Cuando el aspirante ha realizado con pleno éxito todos los ejercicios Gnósticos relacionados con el esoterismo del sueño, es ostensible que entonces se encuentra íntimamente preparado para la “Práctica del Retorno”.
En el capítulo anterior algo dijimos sobre el elemento iniciador que surge como por encanto de entre las cambiantes y amorfas expresiones de sus sueños…
Tales personas se caracterizan por la repetición continua de un mismo sueño; esos Psíquicos reviven periódicamente tal o cual escena o ven en sus experiencias oníricas en forma constante esta o aquella criatura o símbolo.
Cada vez que el elemento iniciador, sea este símbolo, sonido, color o persona, etc., es recordado al despertar del sueño normal, el aspirante, con los ojos aún cerrados, continúa visualizando la imagen clave familiar y luego, intencionalmente tratará de dormirse nuevamente prosiguiendo con el mismo sueño…
Con otras palabras diremos que el aspirante intenta volverse consciente de su propio sueño y por ello prosigue intencionalmente con el mismo pero llevándolo al estado de vigilia, con plena lucidez y auto control…
Se convierte así en espectador y actor de un sueño, con la ventaja por cierto, nada despreciable de poder abandonar la escena a voluntad para moverse libremente en el Mundo Astral…
Entonces el aspirante libre de todas las trabas de la carne, fuera de su cuerpo físico, se habrá desprendido de su viejo y familiar ambiente, penetrando en un universo regido por leyes distintas…
La Disciplina del Estado de Sueño de los Tantristas Budistas, conduce didácticamente al Despertar de la Conciencia…
El Gnóstico sólo puede despertar al Estado Verdadero de Iluminación, comprendiendo y desintegrando sueños…
Las Sagradas Escrituras del Indostán afirman solemnemente que el Mundo entero es el Sueño de BRAHMA…
Partiendo de este postulado Hindú, afirmaremos en forma enfática lo siguiente: “Cuando Brahma despierta el Sueño concluye…”
En tanto el aspirante no haya logrado todavía la disolución radical no sólo de los sueños en sí mismos, sino también de los resortes psicológicos que los originan, el Despertar Absoluto será algo más que imposible…
El despertar definitivo de la conciencia sólo es posible mediante una transformación radical…
Los Cuatro Evangelios Crísticos insisten en la necesidad de despertar: desafortunadamente las gentes continúan dormidas…
QUETZALCOATL EL CRISTO MEXICANO, ciertamente fue un Hombre ciento por ciento despierto…
La multiplicidad de sus funciones también nos indica con entera precisión la gran antigüedad de su culto y la profunda veneración con que se le veía en todo Centro-América…
Los Dioses santos de ANAHUAC, son Hombres perfectos en el sentido mas completo de la palabra, criaturas absolutamente despiertas. Seres que erradicaron de su Psiquis toda posibilidad de soñar.
TLALOC; “el que hace brotar”, Dios de las lluvias y del rayo, siendo un Dios es también un Hombre despierto, alguien que tuvo que eliminar de su Psiquis no sólo sus sueños sino además toda posibilidad de soñar…
Es el Individuo Sagrado principal de la antiquísima cultura Olmeca, y aparece siempre con la máscara del Tigre-Serpiente en las hachas colosales y en diversas figuras de jade…
TEXCATLIPOCA y HUITZILOPOCHTLI Criaturas del Fuego, vivas representaciones de la noche y del día, son también hombres despiertos, seres que lograron pasar más allá de los sueños…
Fuera del Cuerpo Físico el hombre despierto puede invocar a los Dioses Santos de Aztecas, Mayas, Zapotecas, Toltecas, etc.
Los Dioses de los Códices Borgia, Borbónico, etc., etc., etc., vienen al llamado del hombre despierto…
Mediante el auxilio de los Dioses Santos, el hombre despierto puede estudiar en la Luz Astral, la Doctrina Secreta de ANAHUAC…
Obviamente las ideas arquetípicas que descienden del Ser, devienen maravillosas informándonos ya sobre el estado Psicológico de tal o cual Centro de la Máquina, ya, sobre asuntos esotéricos muy íntimos, ya sobre posibles éxitos o peligros, etc., envueltas siempre entre el ropaje del simbolismo…
Abrir tal o cual símbolo astral, tal o cual escena o figura, con el propósito de extraer la idea esencial, solo es posible a través de la “meditación del Ser lógica y confrontativa…”
Al llegar a este estadio de la disciplina del “Yoga del Sueño”, se hace indispensable entrar en el aspecto Tántrico de la cuestión…
La Sabiduría Antigua enseña que “TONANTZIN” (Devi KUNDAL1NI), nuestra Divina Madre Cósmica particular, (pues cada persona tiene la suya propia), puede adoptar cualquier forma, pues es el origen de todas las formas, por lo tanto conviene que el Gnóstico medite sobre ella antes de quedarse dormido…
El aspirante deberá entrar diariamente en el proceso del sueño, repitiendo con mucha Fe la siguiente oración: “TONANTZIN, TETEOINAN”, ¡Oh, mi Madre, ven a mí, ven a mí!
Según la Ciencia Tántrica, si el Gnóstico insiste en esta práctica, más tarde o más temprano habrá de surgir como por encanto de entre los cambiantes y amorfas expresiones de sus sueños un elemento iniciador…
Hasta tanto no se haya identificado íntegramente a ese iniciador, es indispensable continuar registrando sus sueños en la libreta o cuaderno…
El estudio y análisis profundo de cada sueño anotado, resultan impostergables en la disciplina esotérica del sueño Tántrico…
Incuestionablemente el progreso didáctico habrá de conducirnos al descubrimiento del iniciador o elemento unificador del sueño…
Indubitablemente el Gnóstico sincero que llega a este estado de la disciplina Tántrica, se encuentra por tal motivo listo para dar el paso siguiente, el cual será tema de nuestro próximo capítulo…
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