, eso es el segundo paso; más tarde viene el tercero: ejecución, entonces habrá necesidad de concentración en la Divina Madre Kundalini y suplicarle separe de nuestra psiquis y reduzca a cenizas el defecto o Yo psicológico que nosotros primero hemos observado y después hemos enjuiciado críticamente. Conforme el Yo se vaya disolviendo, la Esencia se irá liberando poco a poco. Así, también, cuando todos los Yoes se hayan disuelto completamente, se formará en nosotros un Centro de Conciencia Permanente, será el Embrión Áureo. Los verdaderos poderes están en la Esencia.

Dentro de nosotros viven muchas personas con intereses contradictorios. Ahora se explicarán ustedes, por qué hay que aprender a orar; hay que saber orar. En el terreno de la vida práctica, podemos observar cuatro estados de Conciencia:

Primer estado: es completamente infrahumano, es el del sujeto aquel que dejó su cuerpo físico en la cama. El Ego ambula por el mundo molecular soñando, disparatando en el estado de inconsciencia absoluta; afortunadamente el cuerpo físico se halla en la cama pasivo. Pero ¿qué tal si estuviera despierto, activo para los sueños, mientras el Ego ambula? ¿Cuáles serían los resultados? Segundo estado de Conciencia: es el del hombre que ha despertado del sueño común y corriente; el que ha despertado, activo para sus sueños, el soñador que ha continuado activo para sus sueños, en el mal llamado estado de vigilia. Si una Oración se hace desde ese Primer y Segundo piso de nuestra casa interior, pues resultaría completamente negativo, porque uno puede en estado inconsciente, mecánico; por ejemplo, rezar para que llueva, y muchos Yoes que en nuestro interior existen parecen verdaderas personas que van y vienen independientemente; ellos no tienen interés en que llueva, y pueden agarrar el sentido de rezar, pero pedirán para que no llueva. Puede, en estado mecanicista, pedir para que salga de tal o cual problema económico, moral, social o político; y los Yoes como son contradictorios, cada uno tiene su criterio, su forma de ser y de pensar, piden exactamente lo contrario de lo que iba a pedir, y la Naturaleza responde, hace, y como aquéllos son mayores, responderá con fuerzas contrarias a las que nosotros aquí en el mundo físico hemos solicitado.

Para que la Oración tenga poder, se necesita que uno esté en el Tercer estado de Conciencia: la íntima recordación de sí mismos. Cuando uno se concentra en su Divina Madre Kundalini o en su Padre que está en secreto, hay íntima recordación de sí mismos.

Si le pedimos a nuestra Divina Madre, que es una de las partes de nosotros, de nuestro Ser Interior, que elimine cualquier elemento indeseable, hay una íntima recordación de sí mismo y la Oración llega a ella. Ésta es la Oración consciente, que es distinta a la Oración mecánica.

El Cuarto estado de Conciencia, es el de los verdaderos iluminados, de los Turiyas, de los Dioses Hombres, y se habla con el Padre que está en secreto, con la Madre Divina frente a frente. Para pedir, hay que colocarse en el Tercer estado de Conciencia, internamente, profundamente concentrados, uniendo los Centros Mental, Emocional y Motor en perfecta armonía. No hay duda de que dentro de nosotros viven tres hermanos que viven peleando entre sí, y que nunca se ponen de acuerdo; el primero es el Centro Intelectual, el segundo el Emocional y el tercero será el Centro Motor-Instintivo-Sexual, en uno solo. La mente quiere una cosa, la emoción otra y el sexo otra. Para que la concentración en la Oración sea perfecta, efectiva, se necesita formularla claramente con la mente, sentirla en el corazón y mover y actuar en el sentido de la Oración. Unir el pensamiento, emoción o sentimiento y acción en uno solo, ahí se eliminan los Egos. Empero, hay que dividirnos en observador y observado, tal como se explicó antes.

Samael Aun Weor

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