En un periódico occidental de cierto país cuyo nombre no menciono para evitarme problemas y reclamos, he hallado un artículo que a la letra dice así:
“Meseras y cocineras irredentas. Las explotan extranjeros con apoyo de muchos sindicatos”.
“Más de quince mil meseras, cocineras, ayudantes de cocina y otros empleados que laboran en restaurantes y cafés de ciudad, son víctimas desde hace varios lustros de inicua explotación”.
“Estos trabajadores no sólo han sido explotados tradicionalmente por los propietarios de ese tipo de establecimientos, en su mayoría extranjeros, sino por los líderes que han creado a través del tiempo más de sesenta y cinco sindicatos de la rama gastronómica que no son más que agrupaciones de Membrete”.
“Los dirigentes de esos sindicatos auténticamente Blancos han encontrado su modus vivendi y en convivencia con los dueños de esas negociaciones explotan a más y mejor a los trabajadores dedicándose a firmar contratos de trabajo que en nada favorecen a meseras, cocineras, y empleadas de restaurantes en general, sino que benefician única y exclusivamente a los mismos nefastos y venales líderes así como a los propietarios de los establecimientos aludidos”.
“En cientos de quejas llegadas a este periódico y que paulatinamente se ponen de relieve las miles de arbitrariedades que se cometen en contra del sufrido gremio de meseras, de las vejaciones de las que son víctimas y de la falta de protección que tienen por parte de las autoridades y del trabajo”.
“Sin embargo, cabe mencionar que esas arbitrariedades y vejaciones que sufren son propiciadas por los líderes que han fundado sindicatos que en lugar de ser organismos de defensa de los trabajadores, constituyen los medios para obtener riquezas mal habidas”.
El autor de este artículo es de hecho un hombre muy inteligente y valeroso pues no ignoramos el peligro tan grande en que se metió este hombre. Si estas letras llegan a sus manos, recuerde que lo felicitamos muy sinceramente.
Un análisis de fondo sobre este artículo nos demuestra que la simple organización sindical con todos sus líderes y reglamentos resulta inoperante, si el individuo no acaba con la codicia, el egoísmo y la traición.
Dentro del individuo están las causas del fracaso mismo de un sindicato o de cualquier organización. Si el individuo no comprende esas causas y continúa con sus egoísmos, codicia, ambiciones, etc., la organización fracasará aún cuando haya sido fundada con muy buenas intenciones.
El líder tiránico es una extensión de cada uno de los individuos que constituyen una organización. La organización ha creado al líder. Cada individuo de la organización ha creado un líder.
Es lamentable que los trabajadores hayan entregado sus armas a los poderosos. El sindicato es el arma de los trabajadores, antes, los sindicatos fueron instrumentos de defensa de los trabajadores, ahora los sindicatos son instrumentos de defensa de los poderosos, en muchos países los trabajadores son víctimas de su propio invento, en muchos países los líderes de los sindicatos son los verdugos de los trabajadores.
Los poderosos esclavizan a los obreros por medio de los líderes traidores y de los sindicatos que éstos representan.
Necesitamos alterar algo dentro de nosotros mismos. Necesitamos un cambio dentro de nuestra propia mente si es que realmente queremos alterar las adversas circunstancias que acaban con el sindicato, este es maravilloso cuando realmente sirve a los fines para los cuales fue creado. El error más grave de los trabajadores de muchos países, fue haber entregado el sindicato a los poderosos.
Afortunadamente este desastre todavía no ha llegado a todos los países del mundo occidental; es mejor prevenir que curar.
Necesitamos que cada individuo se sincere consigo mismo; no busquemos las causas del fracaso fuera de nosotros. Dentro de nosotros mismos están todas las causas del fracaso de cualquier organización.
Si dentro del individuo existe el egoísmo no cooperará y el fracaso del sindicato es inevitable. Si dentro del individuo existe ira, creará dentro del sindicato enemistades y desorden. Si dentro del individuo existe codicia, explotará a sus compañeros de sindicato, si dentro del individuo existe murmuración, llenará el sindicato con chismografías y amarguras.
El líder que se enriquece a costillas de sus compañeros es creado por cada uno de sus compañeros, es un resultado de los errores que existen dentro de cada compañero.
El error más grave es creer que la causa del fracaso está en el prójimo. Todos los compañeros del sindicato culpan del fracaso a los otros, y ninguno quiere reconocer que la causa del fracaso está dentro de cada uno.
Debemos aprender a ser más sinceros, debemos luchar por cambiar internamente para beneficio de los demás. Todos nuestros semejantes se benefician cuando, cada uno de nosotros cambia internamente.
Necesitamos dejar de ser tibios, debemos acabar con la ira, la codicia, la lujuria, el orgullo, la pereza, la gula y la envidia. Cada uno de estos monstruos defectos, lleva amargura y desolación a todas las organizaciones sociales.
Es urgente comprender que el yo sabotea totalmente el buen propósito de la organizaciones sindicales.
Necesitamos disolver el yo para hacer un mundo mejor.
Es un error convertirnos en víctimas de nuestro propio invento. Los trabajadores se convirtieron en víctimas de su propio invento cuando les entregaron el sindicato a los capitalistas.
El crimen más horrible es el de la TRAICIÓN. Los líderes traidores, aquellos que entregan a sus compañeros, aquellos que los venden, realmente son dignos de desprecio, merecen ser expulsados del sindicato.
Los líderes que se enriquecen con los dineros de todos los compañeros de sindicato, ladrones son, y deben ser expulsados del sindicato.
Es justo que los trabajadores cooperen con su cuota para el sostenimiento de su sindicato, pero no es justo que los líderes se enriquezcan con las cuotas del sindicato.
Realmente es imposible que un sindicato marche bien si no acabamos con la codicia.
Todos los mejores propósitos de un sindicato se reducen a polvo cuando existe codicia.
Samael Aun Weor